Por años se ha dicho que la pobreza tiene rostro de mujer y, ¿cómo no va a ser así? si las mujeres pobres han heredado a través de siglos una doble exclusión: como pobres y como mujeres. En 40 años de democracia representativa las mujeres venezolanas, sobre todo las de más bajos recursos, han padecido las humillaciones de una sociedad machista y clasista que las excluyó del disfrute de todos sus derechos fundamentales.
Debido a esta irresponsabilidad las féminas han sido madres y padres, han tenido que darle el frente al futuro con hijos en brazos y agarrados de la mano, sin hogar y sin un certificado que les permita obtener un empleo digno. Cargan a sus espaldas una cadena de miseria y necesidades.
Aunado a esto, pesa sobre ellas, lo que la cultura ha hecho creer que le es natural- el trabajo en el hogar-, labor que jamás ha sido reconocida ni mucho menos remunerada pese a que es tan valiosa como cualquier otra faena, siendo de importancia trascendental para el capital, que no lo reconce pero se beneficia de el.
Debido a esta irresponsabilidad las féminas han sido madres y padres, han tenido que darle el frente al futuro con hijos en brazos y agarrados de la mano, sin hogar y sin un certificado que les permita obtener un empleo digno. Cargan a sus espaldas una cadena de miseria y necesidades.
Aunado a esto, pesa sobre ellas, lo que la cultura ha hecho creer que le es natural- el trabajo en el hogar-, labor que jamás ha sido reconocida ni mucho menos remunerada pese a que es tan valiosa como cualquier otra faena, siendo de importancia trascendental para el capital, que no lo reconce pero se beneficia de el.
Y es que la mayoría de las personas no reconocen que muchos hombres tienen éxito en la vida pública, gracias a que en la vida privada está una mujer atendiendo los asuntos domésticos de su familia. ¡El éxito también es de ella!
Consciente de toda esta situación, el Gobierno Bolivariano diseñó la Misión Madres del Barrio “Josefa Joaquina Sánchez”, un proyecto que se suma a los esfuerzos de la revolución en la lucha contra la pobreza y la exclusión, especialmente la del signo femenino.
¿A quién va dirigida esta misión?
Tomando en cuenta que el trabajo del hogar debe ser retribuido, Madres del Barrio “Josefa Joaquina Sánchez” reconoce el valor de las labores que realizan las mujeres en el ámbito doméstico, brindándoles atención integral a aquellas familias en situación de pobreza extrema, a fin de garantizarles acceso a sus derechos fundamentales.
De esta forma, se busca incorporar a la actividad productiva y por tanto al desarrollo del país, a todas aquellas mujeres que desempeñan trabajos del hogar y que tienen personas bajo su dependencia (hijos, padres u otros familiares) cuya familia no perciba ingresos de ningún tipo o ingresos inferiores al costo de la canasta alimentaria.
Fundamentos legales
Según los artículos 75 y 76 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CNRBV), el Estado tiene el deber de proteger a las familias como asociación natural de la sociedad. Por tanto se protege a la madre, el padre o quienes ejerzan la jefatura de la familia. El padre y la madre tienen el derecho de formar, criar, educar, mantener y asistir a sus hijos e hijas.
Asimismo, el artículo 86 de la Carta Magna establece que toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio público de carácter no lucrativo, que garantice los derechos plenos de los ciudadanos en cualquier circunstancia o situación social especial.
Asistencia integral
Madres del Barrio brinda atención integral a las mujeres y sus familias, apoyándose en las Misiones del Gobierno Nacional tanto como en la organización comunitaria: Salud, a través de la Misión Barrio Adentro. Educación, mediante las Misiones Robinson, Ribas y Sucre. Alimentación, por medio de las Casas de Alimentación Popular. Cultura y Recreación, a través de las Misiones Cultura y Barrio Adentro Deportivo. Y atención a la población indígena, gracias a la Misión Guaicaipuro.
Las familias incorporadas a Madres del Barrio reciben una asignación económica a partir de la evaluación de cada caso. Esta asignación obedece a la necesidad de apoyar económicamente a las mujeres y sus familias, mientras se generan las condiciones para que puedan acceder a las actividades productivas y superen el estado de pobreza extrema.
Por lo tanto, en la mayoría de los casos, tal asignación es de carácter transitorio, y el monto variará entre el 60 y el 80% del salario mínimo. La cuota máxima de la asignación económica es de 372 mil 600 bolívares mensuales. El pago se realiza a través del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, IVSS.
Para la identificación, selección y el acompañamiento de las mujeres y familias beneficiadas se incorporó coordinadamente la participación de las comunidades venezolanas, quienes han demostrado su espíritu solidario y su gran capacidad de organización. Por eso, el éxito de esta misión depende en gran medida de las comunidades.
Para realizar estas tareas se conformaron los Comités de Madres del Barrio (CMB), los cuales son instancias organizadas con el objetivo de ejercer la solidaridad directa dentro de la comunidad. Están integrados por mujeres de la comunidad, ya sean beneficiarias o participantes de la Misión Madres del Barrio.
Los Comités tienen entre 20 y 200 miembros. Se encargan del seguimiento y acompañamiento a las beneficiarias de la Misión. Pero además, participan en diversos ámbitos, brindando atención directa, sobre todo a niñas, niños, adolescentes, jóvenes y ancianos. De esta manera, contribuyen a fortalecer los vínculos de relación dentro del barrio, y refuerzan el trabajo de otras instancias comunitarias en torno a derechos fundamentales.
Madres incorporadas a la Misión
En el año 2.006, la Misión Madres del Barrio priorizó la inclusión de madres y familias en situación de pobreza extrema. Se incorporaron cuatro batallones con las siguientes características:
Primer Batallón: madres lanceras incluidas en la Misión Vuelvan Caras, quienes pasan ahora a procesos de inclusión socioproductiva, bajo la coordinación y control directo del Ministerio del Poder Popular para la Economía Popular (Minep). Se incluyó un total de 148 mil 739 madres.
Segundo Batallón: madres incluidas a partir de las proposiciones de agrupaciones comunitarias de base en los primeros 24 municipios, en las 24 entidades federales. Se escogió el municipio donde se concentra la mayor cantidad de hogares en condición de pobreza extrema. Se incluyó un total de 36 mil 925 beneficiarias.
Tercer Batallón: madres en condición de discapacidad o con personas con discapacidad bajo su dependencia, cuyas familias se encuentran en situación de pobreza extrema. Se incluyó un total de cinco mil 589 madres con este perfil.
Cuarto Batallón: madres incluidas a partir de las proposiciones de agrupaciones comunitarias de base en dos municipios adicionales en cada entidad federal. Estos municipios se jerarquizaron de igual modo de acuerdo a la cantidad de hogares en pobreza extrema en la entidad federal, siendo éstos, el segundo y tercero con más cantidad de hogares en pobreza extrema. Se incluyó un total de 47 mil 291 madres.
Asimismo, se adelantó un proceso de organización popular entre las beneficiarias, en cuanto a la conformación de los Comités de Madres del Barrio, quienes constituyen la principal instancia organizativa de la Misión en las comunidades.
Hasta marzo de 2007, se han constituido 2 mil 744 Comités, integrados por unas 83 mil 484 mujeres distribuidas a lo largo y ancho del territorio nacional, y para 2009 se espera incrementar su impacto en las sectores más vulnerables en donde hasta ahira no se ha podido llegar.
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