Con la aparición este sábado 20, de una mujer descuartizada a un costado de la carretera que conduce a la Ixtlán de Juárez, en la Sierra Norte de Oaxaca, suman 36 las mujeres asesinadas en esta entidad, según reportes periodísticos.
Sin embargo, el procurador de Justicia del Estado, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, como la titular de la Fiscalía para la Atención de Delitos por violencia de Género en contra de la Mujer, Ileana Hernández Gómez, han declarado en menos de un mes y por separado que en Oaxaca no hay feminicidio.
La fiscal, quien fuera activista pro derechos de las mujeres hasta hace seis años, descartó el feminicidio en una entrevista radiofónica, porque en “primer lugar el Código Penal local no lo tipifica como en el caso de Ciudad Juárez y porque las líneas de investigación no han determinado un hilo conductor que establezca ese tipo de modus operandi de parte de los asesinos de mujeres, por lo que este caso ha sido enlistado en las estadísticas de violencia intrafamiliar”, dijo la funcionaria.
Sin embargo, el procurador de Justicia del Estado, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, como la titular de la Fiscalía para la Atención de Delitos por violencia de Género en contra de la Mujer, Ileana Hernández Gómez, han declarado en menos de un mes y por separado que en Oaxaca no hay feminicidio.
La fiscal, quien fuera activista pro derechos de las mujeres hasta hace seis años, descartó el feminicidio en una entrevista radiofónica, porque en “primer lugar el Código Penal local no lo tipifica como en el caso de Ciudad Juárez y porque las líneas de investigación no han determinado un hilo conductor que establezca ese tipo de modus operandi de parte de los asesinos de mujeres, por lo que este caso ha sido enlistado en las estadísticas de violencia intrafamiliar”, dijo la funcionaria.
Sin embargo, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de Violencia, cuyas disposiciones son de orden público, interés social y observancia general en la República Mexicana, tipifica el feminicidio en el Capítulo V, Artículo 21, y señala que “es la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social y del Estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres”.
La antropóloga Marcela Lagarde explica que el feminicidio es una categoría analítica de la teoría política y consiste en enfrentar el problema como parte de la violencia de género contra las mujeres, se trata de “crímenes de odio contra mujeres”, como lo definen las investigadoras que desarrollaron el concepto Jill Radfrod y Diane Rusell.
En una conferencia dictada por la ex diputada federal y publicada por www.articulosciudaddemujeres.com, todavía hay un conjunto de explicaciones del fenómeno que rayan en la literatura, no en la explicación científica… la gente cree que hay asesinos seriales que matan mujeres, quizá esta es la explicación más extendida, la otra, es que son enfermos mentales.
Las académicas –abunda Lagarde-- hemos ido desmontando los estereotipos de las mujeres asesinadas… porque no corresponde a la realidad. (Por ejemplo en el caso de Ciudad Juárez) hay un 85 por ciento que corresponde a distintas clases sociales, a distintas edades, algunas de ellas no recibieron en ese momento violencia sexual y fueron asesinadas en sus casas por sus parientes.
La ex diputada federal recuerda que son elementos del feminicidio el hecho que las instituciones no garanticen la vida de las mujeres como algo previo o sea que hay un gravísimo problema para la seguridad para la vida de las mujeres, una obligación del estado, y eso es violencia institucional. También hay violencia cuando no tienen respuesta ante sus denuncias… (y) la impunidad en el homicidio de mujeres es otro elemento del feminicidio porque no todos los homicidas son llevados ante la ley.
De acuerdo con las organizaciones sociales que trabajan por los derechos de las mujeres en Oaxaca, negar el feminicidio denota ignorancia de las autoridades locales.
La Procuraduría General de Justicia del Estado señaló que durante 2008 en Oaxaca, 55 mujeres fueron asesinadas, a unos días de concluir el primer semestre de 2009 han ocurrido 36 homicidios de mujeres de todas las edades en la entidad, por lo que se teme que podría superarse la cifra en relación con el año anterior.
Por otra parte, el hallazgo de una mujer descuartizada este sábado revela una escalada de saña en los asesinatos contra mujeres, apuntó Ana María Hernández, directora de Consorcio-Oaxaca, quien lamentó la postura de las autoridades al negar el feminicidio.
Acción contra la Violencia Armada
Desarmar la Violencia Doméstica
En mayo el mundo tuvo conocimiento de un trágico incidente que hoy por hoy es en una noticia bastante común en los diarios y canales de televisión. Enfurecido por un divorcio difícil y la venta de la casa, un hombre de 61 años disparó y dio muerte a su ex-esposa e hijastra y luego se disparó a si mismo. Esta noticia no causó sorpresa por el hecho en sí, sino por el sitio donde ocurrió.
Pocos se habrían imaginado que este asesinato fue el evento final de una historia de violencia armada que ocurrió en Noruega, donde más de 80 mujeres han sido asesinadas por sus compañeros o ex-compañeros desde el año 2000. Aproximadamente un tercio de estos asesinatos fueron cometidos con un arma de fuego.
En todo el mundo es más fácil que a una persona se lo prohíba conducir un auto que poseer un arma. Para muchas mujeres la presencia de un arma en sus casas aumenta el riesgo de tener una muerte violenta o sufrir heridas. Este peligro afecta tanto a los países ricos como a aquellos que tienen conflictos o altos índices de pobreza. Noruega tiene cerca de 1.3 millones de armas legales, amparadas por unos 500.000 permisos; la gran mayoría de los cuales están a nombre de hombres.
El incidente de Noruega nos recuerda que ninguna comunidad es inmune al problema de la violencia doméstica y que el poder de las armas es letal. En Francia y Sudáfrica una de cada tres mujeres es asesinada con un arma de fuego por sus esposos; en Estados Unidos la proporción aumenta a dos de cada tres mujeres. En los tiroteos domésticos casi siempre se usan armas legales; y si hay un arma en el hogar, es tres veces más probable que la mujer sea asesinada por su compañero. Contrario a la creencia popular, un arma doméstica se usa con más frecuencia para intimidar o herir a los miembros de la familia que para protegerlos de un intruso.
Esta semana se celebra la Semana Mundial de Acción contra la Violencia Armada durante la cual se realizan eventos en más de 80 países para despertar mayor conciencia sobre la proliferación y el uso inadecuado de las armas ligeras. Las mujeres en todo el mundo hacen parte de este evento a través de la campaña Desarmar la Violencia Doméstica, coordinada por la Red Mundial de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA). Desarmar la Violencia Doméstica es la primera campaña internacional con el objetivo de proteger a las mujeres de la violencia armada en sus hogares. El propósito es que a las personas con historial de violencia doméstica se les niegue el acceso a las armas o se les revoquen sus permisos de tenencia de armas.
Australia, Canadá, Sudáfrica y Trinidad y Tobago son unos de los pocos países que han armonizado sus leyes sobre tenencia de armas de fuego y violencia doméstica. Mientras la ley de armas de fuego prohíbe que los perpetradores de violencia doméstica posean armas, la ley de violencia doméstica exige que las armas sean confiscadas. Por medio de la campaña Desarmar la Violencia Doméstica los miembros de IANSA están solicitando que esta armonización legal sea replicada en muchos más países. Como mínimo, la policía debería consultar a las esposas y ex-esposas antes de conceder una licencia pues en muchos casos el hombre que asesina a una mujer, la ha amenazado o atacado antes sin que la policía tenga conocimiento de ello.
Este objetivo es ambicioso pero éxitos recientes demuestran que es posible realizar tales cambios. Varios países han reformados sus leyes de armas de fuego en la última década y han visto los beneficios que esto trae, especialmente para las mujeres. En Canadá la notificación a la esposa es ya una norma y cualquier inquietud manifestada por ella es investigada. El gobierno canadiense también creó una línea telefónica gratuita a la cual las esposas pueden llamar y expresar sus preocupaciones sobre un solicitante o reportar un presunto crimen que puede no estar en el registro policial. En Australia y Sudáfrica se confiscan las armas de personas que están bajo una orden de restricción por violencia doméstica.
Estas leyes están marcando una verdadera diferencia en la reducción de muertes violentas. Canadá reformó su ley de armas de fuego en 1995. Para el año 2003 los índices generales de homicidios con armas de fuego habían bajado un 15% y los homicidios de mujeres habían disminuido en un 40%. Australia también cambió sus leyes en 1995 y cinco años después el promedio de asesinatos con armas de fuego era 45% más bajo que antes de la reforma. De igual manera, el mayor efecto fue para las mujeres. Canadá y Australia cambiaron sus leyes hace más de una década y a pesar de los buenos resultados pocos países siguieron su ejemplo. Más mujeres estarían a salvo si otras naciones actuaran en forma similar y tuvieran en cuenta la violencia doméstica en sus leyes.
Muchos de los asesinatos con armas de fuego pueden ser prevenidos si los legisladores y la policía valoran el conocimiento y el instinto de las personas que están cerca de los sujetos armados. La hija del hombre noruego había contactado previamente a la policía y expresado que su padre podría suicidarse con una de sus muchas armas. La policía confiscó dos armas ilegales pero no se esforzó por quitarle una escopeta y cuatro rifles que sí estaban registrados a pesar de que el hombre informó dónde estaban almacenados. Aparente e ilógicamente, se consideró que estas armas no eran peligrosas porque eran legales. Días después las dos mujeres y el hombre estaban muertos.
Todos debemos considerar cómo la violencia armada afecta nuestras vidas y comunidades y pedir a nuestros gobiernos y legisladores que formulen políticas y programas que protejan a las mujeres en sus casas.
*Documento de la Red Mundial de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA).
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