En el día de ayer la Comisión del Senado -con mayoría de integrantes ligados a la jerarquía eclesiástica y sectores de derecha- , emitió un dictamen rechazando el proyecto que permitiría el casamiento entre personas del mismo sexo (aprobado ya por la Cámara de Diputados). De esta manera, si bien irá a recinto para el debate el próximo miércoles 14 de julio, deberá votarse previamente si la mayoría del Senado acepta su tratamiento.
Esta es una muestra más de la presión e influencia que tiene esa iglesia genocida y fascista, cómplice y ejecutora directa de torturas, desapariciones y asesinatos de miles de personas durante la dictadura. Es la misma iglesia que esconde y protege a los curas violadores, mientras con su falsa moral y su "justicia divina" sanciona a algunxs y premia a otrxs. Venida del medioevo, intenta por todos los medios conservar la vigencia de sus métodos y sus abusos tan célebres por su crueldad en su etapa de oro: la época de la inquisición.
Hablan de moral, rectitud y valores, pero mienten, difaman, coaccionan, amenazan y secuestran miles de niños y niñas de las escuelas religiosas para que participen de las marchas contra el matrimonio igualitario y a favor de la familia "de papá y mamá". No es de extrañar, el abuso de menores es su especialidad, están duchos en eso y cuentan para eso con la complicidad de muchas de las autoridades provinciales.
El gobierno nacional, en la voz del ministro de educación, funcionarixs gubernamentales, legisladorxs y personalidades de la cultura han alertado y advertido a estos jerarcas religiosos del riesgo que supone involucrar a niños y niñas en este tan delicado asunto. También el Instituto Nacional contra la Discriminación ha pedido a estos jerarcas que moderen sus discursos ofensivos y degradantes, pero esto no los amedrenta, siguen de esta manera vulnerando los derechos de esas criaturas, sin detenerse.
Abyectos y despreciables obispos de varias provincias, ya hablan de que la ley atenta contra Dios. Tal el caso del amigo de los genocidas, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio. Ha difundido un comunicado en el que delira:
"el proyecto de ley de matrimonio gay conlleva “una pretensión destructiva al plan de Dios” y considera que, de aprobarse, “puede herir gravemente a la familia...No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva del plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento), sino de una movida del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”
Mientras tanto, en el día de ayer se ha dado a conocer una encuesta nacional en la cual casi el 69% de las personas consultadas dice estar de acuerdo y muy de acuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo.
¿Le importa a la jerarquía eclesiástica saber lo que la gente opina? No, claro que no, pero al menos sí deberían tomarlo en cuenta los senadores y las senadoras electas por el pueblo. Sé que resulta ingenuo este planteo, a sabiendas de lo poco que pesa la posición de la gente para estoxs legisladorxs, comparado con el que sostienen aquellos que en verdad detentan el poder.
Queda pues a la gente, espabilarse y darse cuenta de esta situación, en vista de que el accionar de la iglesia está siendo poco menos que medieval, escandaloso y altamente provocativo.
¿Que pasa pueblo argentino que no reaccionamos con la fuerza necesaria? ¿Es que nos hemos vuelto idiotas?
A movilizarnos! como lo hemos hecho tantas veces, hagamos oír nuestras voces, rebelémonos nuevamente y digamos NO a esta iglesia basura plagada de genocidas, pedófilos y fascistas que intenta conculcar nuestros derechos y sumirnos en un oscurantismo religioso sin alegría, sin libertad, sin goce. Hoy van por el matrimonio, mañana por el proyecto del derecho al aborto, luego por la deseada y ansiada Argentina Laica: no tienen límites en su programa represivo.
Tenemos una semana para hacer sentir nuestro repudio por esta avanzada, aprovechemos cada minuto, el momento es ahora.
La única iglesia que ilumina es la que arde
Algunas claves para entender los hechos, publicado por Ag Magazine:
La gran mentira de la Unión Civil: El 14 de julio se debate si se aprueba o no al matrimonio gay en el Senado
La decisión que tomó ayer la Comisión de Legislación del Senado no habilita el tratamiento de ningún proyecto de Unión Civil, sino que pone en discusión la aprobación o no del matrimonio para las parejas del mismo sexo. Es mentira la afirmación de la senadora Liliana Negre de Alonso, presidenta de la Comisión, de que habilita el tratamiento de “una tercera posición” que es la unión civil.
Con la intención de confundir a la opinión pública, ayer, la presidencia de la Comisión de Legislación del Senado —integrada por gente conservadora en algunos casos y blanco fácilde las presiones de la Iglesia en otros,, como el senador Bermejo— lanzó una noticia que intentaron mostrar como un fracaso del proyecto de matrimonio homosexual.
La verdad no es esa. Y también hay otra mentira: los proyectos de unión civil que intentan plantear como un “premio consuelo”.
Y es que ni siquiera existe la intención de otorgar una ley de Unión Civil, algo totalmente discriminatorio que plantea leyes distintas para quienes son “distintos” dejando afuera la herencia yla adopción entre otros beneficios, además de dar un nombre diferente porque, según sus autores, las personas homosexuales son “diferentes” al resto de la población y por tanto merecen menos derechos.
Lo que realmente —y hábilmente— hicieron es querer hacer naufragar dentro de un “combo de rechazos” el reconocimiento de derechos de igualdad.
Para comprender esto hay que repasar cómo se producen las leyes en nuestro país, y particularmente ésta, aclarando que:
Cuando un proyecto ingresa al Congreso, sea por Diputados o por Senadores, es evaluado primero por comisiones que analizan esa propuesta. En el caso del matrimonio gay, cuando ingresó por Diputados lo analizaron las comisiones de Familia y de Legislación y ambas le dieron dictamen de mayoría.
Tras obtener dictamen se habilita el tratamiento en el recinto de la Cámara en la cual ingresó.
Si el proyecto se aprueba pasa a la otra Cámara, como en este caso, no se trata directamente en el recinto sino —nuevamente— en una comisión que al igual que en el paso anterior debe emitir dictamen.
“Emitir dictamen” significa que los integrantes de la comisión recomiendan al pleno de la Cámara que debe tratar el tema uno, dos o más posiciones en referencia al proyecto planteado.
Ayer, tras la reunión de quince minutos de la comisión que preside la homófoba, reaccionaria y arcaica senadora Negre de Alonso, se salió rápidamente a decir que se proponía el “rechazo al proyecto de matrimonio” o una “corriente muy fuerte” como la “unión civil”, un instituto legal que daría sólo algunos derechos, dejando fuera herencia y adopción
Sin embargo, esto es mentira. Los dictámenes emitidos ayer por la Comisión plantean:
Dictamen 1: No tratar el proyecto de matrimonio para parejas del mismo sexo que aprobó y envió la Cámara de Diputados (este dictamen obtuvo 9 votos de 15) y discutir en algún momento —pero no ahora— cinco proyectos alternativos de unión civil que ni siquiera son los que se discutieron en su momento en Diputados, sino originados como una falsa “tercera opción”.
Dictamen 2: Tratar el proyecto de matrimonio tal como vino de Diputados y darle aprobación definitiva.
Por lo tanto, en la sesión del próximo 14 de julio en el recinto, las y los senadores deberán primero votar si rechazan o tratan el proyecto de matrimonio y, de tratarlo, pasar al dictamen de minoría aprobando la propuesta como vino de Diputados.
Si el Senado decide rechazar el proyecto, habilitará a que se trate en algún momento cinco proyectos de unión civil originados en esta Cámara y, por lo tanto, ni siquiera volvería la discusión a Diputados. Es decir, una estrategia para que nunca se retome el tema, porque los 9 integrantes esa Comisión que le pusieron firma al dictamen ni siquiera quieren leyes de unión civil.
Pero, si la mitad más uno de las y los senadores presentes en la sesión siguen los dos pasos que se mencionaban antes (rechazar el “rechazo al proyecto” y aprobar el segundo dictamen, que es la propuesta original y que cuenta con media sanción), el acceso al matrimonio para parejas de un mismo sexo se convertirá en ley.
Comunicado de las Madres de Plaza de Mayo
LA IGLESIA NO TIENE AUTORIDAD MORAL PARA IMPEDIR EL CASAMIENTO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO
La Asociación Madres de Plaza de Mayo se dirige a los hombres de la Iglesia, obispos, sacerdotes y algunos fieles, que pretenden oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo y a la adopción de niños de estas parejas.
Que la Iglesia se haga cargo de sus delitos expulsando y excomulgando a los que, amparándose en Jesús, participaron en los crímenes de la dictadura y también condene a los miles de pedófilos y violadores, como el padre Grassi y tantos otros a los que sostienen, defienden y avalan.
La Iglesia argentina no tiene autoridad moral para impedir que mujeres y hombres elijan luchar y defender los mismos derechos para todos. Las Madres tenemos derecho por haber sufrido en carne propia, que es la de nuestros amados hijos, la violencia y la humillación de los crímenes
Ayer y hoy no ha cambiado ni se han arrepentido. Sabemos que el castigo de Dios o el Diablo les llegará pero las Madres exigimos el castigo aquí en la Tierra. Y si todavía quedan jueces dignos que los castiguen con la cárcel como corresponde.
Por nuestros hijos y por tantos niños y niñas violados pedimos ¡castigo!
Hebe de Bonafini
Presidenta de la Asociación
Madres de Plaza de Mayo
Diana Cordero en Kaos en la Red
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