sábado, junio 27, 2009

Alertan sobre violencia contra mujeres en Perú

La violencia contra la mujer es uno de los males sociales en Perú, situación que se replica en la mayoría de los países latinoamericanos, de acuerdo con datos oficiales y de organizaciones no gubernamentales.

Estadísticas policiales indican que cada año se registran unas 41 mil denuncias de violencia contra la mujer, aunque la cifra podría ser mayor, ya que muchas víctimas se abstienen de hablar con las autoridades para evitar la represión por parte de sus agresores.

La organización no gubernamental Flora Tristán indicó en el estudio titulado "Violencia contra la mujer", que éste es un problema social que responde a la permanencia de una cultura con estructuras jerárquicas patriarcales.


En muchas provincias de la sierra y selva peruana e incluso en zonas pobres de Lima, la mujer es vista como un objeto desechable y maltratable, agregó.

La prueba de ello es que las múltiples situaciones y acciones que vulneran los derechos humanos de las mujeres se pueden dar tanto en tiempos de paz como en tiempos de conflicto armado.

Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que 48 por ciento de las mujeres en Lima y el 61 por ciento en la andina región del Cusco reporta haber sufrido violencia física por parte de sus parejas.

Hay otras formas de violencia, como los embarazos y los abortos forzados, o el maltrato a las empleadas domésticas, los cuales son hechos que ocurre en muchas partes de Perú.

De acuerdo con la organizació Flora Tristán, este problema no puede ser asumido de manera aislada como situaciones que se desencadenan únicamente entre determinadas personas, culturas o comunidades.

Lamentablemente, indicó, este problema constituye una grave violación a los derechos humanos, al punto que sobrepasa los niveles económicos y sociales y las creencias religiosas.

Los diarios peruanos constantemente divulgan noticias de mujeres golpeadas, o asesinadas lo que ha generado una especie de alerta entre las feministas.

Flora Tristán planteó la necesidad de abordar el problema conociéndolo en su real magnitud, mediante la elaboración de una base de datos que permita una primera aproximación empírica a la situación.

En el país se registran casi un centenar de homicidios de mujeres al año, así como hechos de violencia sexual, entre ellos la coerción o intimidación psicológica para forzar a otra persona a hacer actos sexuales contra su voluntad, o participar en relaciones sexuales no deseadas.

Simona Roque Quispe, una indígena aymara de la región altiplánica peruana de Puno, confesó a Notimex que tuvo que huir con sus hijos para evitar las golpizas que cada fin de semana le propinaba su marido, Rogelio Urquizo.

"Yo temía que en cualquier momento él nos matara todos, porque siempre me amenazó con ahogarme, junto con mis hijos en el lago Titicaca. El alcohol lo transformaba. Un día decidí venirme a Lima y buscar ayuda en la Iglesia y eso me salvó", recordó.

La mujer que ahora vive lavando ropa o haciendo limpieza en casas limeñas entregó a sus hijos a diversas familias a fin de que pudieran sobrevivir. "Me da tristeza, pero esa es mi realidad", aseveró Roque Quispe.

Aseguró nunca denunció a su marido y prefirió huir antes de que éste cumpliera su promesa de asesinarla.

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