sábado, enero 23, 2010

Mujeres indígenas crearon la primera comunidad de teólogas Abya Yala

Palabra de Mujer
Mujeres de los pueblos Aymara, Quechua, Kichua, Náhuatl, Maya Quichè, Maya Kakchiquel, Qom, Kaigang, junto a hermanas que se solidarizan con el proceso de reflexión y acción, se convocaron los días 29 y 30 de noviembre de 2009 en el municipio de Berlín, El Salvador. En el encuentro se resolvió crear la Comunidad de Teólogas Indígenas de Abya Yala, así como se emitió un mensaje final.

Declaración final

«Nos reconocemos descendientes de las culturas milenarias, herederas de las abuelas y abuelos valientes mártires luchadoras como Bartolina Sisa, Gregoria Apaza, Micaela Bastidas, Tomasa Tito, Digna Ochoa, Comandanta Ramona, Transita Amaguana, Dolores Cacuango, que fueron asesinadas, violadas, humilladas, torturadas, desaparecidas, exiliadas por la defensa de la vida, de la tierra, de los hijos e hijas, por la justicia y derecho a la vida de los pueblos indígenas. Somos también semilla viva de mujeres anónimas, madres e hijas, que día a día cultivaron nuestros saberes ancestrales y transmitieron la cultura de generación a generación, como Rigoberta Menchu, Rosa Ribeiro, Domitila Chungara. Somos herederas de la historia de opresión, persistencia y resistencia de nuestros pueblos. Nos reconocemos cuidadoras de las semillas naturales y ancestrales, cultivadoras de la tierra y de las luchas de los pueblos excluidos, generadoras y recreadoras de la vida y de la comunidad, transmisoras de la medicina natural y la sabiduría sagrada, preservadoras del equilibrio y armonía de la Pachamama, Nan Uleu, Tlalli, Pats, ‘Enauacna. Reconocemos que la espiritualidad ancestral pasa por nuestros cuerpos e integra a la familia y se expresa en el idioma, la vestimenta, los modales, la música, los bailes, la fiesta, los símbolos, los ritos, los mitos que nos dan energía para seguir en el camino”.

En el evento

Las teólogas dialogaron sobre Teología, Biblia y Pastoral desde la comprensión y experiencia de mujeres indígenas «entendimos que hay la necesidad de ampliar la manera de entender la teología, la hermenéutica bíblica y la pastoral incorporando seriamente nuestras cosmovisiones, códigos culturales, manifestaciones simbólicas, espiritualidades.

Entendimos también que hay la necesidad de rescatar los hilos rotos, quemados y tejer creativamente mantos multicolores que vayan más allá de las instituciones y nos constituyan en comunidad abierta, acogedora y hospitalaria”. «Alzamos nuestra voz de lucha esperanzada y urgimos a la humanidad a construir y seguir paradigmas alternativos de vida a partir de nuestra vida de pueblos y cosmovisiones indígenas basados en el Suma Qamaña, Sumaj Kawsay, Ñandereko, Da Nca’alaxa ‘Enauac, Inh Fé Tupe, Xochitlalpan, Endanazaaca, Buen vivir o Vida Plena por un mundo donde quepan otros mundos”.

Convocan a las demás hermanas indígenas y hermanas solidarias con su causa a unirse a la flamante comunidad. Así como invitan a los hermanos indígenas y hermanos solidarios con la causa indígena a ver, escuchar y apoyar la voz y experiencia diferentes de las mujeres indígenas, a respetar sus procesos y a asumir nuestra palabra en la elaboración teológica, bíblica y pastoral como comunidad, con respeto y acogida. «Vislumbramos un mundo colorido, con olor a tierra húmeda, con sabores y colores diferentes”, finalizan diciendo.

FUENTE: http://evangelizadorasdelosapostoles.wordpress.com/page/2/

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