Las reformas contra el aborto que se han realizado en 12 entidades de México no tienen sustento científico, van contra las garantías de las mujeres y vulneran la Constitución y el derecho de investigación, advirtieron científicos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
En conferencia de prensa, Rosaura Ruiz, presidenta de la AMC, lamentó que en México se esté retrocediendo al aprobar leyes que conciben el cigoto como ser humano, por lo que otorgan el derecho a la vida desde el momento de la fecundación. Se advirtió que estas reformas son impulsadas —tanto en las entidades como a escala federal— por legisladores del PAN, ministros católicos y algunos sectores empresariales.
Ricardo Tapia, coordinador del Comité de Clonación y Células Troncales de la AMC e investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que desde el punto de vista científico es insostenible afirmar que desde el momento de la concepción se puede hablar de derechos de una persona.
En conferencia de prensa, Rosaura Ruiz, presidenta de la AMC, lamentó que en México se esté retrocediendo al aprobar leyes que conciben el cigoto como ser humano, por lo que otorgan el derecho a la vida desde el momento de la fecundación. Se advirtió que estas reformas son impulsadas —tanto en las entidades como a escala federal— por legisladores del PAN, ministros católicos y algunos sectores empresariales.
Ricardo Tapia, coordinador del Comité de Clonación y Células Troncales de la AMC e investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que desde el punto de vista científico es insostenible afirmar que desde el momento de la concepción se puede hablar de derechos de una persona.
Según la concepción neurobiológica —argumentó—, no se puede considerar el cigoto como una persona, debido a que en sus primeras semanas de gestación no ha desarrollado el sistema nervioso central, lo que le impide tener sensaciones como dolor. No es posible hablar de una persona hasta que las conexiones neuronales se hayan establecido y la corteza cerebral se haya desarrollado a un nivel en el que existan sensaciones, lo cual ocurre entre las 24 y 26 semanas de gestación.
Señaló que las legislaciones antiabortistas no sólo implican consecuencias graves para los derechos humanos de la mujer, sino también para la investigación científica, ya que restringirían la investigación con células troncales embrionarias, relevante en el tratamiento de enfermedades degenerativas, como el Alzheimer o la diabetes.
En tanto, la presidenta de la AMC alertó sobre el retroceso científico que implican estas reformas, debido a que tampoco permiten la investigación en células madres in vitro. En ese sentido, llamó a la academia, organizaciones sociales, feministas y la sociedad en su conjunto a hacer un frente común contra estos embates que pretenden echar abajo los avances basados en evidencias científicas referentes a la interrupción legal del embarazo.
Juliana González, coordinadora del Seminario de Investigación Ética y Bioética de la UNAM, consideró un retroceso la aprobación de las reformas que definen el cigoto como persona, ya que amenazan los valores, derechos y dignidad de la mujer.
Indicó que con estas modificaciones no sólo se penaliza el aborto, sino la sexualidad libre y sin fines biológicos y reproductivos, entre otros. Lamentó que para la Iglesia sea más importante penalizar la interrupción del embarazo que castigar a los curas pederastas.
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