miércoles, junio 10, 2009

Rechazo a que la vacuna contra el papiloma sea Príncipe de Asturias

30 asociaciones y otros tantos profesionales firman en contra de la propuesta
Una treintena de asociaciones científicas, sociales y feministas, así como otros tantos profesionales a título particular, han expresado su “desacuerdo y preocupación con la propuesta al Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 2009, a los centros médicos que desarrollaron las vacunas contra el papiloma humano”.

El rechazo viene acompañado de una campaña de recogida de firmas en todo el territorio nacional, con la que se quiere poner de relieve que la candidatura de estos centros médicos, presentada por la Asociación contra el cáncer de cuello de útero y la Asociación para la prevención del virus del papiloma humano, no es merecedora de tal distinción, ya que no reúne los requisitos imprescindibles para ellos.


La campaña, realizada en colaboración con diversos colectivos de Asturias y el apoyo de grupos y personalidades de otras comunidades autónomas, ha sido presentada en Palma por la Associació de Dones de les Illes Balears per a la Salut, quienes han dejado claro que la oposición a la concesión de este premio se basa en toda una serie de razones que invalidan la candidatura, motivo por el que aportan todos los documentos que han puesto en entredicho su eficacia, así como las peticiones de moratoria realizadas.

“Con frecuencia la investigación en salud no responde a verdaderas necesidades sociales, sino más bien a intereses económicos de quien las desarrolla, por eso cada vez más voces se alzan pidiendo una investigación en salud independiente de las empresas farmacéuticas”, señalan.

Por otra parte, reiteran que “la disponibilidad de un producto sanitario no implica que tenga necesariamente un impacto positivo en la salud de la población, sino que puede suceder lo contrario, como es el caso, entre otros muchos, del medicamento Vioxx, comercializado por la misma empresa que comercializa una de las vacunas contra el VPH”.

En este mismo sentido, “y probablemente debido a las mismas razones, las decisiones en política de salud no siempre están fundamentadas y, por ello, no es infrecuente que sean contestadas desde un punto de vista científico y político”, afirman.

MILES DE PROFESIONALES

La asociación recuerda que desde que se aprobó la introducción de la vacuna contra el VPH en nuestro país, “miles de profesionales, sociedades científicas, asociaciones feministas y otros grupos con interés por la salud han solicitado una moratoria en la aplicación de la vacuna”.

La petición, firmada por catedráticos de salud pública y epidemiología, entre otras más de 8.000 firmas (www.caps.pangea.org/declaracion), esgrimen las siguientes razones:

- No existe epidemia de cáncer de cérvix en España. La incidencia de este cáncer es una de las más bajas de Europa y del mundo por lo que este cáncer no se considera una prioridad sanitaria en nuestro país y su pertinencia coste-efectividad todavía no está demostrada.

- Dado el poco tiempo de estudio de la vacuna, no se conocen los efectos adversos a largo plazo de la misma, aplicada a grandes poblaciones.

- La vacuna no ha sido estudiada en la población de niñas a la que está dirigida, lo que ha llevado a una de las investigadoras principales de la vacuna a considerar su aplicación “un gran experimento de salud pública”. Sus palabras se han visto tristemente corroboradas por los recientes casos de dos niñas en Valencia con diagnóstico todavía poco convincente.

- La vacuna, que sólo protege contra 2 de las cepas de alto riesgo de contraer cáncer, ha sido comercializada argumentando que estas son las cepas que producen el 70% de los cánceres de cérvix. Estudios independientes han puesto en entredicho la supuesta prevalencia de estos serotipos en España, haciéndolos responsables de un porcentaje mucho menor de casos de cáncer.

- Las mismas fuentes que promueven esta vacuna han asegurado que en un corto espacio de tiempo se comercializará una vacuna contra todos los serotipos responsables del cáncer de cérvix.

Y a todas estas razones hay que unir el hecho, como recuerda la Associació de Dones, que “también ha sido reiteradamente denunciada, en nuestro país y en otros muchos países del mundo, el tono de la campaña publicitaria, millonaria, de la vacuna, que además de engañosa, ha sido calificada como chantajista y falta de ética por muchas personas y como la campaña del ‘marketing del miedo’ por los periodistas”.

Igualmente, hay que recordar que “la concesión del Premio Nóbel de Medicina al descubridor de la relación entre el VPH y el cáncer de cervix, se vio empañada por las noticias en la prensa, en las cuales de desvelaban las vinculaciones existentes entre dos miembros del jurado encargados del fallo de los premios Nóbel con una multinacional farmacéutica ligada a las vacunas, hecho que comenzó a ser investigado por la Fiscalía sueca. En este caso, son los propulsores de la idea del premio Príncipe de Asturias a los investigadores de la vacuna, quienes manejan grandes presupuestos, los que son financiados y esponsorizados por los mismos laboratorios farmacéuticos que comercializan dicha vacuna”.

Por todos estos motivos, las asociaciones y los profesionales firmantes consideran esta propuesta a los Premios Príncipes de Asturias “una acción más del marketing de la industria que comercializa la vacuna y advertimos que otorgar el premio en estas circunstancias abriría una gran duda en el prestigio y la trayectoria de los premios”.

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