María Julia Mayoral.- Prensa LatinaLas políticas fiscales y financieras en México precisan cambios para abatir los rezagos económicos de la población femenina, señaló hoy la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), Rocío García Gaytán.
En opinión de la funcionaria, resulta necesario recuperar la vocación de la banca social de desarrollo, pero con una nueva visión: la de género.
García Gaytán lamentó el número reducido de empresarias en el país, ellas representaron en 2009 sólo el 2,3 por ciento del total de la población femenina económicamente activa con empleo.
Esta tendencia, recordó, es similar en toda América Latina, las féminas enfrentan los mismos obstáculos: difícil conciliación de la vida familiar y personal con la actividad laboral, poco acceso a créditos, tecnología y capacitación.
La titular de INMUJERES reconoció la importancia de los micro financiamientos otorgados, sin embargo, "ahora es apremiante insertarnos y ser visibles en la macroeconomía, por ejemplo en las políticas fiscales y financieras, para abatir rezagos en nuestra agencia económica."
Ese objetivo será posible con el fomento de nuevos modelos de gestión en la economía, que consideren las diferentes necesidades de mujeres y hombres, evaluó.
Modelos, dijo, que también tengan muy presente factores como globalización, metas nacionales, desarrollo regional y local.
La especialista invitó a la Secretaría de Economía, a cargo de Bruno Ferrari, a trabajar de manera conjunta en proyectos para abatir las brechas de desigualdad en el trabajo remunerado y no remunerado de mujeres y hombres.
Durante el quinto Encuentro Internacional de Empresas Sociales. Fondo Nacional de Apoyo para Empresas en Solidaridad (FONAES) 2010, en León, Guanajuato, la funcionaria federal apreció la experiencia de Chiapas.
En ese estado del sureste, BANMUJER sin ser necesariamente un banco de la mujer sustenta un programa social y económico en beneficio de ese sector.
Para la nación, consideró, un gran reto es que los programas, concebidos para apoyar las microempresas de mujeres, evolucionen mediante nuevos modelos de industria auto sustentable y empresa socialmente responsable.
Ello incluye la existencia de integración a las cadenas productivas sin asistencialismo, con un enfoque empresarial de género, remarcó.
Persisten factores adversos: la carga de trabajo doméstico y el cuidado de niños y adultos mayores, continúan siendo tareas asignadas sólo a ellas, recordó García Gaytán.
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