domingo, octubre 04, 2009

Anahí Arizmendi: “Hemos avanzado con rumbo al socialismo feminista”

Por: Igor Molina/ El Tiempo
En el horizonte que contempla la activista revolucionaria se avizora, no muy lejano, “un nuevo orden social para la igualdad de los géneros”. Afirma que en diez años de gobierno bolivariano es mucho lo que se ha transitado, aunque todavía falta, por ejemplo, lograr que las venezolanas ocupen la mitad de todos los cargos de representación popular. La vocera del Frente Socialista de Mujeres advierte que la violencia contra sus congéneres sigue siendo un asunto de salud pública

-Está participando en el III Encuentro Nacional de Violencia contra las Mujeres. ¿Qué tan dantesca es la situación?
-Sigue siendo un tema de salud pública que comienza a visibilizarse en aspectos que anteriormente, por no tener una legislación de avanzada y organismos para su atención, pasaban desapercibidos.

-¿Desapercibidos? Los periódicos siempre han estado llenos de denuncias sobre maltratos a las mujeres.
-Sí, pero hasta ahora las denuncias se visibilizaban sólo en lo que respecta a la violencia física. Hoy tenemos reportes y programas de atención sobre violencia psicológica, laboral, obstétrica y mediática contra las mujeres, considerados delitos por nuestra legislación.

-¿El país ha dado un salto adelante en comparación a la situación de 1998?
-Sí. En primer lugar, hemos consolidado una cultura de la denuncia que se traduce en que hoy la mujer tiene menos miedo, y ello produce menor impunidad. Igualmente, hoy contamos con una administración de justicia orientada hacia esta materia y un Ministerio para la Mujer que impulsa de planes nacionales y políticas públicas en prevención y atención de la violencia contra las mujeres. La mujer está hoy más empoderada de sus derechos y sabe como defenderlos.

-¿Qué porcentaje de hechos donde hay violencia contra la mujer se denuncia hoy?
-Es difícil de precisar. Lo que sí podemos evidenciar es un incremento en la denuncia de casos. En la medida en que promovemos la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se incrementan las denuncias. Cuando realizamos conversatorios comunitarios, inmediatamente las mujeres víctimas de violencia se animan a denunciar.

-¿Cuántos casos se denunciaron en 2008?
-Te voy a hablar de Caracas, con cifras del 2009, y desde la perspectiva de nuestras defensorías comunitarias.

-¿Qué defensorías?
-Es una iniciativa que estamos impulsando en el Distrito Capital con los Consejos Comunales y organizaciones de mujeres de las parroquias El Valle, La Vega, Sucre y el Municipio Baruta, que desde enero hasta la fecha han recibido 552 denuncias.

-Son pocas.
-No, apenas estamos hablando de cuatro defensorías. Cuando vas a las cifras totales de Caracas -Fiscalía, Defensoría Nacional de Inamujer y salas de recepción de denuncias en los registros civiles- suman miles. Los casos que hemos recibido evidencian que 80 % de las agresiones contra la mujer vienen de los ex-concubinos, seguidos por las parejas e hijos.

-¿Hijos que les pegan a sus padres?
-Sí, o que los agreden psicológicamente, los hostigan para sacarlos de sus casas y quedarse con ellas. El tipo de violencia más común es la violencia psicológica, las amenazas, pero también un dato importante es que hay hombres que han comenzado a acudir a las defensorías para buscar orientación porque sus mujeres les están siendo infieles o porque se sienten agredidos. En esos casos, a través de estrategias de resolución de conflictos, la pareja ha salido más fortalecida. Es importante destacar que, como estamos hablando de oficinas de atención comunitaria, más cercanas al ámbito familiar, allí no se visibilizan las denuncias en materia laboral.

-¿De qué tipo?
-Situaciones de acoso sexual, hostigamiento y maltrato contra las mujeres en sus sitios de trabajo.

-¿De los hombres contra las mujeres?
-Sí pero también hay maltratos de mujeres contra mujeres, porque en el capitalismo nos formaron para reproducir la cultura patriarcal, esa que postula que sólo se puede gerenciar efectivamente por medio de la fuerza y el maltrato.

-Es una cultura antiquísima la que esta revolución está objetando. ¿Tienen perspectivas de éxito?
-Sí, y ya tenemos varios logros. En la medida en que como ciudadanas y ciudadanos nos empoderemos de la cultura de la no-violencia y la igualdad y en la medida en que enfrentemos los estereotipos sociales, ideológicos y culturales de la estructura patriarcal del poder, seguimos avanzando con rumbo al socialismo feminista.

-¿Qué es eso?
-Un nuevo orden social para la igualdad de los géneros.

-Pero la batalla de la que usted hablaba pudiera estarse perdiendo en el campo de la violencia contra las mujeres. Nunca como hoy la sociedad venezolana había estado tan sumergida en la violencia.
-Yo tengo otra apreciación, porque anteriormente a 1998 ya existía la situación de violencia, sólo que hoy se visibiliza, y por lo tanto hay más capacidad de darle respuesta.

-El hecho de que hayan más denuncias no quiere decir que el Estado tiene más capacidad de responderlas.
-Y que hayan más denuncias no quiere decir que se haya incrementado la situación de violencia contra la mujer. También puede expresar que se han visibilizado más. Y se han visibilizado más porque el Estado venezolano tiene hoy un mayor número de mecanismos legislativos, judiciales, administrativos y de políticas públicas para prevenir y atender estas situaciones, resaltando entre ellas la creación del Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género.

-¿Qué retos se propone el socialismo feminista?
-Consolidar espacios para la participación política de la mujer a través del mecanismo del 50 % y 50% entre hombres y mujeres en todos los organismos de elección popular, afianzar una sociedad de no violencia hacia la mujer y seguir avanzando en la construcción del socialismo porque en el capitalismo difícilmente se garantizan nuestros derechos.

-Ya va. Es en las sociedades capitalistas donde se han producido los primeros avances en lo que respecta a derechos para las mujeres.
-Fueron los movimientos sociales en defensa de los derechos de las mujeres quienes, enfrentando persecuciones y hostigamientos, han conquistado esos avances. Hemos estado en lucha permanente por nuestro derecho a ser reconocidas y dignificadas. No en balde nuestra Constitución es una de las pocas en el mundo que nos reconoce como ciudadanas e incluso en su artículo 88 reconoce el trabajo del ama de casa.

-¿Chávez es un socialista feminista?
-Sí, y también un feminista socialista.

Sí al casamiento gay
Anahí Arizmendi no teme decir que está a favor del matrimonio gay “porque los homosexuales y las lesbianas son ciudadanos y ciudadanas que tienen derecho a que sus parejas sean reconocidas, respetadas y protegidas por el Estado en materia de seguridad social y patrimonial”.

Y da un consejo: “Así como las mujeres nos organizamos y nos mantenemos en la lucha por nuestra visibilización, asimismo los colectivos gays han venido avanzando para conseguir aliados en su proceso de reconocimiento. Hay que pelear primero en el seno de la sociedad para que ello se refleje posteriormente en el campo legislativo y político.
Es la lección que se saca tras analizar por qué la reforma sobre este tema no pudo avanzar este año. En el Psuv, como en la AN, se refleja también la diversidad de corrientes de pensamiento sobre temas que culturamente han sido tabú. Recordemos que, a pesar de los grandes avances que contiene, la Constitución no prohíbe expresamente la discriminación por orientación sexual”.

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