Fuente: Revista Mujeres
Nosotras, las madres de los niños afectados por la catástrofe de Chernóbil y el Fondo Internacional de Chernóbil, nos dirigimos a todas las personas de buena voluntad de la tierra: sean receptivas a nuestras palabras porque nuestras palabras provienen de lo más profundo del corazón materno.
Para una madre la mayor desgracia en la vida es la enfermedad de su hijo. Cuando en el año 1990 Cuba y el Comandante Fidel extendieron su mano de ayuda a los niños ucranianos enfermos, no pudimos dejar de valorar esta hazaña del pueblo cubano y queremos declarar a todo el mundo que no existe una acción más humana con relación a niños enfermos que el Programa ucraniano–cubano "Niños de Chernóbil".
De todo corazón agradecemos al inmenso pueblo cubano, a sus sabios dirigentes Fidel Castro, que materializó este Programa, y Raúl Castro, que ahora asumió su dirección, por todo lo que ellos han podido hacer para los niños ucranianos afectados por la catástrofe de Chernóbil.
Para una madre la mayor desgracia en la vida es la enfermedad de su hijo. Cuando en el año 1990 Cuba y el Comandante Fidel extendieron su mano de ayuda a los niños ucranianos enfermos, no pudimos dejar de valorar esta hazaña del pueblo cubano y queremos declarar a todo el mundo que no existe una acción más humana con relación a niños enfermos que el Programa ucraniano–cubano "Niños de Chernóbil".
De todo corazón agradecemos al inmenso pueblo cubano, a sus sabios dirigentes Fidel Castro, que materializó este Programa, y Raúl Castro, que ahora asumió su dirección, por todo lo que ellos han podido hacer para los niños ucranianos afectados por la catástrofe de Chernóbil.
Existen cosas en la vida que no se venden ni se compran por ningún dinero: la amistad, la ayuda mutua y el apoyo en los minutos difíciles, y es esto lo que une firmemente ahora a los pueblos cubano y ucraniano.
Nosotros confiamos que la voz sincera y justa de las madres ucranianas será escuchada por los pueblos de todo el mundo.
Y queremos declarar que no hay un país más libre que Cuba, que en todo el mundo lo conocen como la Isla de la libertad y donde nunca y bajo ninguna circunstancia se han violado los derechos humanos.
Nosotras, las madres ucranianas, de todo corazón agradecemos al pueblo y al Gobierno de la República de Cuba por el tratamiento de nuestros niños, y esperamos que las alas negras de Chernóbil desaparezcan para siempre y que la amistad entre dos grandes pueblos perdure eternamente.
¡Viva Cuba, viva Ucrania!
Fuente: Granma
No hay comentarios:
Publicar un comentario