Las políticas con sensibilidad cultural son indispensables para atender la mortalidad materna y alcanzar los objetivos del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), según el reportaje Cairo+15: Oportunidad para mejorar la calidad de vida de mujeres y hombres.
De acuerdo con la publicación, elaborada por la agencia Cerigua con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), implementar estas políticas permite ganar aliados en las comunidades que ayudan a obtener las metas de población.
En Guatemala, el UNFPA colabora con la Alianza Evangélica de Guatemala (AEG) para promover el espaciamiento de los embarazos, la paternidad y la maternidad responsables y el parto limpio y seguro a fin de contrarrestar las altas cifras de mortalidad materna e infantil en el país.
Marco Antonio Rodríguez, directivo de la AEG, dijo que han visto buenos resultados en la población, pero señaló que ese trabajo sólo se verá complementado si las instituciones, como el Ministerio de Salud, responden eficazmente a las necesidades de la personas.
“Lamentablemente hay mucho que hacer al respecto porque no existen mejoras en las cifras de reducción de la mortalidad y estas es una tarea que atañe a todos”, anotó Rodríguez.
El Hospital Nacional de Sololá ha tenido una experiencia muy positiva colaborando con las comadronas, quienes son muy respetadas en sus comunidades por la atención que brindan antes y después del parto.
La enfermera Patricia Cochaj y las comadronas hicieron un primer acercamiento a esta labor en 1999 y se integraron en turnos de 24 horas en el 2000; su trabajo ha permitido que las familias y las pacientes acudan con más frecuencia, sobre todo si surgen complicaciones en los partos.
Según la información, en Guatemala sólo el 40 por ciento de los nacimientos es atendido por personal capacitado; el 60 por ciento restante queda en manos de las comadronas, quienes, además, atienden 75 por ciento de los embarazos del país antes del parto.
De acuerdo con el UNFPA, si los profesionales del desarrollo hacen caso omiso de la cultura de esa nación centroamericana esto acarreará consecuencias negativas, no porque lo sea todo, sino porque la pobreza, la mala salud, la falta de educación y los conflictos contribuyen a destruirla y socavarla.
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