jueves, abril 30, 2009

Nicaragua: Maquilas "alzan vuelo" y, con ellas, el empleo femenino

Por: Sylvia Torres y
Linskat Legall.
SEMlac


La mano de obra femenina será la más golpeada ante la inminente clausura de ocho empresas del régimen de zona franca industrial en Nicaragua.

El cierre de las empresas provocará la desaparición de 8.850 plazas laborales, 75 por ciento ostentadas por obreras, 38 por ciento de las cuales son madres solteras, reveló Sandra Ramos, directora del Movimiento María Elena Cuadra (MEC). A su juicio esta situación podría causar "desempleo masivo en el país".

La dirigente, quien calificó de grave la situación, informó que entre 2008 y lo que va de 2009 han desaparecido unos 20.000 empleos en empresas bajo régimen de zona franca, debido al cierre parcial o total de "marcas" que enfrentan dificultades para operar por falta de contratos.

La industria textilera abarca 30 por ciento de la población ocupada en el sector manufacturero y cerca de la mitad de la mano de obra en ese ramo son mujeres.


En el primer trimestre de este año "volaron" nueve maquiladoras, mientras otras lo harían antes de terminar el año. Entre las empresas que cerraron operaciones están Hansae, que ha despedido a 1.400 personas; Santamaría que dejó fuera a 1.000 trabajadores; y Cone Denim que cesanteó a otros 830.

"Ahora que la empresa cerró, no se cómo vamos a hacer con las necesidades de la casa, porque mi marido es vendedor ambulante. A pesar de todo, tengo fe que me va a contratar alguna", declaró a SEMlac Yarlith Mejía, ex trabajadora de Managua.

Debido a que 90 por ciento de la mano de obra se concentra en la capital, los despidos son mucho más elevados aquí que en el resto de las regiones del país.

Uno de los principales problemas para las trabajadoras es que las empresas se marchan sin cumplir con sus obligaciones laborales. A esto contribuye el Ministerio del Trabajo, al autorizar suspensiones temporales a las empresas, lo cual abre la posibilidad de que sus dueños puedan irse del país sin cumplir con sus obligaciones laborales.

"Si se van y cierran, no podemos hacer nada. Nos pagan en abonos y en los plazos que ellos quieren y no en lo que dice la ley", explica Yahaira Mendoza.

Según datos ofrecidos por Ramos, muchas empresas se han trasladado a otras naciones, "la oferta de mano de obra es más barata en Asia y África. Se van porque se cancelaron o redujeron las órdenes de compra de tiendas en Estados Unidos".

La líder del MEC desestimó las declaraciones de José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, quien atribuyó el cierre de maquilas a la alteración de los costos de operación provocada por aumentos en el salario mínimo hasta en 33 por ciento.

Un total de 121 empresas de origen taiwanés, estadounidense y surcoreano operan en Nicaragua bajo un régimen especial de Zona Franca, en su mayoría en el sector de la confección de ropa y accesorios, cuyas exportaciones están dirigidas principalmente a Estados Unidos.

Pero ese "no es capital que se queda, o genera riqueza al país, esas empresas se llevan las ganancias; esa inversión va afuera, va a dónde hay más ganancia a costo de salarios baratos", criticó María Mendoza, trabajadora del consorcio las Mercedes.

En consecuencia, ahora el mercado laboral explotado es el camboyano, donde los salarios oscilan entre los 60 y 70 dólares mensuales y los niños menores de 14 años tienen cédula para trabajar, los cuales en su gran mayoría son mujeres.

Entre los nuevos inversionistas que inician operaciones en Nicaragua, está un consorcio mexicano de confección, que promete abrir unas 3.000 plazas de trabajo, con planes de ampliarlas a 9.600.

Ramos advirtió que "este país tiene grandes retos en el tema económico, no sólo con el cumplimiento de los derechos laborales, sino también en la creación de condiciones adecuadas para el atractivo del inversionista y para la formación de mano de obra calificada".

"En Nicaragua, el clima político, durante los últimos 20 años, no ha permitido que empresas de capitales más sólidos y estables hayan querido invertir", insistió.


Remedio peor que la enfermedad


El Movimiento María Elena Cuadra exige al gobierno la generación de empleos con política de género. "El gobierno se debe esforzar por las mujeres trabajadoras, que se califique a las jóvenes que están entrando a trabajar en la maquila y así, cuando la crisis pase, Nicaragua se encuentre calificada para una mejor inversión en la maquila".

"Aunque las zonas francas generan empleo, no siempre se respetan los derechos laborales o la igualdad de oportunidades", asegura Sandra Ramos. A pesar de ser una industria relativamente joven en el país, la maquila es una de las áreas donde hay más denuncias de violaciones de derechos laborales y humanos, agregó.

Una práctica habitual dentro de la maquila es el despido de trabajadoras veteranas y la contratación de jóvenes.

La nueva inversión en el país no está generando la cantidad de empleo que se requiere para solventar el despido masivo que ha sido de 27.000 en los últimos tres años y el cierre de 29 empresas que funcionaban en el territorio nicaragüense.

Mucha de esta nueva inversión generará empleo de poca calidad como es el caso del empaque de ropa de segunda mano, lavado, planchado y teñido de ropa o el lavado de telas. A juicio de Sandra Ramos, "el remedio va a ser peor que la enfermedad".

En su propuesta al gobierno, Ramos remarcó que "Nicaragua necesita un gran esfuerzo en la reconstrucción política, social y económica, con el fin de superar las dificultades asociadas con la mala práctica laboral dentro de la zona franca, mejorar el uso sostenible de recursos, igualdad de oportunidades y el desarrollo social de los trabajadores de la maquila".

A nivel Centroamericano, los empleos generados por la industria textilera en el 2008 fue de 411.502 empleos directos. Al cierre del mismo año, los desempleados de esa industria alcanzaron los 51.538 trabajadores, una disminución del empleo en términos porcentuales de 13,5 por ciento.

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