Para Nelly Contreras, luchadora permanente y de vida.
A Lydda Franco Farías, siempre
A Digna Ochoa Asesinada en México por defender la dignidad y los derechos humanos.
A Lila por hacerle un homenaje a Digna y develar el gato encerrado.
A Lydda Franco Farías, siempre
A Digna Ochoa Asesinada en México por defender la dignidad y los derechos humanos.
A Lila por hacerle un homenaje a Digna y develar el gato encerrado.
Día Internacional de la Mujer. En el sentido de pertenencia de una voz colectiva común, nombró la mujer sin el chovinismo propio de los días escogidos para celebrar la madre, la mujer y todo aquel reducto de subjetividad impuesto por el sistema capitalista, y sus esquemas de reproducción materializados en el consumismo perverso, el cual ha implantado una cultura del comercio a través de sus carteles mediáticos y publicitarios en el día de compras superficial.
Saludos con un verso de Lydda: “que nadie venga a querer agarrarme desprevenida / a querer aprovecharse de mi simpleza / (…) que no venga nadie a farfullar mentiras / (…) a ponerle música de cámara al despecho / a decidir por mí.”
Dejando salvadas las distancias celebradoras y haciendo la aclaratoria, que el día que se conmemora internacionalmente a la mujer no es para ir de shopping o comer fuera de casa como recompensa a la hembra sumisa ante su castigador, llámese Estado, Familia o Sociedad; al decir de la manifestación callejera de las mujeres en Polonia: “más derechos, menos flores”, (2000), se abre el derecho de palabra.
El Día Internacional de la Mujer se consolidó a partir de la lucha cuesta arriba de las mujeres obreras del mundo, teniendo como referentes la mujer obrera de la Revolución Industrial y las mujeres que a propósito de la Revolución Francesa, marcharon a Versalles para exigir el sufragio según la consigna de Libertad, Igualdad y Fraternidad, este atrevimiento y episodio, le costó la vida en la guillotina a la lideresa, Olympes de Gouges. En el siglo XIX la marcha del Sindicato de mujeres costureras de Nueva York, (1857) y la huelga de las planchadoras de cuello, (1867) sentó el precedente de los sindicatos de las trabajadoras. La guerra entró con el siglo XX, y en Rusia la movilización de las mujeres a manifestar en San Petersburgo, por pan y regreso de sus hombres de la guerra, detonó en un estallido social, antesala a la Revolución de Octubre (1917).
Surge históricamente, el Día de la Mujer a partir de los movimientos y organizaciones en la defensa de los derechos laborales, la jornada y salario justo, la manifestación contra la guerra y la exigencia del sufragio femenino. En las revoluciones históricas, la mujer es protagonista y la sociedad ha querido velar y subordinar su esfuerzo dando privilegio a la estructura de discriminación, descalificando sistemáticamente a la mujer, sus quehaceres (que no son precisamente los domésticos), su voz, su ímpetu, su pensamiento y su derecho a disentir. La lucha de las pioneras y protagonistas de los acontecimientos de la cultura occidental, se hace extensivo a las mujeres del mundo, orientales, árabes, a las heroínas de la revolución china y vietnamita, las mujeres de Afganistán, Irka, las palestinas, las judías, las hindúes, las mujeres de los pueblos indígenas.
Desde la antigua Grecia en Aristófanes, vemos la representación de la huelga sexual de las mujeres promovida por Lisistrata para poner fin a la guerra: “permaneceré intocable en mi casa / con mi sutil seda / no me entregaré, /no me entregaré, / seré tan fría como el hielo/ y no le moveré”. Esta guerra inútil en el sentir de las atenienses, la vivirían paradójicamente, en carne propia las mujeres estadounidenses quienes en la Segunda Guerra Mundial tomaron la fábrica, el astillero y todos los puestos de trabajo dejados por los marines que se enrolaron a la guerra.
We can do It, fue el grito que unió a las rositas a transferir la técnica del tejido punto de cruz, al punto de acero, ensamblaje de piezas de buques y soldaduras; y fue sólo después de 55 años que la administración de la Casa Blanca, (2000) levantó un monumento en el Parque Nacional, en homenaje a estas valientes emprendedoras, a pesar que millones de ellas, perdieron la vida en accidentes de trabajo, sufrieron mutilaciones e invalidez.
Para estas mujeres no hubo honores al mérito, ni medallas, sin embargo, algo cambió en la mente de estas guerreras que sirvió de germen para las futuras generaciones de los movimientos sociales: la libertad y la independencia, jamás volverían igual al bridge del club, descubrieron que podían utilizar la mente en otras cosas más útiles.
En Latinoamérica la voz de la mujer aguerrida, como la de nuestra Muelita, evidencia la estoica actitud que ha permanecido en el frente de batalla ante el atropello, la persecución, la difamación, las matanzas, la vejación y los abusos de poder, a los cuales fue sometida la mujer desde la esclavitud del amo, pater familia, transferida al servilismo del patrono y el marido, entrampadas en las dictaduras de un estatus social disimulado por la ley del corsé que corrige con disfrute y goce del cuerpo social, dentro del cerco jurídico de la violencia y la represión de los gobiernos fascistas planificados por el Imperio desde el rio del Norte hasta la Patagonia.
Los frentes de mujeres mexicanas desde la revolución de 1910 no han tenido desmayo en sus luchas, las guerrilleras, los movimientos de mujeres en Chiapas, las mujeres Salvadoreñas, las hermanas Mirabal asesinadas brutalmente por la dictadura de Trujillo en República Dominicana, La mariposa, símbolo de la condición femenina en el continente latinoamericano contra los gobiernos fascistas, mujeres unidas en el dolor, la sangre nuestramericana con las mujeres de la Plaza de Mayo en Argentina, El Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena: ”No más porque somos más”, El Frente de Mujeres de la Casa Paulista en Brasil, El Colectivo mujeres Pazcíficas de Cali, entre otros movimientos en América Latina.
El proceso emancipatorio de la mujer latinoamericana se encuentran en la Meditación en el umbral que nos legó la poeta Rosario Castellano: “No es la solución tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoi / ni apurar el arsénico de Madame Bovary / (…) No concluir las leyes geométricas, contando / las vigas de la celda de castigo como lo hizo Sor Juan Inés / (…) no es la solución (…) / encerrarse con la Biblia de los Dickinson /debajo de una almohada de soltera/ Debe haber otro modo que no se llame Safo / ni Mesalina ni María Egipciaca / ni Magdalena ni Clemencia Isaura. / Otro modo de ser humano y Libre. / Otro modo de ser”.
En Venezuela la lucha ha sido sostenida desde los Centros de Estudios de la Mujer, las asociaciones y diferentes áreas de Investigación social, de formación y estudios de la mujer que se promueven en las universidades públicas. Insoslayable, los movimientos sociales de mujeres impulsados en Venezuela por las heroínas populares, la negra Hipólita, Apakuana, piache de la tribu Mariche, el espíritu de María Lionza que vive en el Sorte de Yaracuy, Juana Ramírez, La avanzadora, guerrera independentista que luchó contra los realistas españoles, Eumelia Hernández, Carmen Clemente, primera mujer reportera egresada de la UVC, y la guerrillera, maestra y mujer negra Argelia Laya que promovió los derechos humanos y de la mujer desde diferentes frentes de batalla.
El Movimiento de mujeres venezolanas impulsado por Argelia Laya, convocó a La Organización de la Unión Nacional de Mujeres y el Comité Femenino de la Junta Patriótica (1958), La Unión Nacional de Mujeres, así como también La Legión de Mujeres Nacionalistas (1960) y El I Congreso de Mujeres Venezolanas, (1980). Argelia Laya fue impulsadora del Instituto de Estudios Transculturales de la Mujer Negra y del Programa de Salud Integral de la Mujer desde la Perspectiva de Género, Miembra de la Delegación a la Conferencia de la ONU sobre Evaluación del Decenio de la Mujer Nairobi-Kenya (1985)
Hoy en homenaje a su trascendencia en la luchas políticas, INAMUJER, bautizó con su nombre uno de los salones de reunión del Instituto Nacional de la Mujer.
La organización de mujeres en Venezuela ha crecido y dignificado en cuanto a las políticas de Estado y de inclusión y paridad política promovida por nuestro Comandante en Jefe, declarado feminista, Hugo Rafael Chávez Frías, aliado indiscutible de las luchas de las mujeres venezolanas. Desde los Consejos Comunales y las organizaciones sociales la mujer venezolana se ha empoderado y reconocimiento como ser social y de participación política.
El Ministerio de Estado para Asuntos de la Mujer fue creado en la revolución bolivariana y lo preside la luchadora, camarada, María León. El Ministerio tiene la responsabilidad de llevar adelante las políticas de estado de inclusión a través de INAMUJER Y BANMUJER junto a la la Misión Social Madres del Barrio “Josefa Joaquina Sánchez”, el desarrollo de programas y proyectos que garanticen los derechos económicos, sociales, culturales y políticos.
Así como la protección y situación de la mujer en la participación pública y social amparada en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las mujeres a una vida libre de violencia:
Artículo 1° “Garantizar y promover el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, creando condiciones para prevenir, atender, sancionar, erradicar la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos (…) para favorecer la construcción de una sociedad democrática, participativa, paritaria y protagónica”.
Es importante señalar, que el enfoque de género no es un sexismo, ni un cliché feminista, es un derecho a la inclusión social y la paridad de género que la mujer debe defender, y no un capricho como suele verse o hacerse ver, el enfoque de género es la guinda que pone la diferencia y un paso adelante hacia la emancipación cultural. Género, sexo y enfoque o perspectiva son cosas totalmente distintas, pues el sexo es la condición biológica que determina hembras y varones, el género se define como los roles que la cultura dominante establece en los oficios y roles para los varones y para las hembras.
Los modos culturales asignan responsabilidades, características, colores, oficios, costumbres, maneras, gestos, distintos a los hombres y a las mujeres. La sociedad determina en su legislación, los modos de producción y la manera de acceder a los recursos materiales: tierras, créditos, cargos públicos, poder político, toma de decisiones en la división del trabajo doméstico y el trabajo fuera de casa, así sucesivamente en las instancias laborales de oportunidad, de profesión y estudios.
El enfoque de género se sustenta en la búsqueda de la equidad y paridad social entre hombres y mujeres, la igualdad y perspectiva de género no está definida por el sexo, sino por las condiciones sociales y las leyes desiguales en tanto a la participación y la toma de decisiones, íntimamente relaciona con los sistemas que reproducen la misoginia, el sexismo, la discriminación, la mujer como símbolo sexual del mercado.
Todavía la resistencia a expresarnos en el lenguaje de género desde el idioma, el habla, la escritura, se hace cuesta arriba por el colonialismo al cual hemos estado sometidos y sometidas los hombres y las mujeres.
Recordemos, que desde el lenguaje, el enfoque de género lo determina a cada femenino su masculino, según lo admita la lengua, en este caso el castellano. Para las palabras de género neutro el género lo define el artículo, lo, la, para el singular; los, las, para el plural. Algunos ejemplos: los y las estudiantes, los y las jóvenes, los y las participantes, el líder, la lideresa, el alcalde, la alcaldesa, la ingeniera, el ingeniero, la ministra, el ministro, el obrero, la obrera, el maestro, la maestra.
8 de marzo de 2009. Saludos a todas las Mujeres de Venezuela y sus organizaciones, a las mujeres de la Red Nacional de Escritoras de Venezuela. A La Casa de la Mujer en Maracaibo en la calle Carabobo, a las herederas de Ana María Campos y María Calcaño: Nelly, Carmen Simona y Beatriz, a Yennifer y Jennedy, a Daysi Margarita, a mis congéneres maracuchas, Saludos con un verso de Lydda: “que nadie venga a querer agarrarme desprevenida / a querer aprovecharse de mi simpleza / (…) que no venga nadie a farfullar mentiras / (…) a ponerle música de cámara al despecho / a decidir por mí.”
A las mujeres revolucionarias de la Universidad Bolivariana de Venezuela, a nuestras autoridades y el equipo directivo de mujeres que enrumban los principios éticos, políticos y filosóficos de la Casa de los Saberes, en la construcción de la Universidad que queremos, la Universidad del pueblo venezolano, la Universidad Socialista; al colectivo de mujeres UBVXXI, vanguardia en el debate nacional en la batalla de las ideas, a nuestra trabajadoras obreras, administrativas y mujeres de la reserva militar UBV, a las compañeras de la Cátedra Bolívar-Martí, luchadoras y promotoras del pensamiento de Nuestra América, a las mujeres del Comando Frente Universitario por el Si, a las mujeres de nuestra cooperativa de alimentación y a todas las mujeres del Frente Nacional Mujeres con Chávez, Saludo solidario… y Revolucionario.
* Escritora
Cátedra Bolívar-Martí
Universidad Bolivariana de Venezuela
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