Defendidas o cuestionadas, las telenovelas gozan de aceptación a nivel planetario, pues son seguidas por millones y millones de personas en latitudes tan divergentes como pueden ser Francia o China, Rusia o Mozambique.
Son muchos los intelectuales de prestigio que han accedido a la telenovela y, entre ellos, recordamos a los brasileños Rubens Fonseca y Jorge Amado, o al mexicano Juan José Arreola. Sin olvidar que el Nobel Gabriel García Márquez ha afirmado: “Yo siempre he querido escribir telenovelas. Es una maravilla. Llega a más personas que un libro (…) Lo que pasa es que tenemos un condicionamiento mental que nos hace pensar que una telenovela es sinónimo cursi y yo no lo creo así…”
DEL UNIVERSO FEMENINO
Por encuestas se conoce que son las mujeres las mayores consumidoras de telenovelas y que los hombres le siguen en preferencia. La autora mexicana Fernanda Villeli, decía: la mujer todavía es víctima y por eso le gustan las telenovelas porque se siente víctima de un sistema, del hombre, de la sociedad, de las costumbres.
Aunque sujeta a los códigos que la definen, las telenovelas han evolucionado y, más allá del consabido triángulo amoroso, transitan por temas de verdadero alcance social.
Nuestra página se acercó a varios artistas para conocer sus criterios acerca de tan interesante tema.
CON ALICIA
Actriz de películas como Código Natural y Cien maneras de acabar con el amor, la española Alicia Martínez también ha participado en varias series como la titulada Yo soy Bea. Autora del poemario Mareas Movedizas, me habla de las telenovelas y su rumbo actual:
“En primera instancia la novela en televisión es un divertimento, pero tengo que reconocer que cada vez más son mejores y, a veces, alcanzan la calidad de una película. Casi siempre actores y actrices son los mismos que actuamos en un medio u otro. Las series, así las llamamos, las aprecian más gente porque lógicamente la TV se ve más al llegar a más hogares. Reconozco que, aunque hay avances, en el fondo aún persiste el problema del machismo.
“Últimamente, en España se está equilibrando la balanza y hay más protagonistas mujeres que no solo sufren por amor, sino que están involucradas en otras cuestiones; y esto para mí, va con el pulso de la sociedad, según avance, habrá más semejanza con la realidad. Los temas cambian, como cambia la vida.
PROTAGONISTA DE CABOCLA
Daniel De Oliveira, interpretó el personaje de Cazuza en el filme sobre el cantante brasileño, lo cual le valió el premio de mejor actor otorgado por la Asociación de Arte y Crítica de Sao Paulo. Ha protagonizado varias telenovelas como Cobras y lagartos y Cabocla, de enorme popularidad. Opina:
“Pienso que la telenovela es un fenómeno de comunicación masivo que despierta enorme interés no solo en mi país, sino en todo el mundo. Son historias fascinantes que la gente sigue día a día, tejidas casi siempre a partir de un triángulo amoroso y muchos conflictos; serán mejores o peores según la calidad del autor, la realización del guión.
Cabocla contó con un escritor excelente como es Benedicto Ruy Barbosa y eso contribuyó a su éxito. A mí, en lo particular me dio cosas muy buenas: popularidad, y el haber conocido a Zuca, quien hoy es mi esposa y con quien tengo un hijo.
Daniel, considera que las telenovelas de O’Globo han invadido las pantallas de todo el mundo. Él no quiere que, por su tipo, lo encansillen en el de galán, prefiere roles que le interesen por su sentido humano y que sean sobre todo un reto en el campo de la interpretación.
DE LARISA
Con más de 25 años de carrera, Larisa Vega es una de nuestras artistas más destacadas. Actriz de los filmes Havana blues, Viva Cuba, Páginas del Diario de Mauricio, y Ciudad en rojo que ha dejado su impronta en telenovelas como Retrato personal, Si me pudieras querer y Oh, La Habana, entre otras, reflexiona:
“La telenovela es muy popular y la razón se debe entre otras cosas a que es uno de los mayores entretenimientos del público; todos de una manera u otra tienen necesidad de verse reflejados con sus problemáticas y conflictos; tal vez sea la de ellos o la de un vecino o un compañero de trabajo…
Se le exige mucho al género que no tiene por qué ser un estudio filosófico de cada uno de los personajes, claro sin caer en la banalidad. A veces, leo críticas desde el análisis minucioso de algún personaje en una forma tan exquisita que no parece que habláramos de telenovelas, sino de una obra literaria.
Lo que sí estoy convencida es de que hay que prestarle más atención al género como tal, ponerle empeño, sacar a la luz nuevos guiones y guionistas con ideas claras y frescas en una Cuba contemporánea, con problemas similares en esencia a los de siempre, pero también con otros, teniendo en cuenta que todo cambia, se reactiva. Las nuevas generaciones tienen sus propios conflictos, que responden a su momento y como tal quieren verse reflejados en la pequeña pantalla.
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