Cerigua.- En el marco del 10° Periodo de Sesiones del Foro Permanente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se lleva a cabo en la ciudad de New York, la niñez, la adolescencia y la juventud indígena de América Latina demandó a ese organismo, la atención algunos de sus problemas particulares.
De acuerdo con una declaración emitida por diferentes organizaciones que velan por la vigencia de los derechos de esa parte de la población, los censos poblacionales en la región no reflejan las cifras reales sobre población indígena, debido a que los indicadores utilizados no se ajustan a la realidad, a la diversidad cultural, ni a la auto-identificación propia.
El documento señala que las diferentes expresiones de la violencia que sufren diariamente los niños, las niñas, la juventud y las mujeres indígenas, están estrechamente relacionados con problemáticas como la discriminación y el racismo.
Con frecuencia, desde muy pequeños, los niños y las niñas tienen la necesidad de abandonar sus comunidades y trasladarse a las ciudades en busca de oportunidades de empleo o educación y deben enfrentarse a una cultura occidental dominante, que conlleva la pérdida gradual del idioma originario y los conocimientos tradicionales.
Las juventudes indígenas de Latinoamérica denunciaron su escasa presencia y participación en espacios como el Foro Permanente, el Mecanismo de Expertos sobre Pueblos Indígenas y otros mecanismos de la ONU.
Las agrupaciones de adolescentes y jóvenes indígenas recomendaron al organismo internacional que rediseñe las metodologías censales con amplios procesos de consulta e incorporar datos desagregados y variables étnico-culturales y de género.
Intensificar el trabajo coordinado de las agencias de las Naciones Unidas como el Programa de Desarrollo (PNUD), el Fondo para la Infancia (UNICEF), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Fondo de Población (UNFPA), entre otros, para impulsar programas dirigidos a mejorar las condiciones de educación y de salud de la niñez, la adolescencia, la juventud y las mujeres indígenas.
Es fundamental la asignación de recursos económicos dignos y suficientes para la implementación de políticas y programas enfocados en los pueblos indígenas y en especial para la niñez y la juventud, con personal conocedor de las realidades de los pueblos y que consideren como recurso humano a la juventud, señala la Declaración.
La ONU debe impulsar estudios relacionados con la migración de la niñez y la adolescencia, con énfasis en la investigación de problemáticas como la violencia, la trata, la explotación sexual comercial, el suicidio y la pérdida de sus lazos culturales, entre otros, concluyó el Conclave Global de Jóvenes Indígenas.
De acuerdo con una declaración emitida por diferentes organizaciones que velan por la vigencia de los derechos de esa parte de la población, los censos poblacionales en la región no reflejan las cifras reales sobre población indígena, debido a que los indicadores utilizados no se ajustan a la realidad, a la diversidad cultural, ni a la auto-identificación propia.
El documento señala que las diferentes expresiones de la violencia que sufren diariamente los niños, las niñas, la juventud y las mujeres indígenas, están estrechamente relacionados con problemáticas como la discriminación y el racismo.
Con frecuencia, desde muy pequeños, los niños y las niñas tienen la necesidad de abandonar sus comunidades y trasladarse a las ciudades en busca de oportunidades de empleo o educación y deben enfrentarse a una cultura occidental dominante, que conlleva la pérdida gradual del idioma originario y los conocimientos tradicionales.
Las juventudes indígenas de Latinoamérica denunciaron su escasa presencia y participación en espacios como el Foro Permanente, el Mecanismo de Expertos sobre Pueblos Indígenas y otros mecanismos de la ONU.
Las agrupaciones de adolescentes y jóvenes indígenas recomendaron al organismo internacional que rediseñe las metodologías censales con amplios procesos de consulta e incorporar datos desagregados y variables étnico-culturales y de género.
Intensificar el trabajo coordinado de las agencias de las Naciones Unidas como el Programa de Desarrollo (PNUD), el Fondo para la Infancia (UNICEF), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Fondo de Población (UNFPA), entre otros, para impulsar programas dirigidos a mejorar las condiciones de educación y de salud de la niñez, la adolescencia, la juventud y las mujeres indígenas.
Es fundamental la asignación de recursos económicos dignos y suficientes para la implementación de políticas y programas enfocados en los pueblos indígenas y en especial para la niñez y la juventud, con personal conocedor de las realidades de los pueblos y que consideren como recurso humano a la juventud, señala la Declaración.
La ONU debe impulsar estudios relacionados con la migración de la niñez y la adolescencia, con énfasis en la investigación de problemáticas como la violencia, la trata, la explotación sexual comercial, el suicidio y la pérdida de sus lazos culturales, entre otros, concluyó el Conclave Global de Jóvenes Indígenas.
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