Con la ratificación de la compañera Yolanda Ferrer como secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, la permanencia imborrable en la memoria de Vilma Espín como eterna Presidenta de la organización femenina y la presencia e intervención del General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, concluyó en la Ciudad de La Habana el VIII Congreso de las mujeres cubanas. Asistieron José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, que estuvo a cargo de las palabras de clausura; Esteban Lazo Hernández, vicepresidente del Consejo de Estado, entre otras personalidades del Partido, el Gobierno y de otras instituciones oficiales.
En la gala cultural previa a las palabras de clausura, la presencia femenina, no como ocasional homenaje sino como muestra de los frutos de años de sostenido trabajo en la educación artística, tuvo un vital protagonismo.
Textos de Vilma Espín sobre la Federación de Mujeres Cubanas y dedicados al Comandante en Jefe Fidel Castro en la apasionada voz de varias declamadoras; el sonido de obras tradicionales de la mejor cancionística nacional en un coro femenino, Ensemble Vocal Luna; el lenguaje de la danza para describir el desarrollo y las luchas de la mujer cubana, son algunos de los tópicos que se pudieron apreciar en la conclusión del magno evento. De las piezas escuchadas, vale destacar La bella cubana, de José White, interpretada por los estudiantes de la Escuela Nacional de Música, o esa suerte de himno del orgullo femenino y de la patria que es Por eso yo soy cubana, en la inigualable voz de Omara Portuondo, acompañada de una sección de la orquesta femenina Anacaona.
Otra noticia estuvo en el anuncio de los resultados de la votación que eligió al nuevo Comité Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas, por parte de la compañera Briseida Quintero Jiménez, presidenta de la Comisión de Mandato. Con la validez de todas las boletas, se eligieron todas las compañeras propuestas en la candidatura, al obtener un muy alto por ciento (se requiere más del 50) de los votos necesarios. En una intervención rápida, improvisada, Raúl elogió la plural composición de las edades de las integrantes del Comité.
Ahora, hay que luchar más, para que se haga realidad la aspiración de Fidel de que ustedes ocupen los lugares que les corresponden en la vida económica, política y social del país, expresó el Presidente cubano. Es una vergüenza que con 50 años de Revolución, todavía la mujer aparezca en sólo unas cuantas dirigentes en los diferentes sectores, subrayó Raúl, en tanto anunciaba que las palabras de clausura corresponderían al compañero José Ramón Machado Ventura.
El Presidente cubano reclamó una presencia femenina dirigente en mayores cifras, en todas las esferas y niveles. Yo soy de los que digo que las mujeres son más maduras que los hombres, en las primeras edades y después igual, destacó Raúl. Saben administrar más que los hombres; cuando ejercen esas funciones son más firmes. Eso de que los hombres no obedecen a las mujeres no es más que un cuento de caminos, subrayó y agregó el esperado mensaje que cosechó cerrados aplausos: Las felicito a todas, en nombre de Fidel y en nombre del Partido.
Eliaena Hernández Martínez, la más joven integrante del Comité Nacional de la FMC, presentó al Secretariado Nacional que resultó elegido en las votaciones después de estos dos días de intenso trabajo. En ovacionada noticia, resultó ratificada en su cargo la compañera Yolanda Ferrer Gómez, como secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas y como segunda secretaria fue promovida la compañera Arelys Santana. Otras ratificaciones y promociones dentro del Secretariado se anunciaron además en la sesión final del Congreso.
La compañera Yolanda Ferrer, secretaria general de la FMC, tuvo a su cargo la lectura de la Declaración Final del VIII Congreso de la organización femenina cubana. Destacan entre los criterios de esta Declaración, la reafirmación y orgullo de las cubanas de vivir bajo la égida de una Revolución y ser parte activa de su proceso y de su historia, además del respeto y satisfacción de haber estado presentes en el tiempo de Fidel Castro. Cuente con nosotras, Comandante, sus Marianas de siempre estamos prestas a vencer, subrayó la dirigente en breve mensaje a Fidel incluido en el texto.
No ignoramos las dificultades, ni vivimos a sus espaldas pero no las tememos: Seguiremos trabajando para que nuestra obra se perfeccione y crezca, destacó Ferrer en otro momento de su intervención. Tenemos el inmenso orgullo de vivir de pie, enfrentando un enemigo poderoso, expresó Yolanda y agregó: Una mujer nueva se revela en toda su potencialidad, tal como han demostrado estos años y este Congreso. La Secretaria General reafirmó en sus palabras el compromiso y espíritu de lucha de las mujeres cubanas.
Poco antes de poner el punto final a las sesiones de trabajo, se entregaron los estímulos a las provincias vanguardias en el trabajo de la FMC. Estas fueron las provincias de La Habana, Granma, Matanzas y Sancti Spíritus, que recibieron sus reconocimientos de manos del Presidente Raúl Castro. Asimismo se hizo entrega por parte de la FMC de varios reconocimientos especiales. Un álbum con los momentos más significativos de este Congreso, además de una escultura en cera, fueron entregados a Fidel por ser el principal impulsor de la igualdad de derechos y posibilidades de las mujeres en Cuba, según expresa el reconocimiento. A Raúl, un defensor entusiasta y conciente de las luchas de la mujer, se le hizo entrega de una pintura y de un álbum con los momentos más destacados del Congreso. También fue reconocido el compañero José Ramón Machado Ventura, por ser un permanente y atento interlocutor de las aspiraciones, logros y retos de la FMC.
José Ramón Machado Ventura inició sus palabras del discurso de clausura, con una felicitación a las mujeres por su Día Internacional, por el trabajo realizado y por todo este Congreso. Hay dos presencias permanentes y especiales, Fidel y Vilma, expresó el dirigente y destacó: No han estado físicamente, como estuvieron en cada momento culminante de la FMC; pero en las palabras de cada una de ustedes se manifiestan sus enseñanzas y orientaciones de todos estos años.
El Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, enfatizó que no obstante haberse avanzado considerablemente, todavía no hay correspondencia entre la preparación, aptitud y actitud de las mujeres en todos los terrenos, con su presencia en cargos importantes del Gobierno y del Partido. Es algo en lo que hay que seguir trabajando, sin caer en esquematismos de cifras y por cientos, alertó Machado Ventura.
El dirigente llamó a reforzar el trabajo de la base de la organización femenina además de señalar que se precisa de cambios en el modo de convocatoria y del lenguaje, desde la base hasta las más altas instancias, así como en el resto de las actividades que desarrolla la Federación.
El trabajo complejo, tenaz y permanente en la base, sólo es visible después de muchos años de esfuerzo, expresó Machado Ventura en otra parte de su intervención. Pero esos trabajos son precisamente los más sólidos y valiosos; a esos trabajos hay que dedicar la mayor parte de la inteligencia y energía de los cuadros, sin dejarse atrapar por los oropeles de los grandes logros, siempre más a la vista, subrayó. Trasladar la visión y la dedicación hacia las comunidades, fue uno de los llamados del texto. El dirigente recordó varias palabras de Raúl convocando a escuchar más, a analizar más los criterios de la población y a reconocer los errores propios o criticar cuando fuera necesario; pero siempre desde la postura de escuchar más, aunque a veces no nos guste lo que nos dicen, subrayó, citando las palabras del Presidente cubano.
Hay que sentirse insatisfechos, expresó, pues los hombres todavía no participan de las jornadas laborales en el hogar, en mayoría o sólo con “ayudas” entre comillas, destacó y llamó a educar más en ese sentido y a compartir en esos ámbitos. También en su intervención resaltó los deberes y modos de trabajo de los cuadros de niveles de dirección nacional o intermedia; es preciso hacerse entender, comunicarse con la base, enfatizó y criticó el reunionismo, que no es un problema sólo presente en la FMC sino en otras organizaciones de masas, y agregó que ese método deja pocos dividendos y agobia a las compañeras.
Este Congreso, destacó Machado Ventura, es un resumen de cómo fortalecer la organización y del espíritu de trabajo que debe primar en nuestras federadas. Felicito a Yolanda, al Comité Nacional y al Secretariado, apuntó, e hizo extensiva y especial la felicitación a las delegadas, que han sabido expresar los sentimientos y criterios de las mujeres a las que representan. La dirección del Partido y el Gobierno reconoce y aprecia el trabajo de la FMC y en especial el trabajo y la actitud de esas mujeres que en 50 años han sido ejemplo de fidelidad y de abnegación, subrayó.
En el Período Especial, la mujer tuvo una participación y una relevancia insoslayable, recordó el dirigente y destacó la dura misión de ser el pilar en los actos de vestir y de alimentar a la familia cubana, célula principal de nuestra sociedad. Es doble el mérito de las mujeres, resaltó Machado Ventura, porque asumieron ese gran reto en silencio; como algo natural y con absoluta dignidad y sin renunciar al derecho conquistado de ser personas socialmente activas, en todos los frentes. Las cubanas, gracias a su abnegación y responsabilidad, a su esfuerzo heroico, han sido ejemplo y apoyo en estos momentos difíciles, expresó y recalcó que esa dedicación las hacía merecedoras del respeto y reconocimiento de todo nuestro pueblo. Ese es el fruto de la Revolución; el fruto de lo que ha hecho la Revolución Cubana por el desarrollo y participación de la mujer en todos los campos, afirmó.
Recordando el ejemplo, la larga vida de luchas y las características de Vilma Espín, Machado Ventura destacó: El mejor homenaje de las jóvenes de hoy es ser consecuentes con su legado. Esa es la garantía de que la Federación de Mujeres Cubanas será siempre la potente fuerza revolucionaria que fundaron Fidel y Vilma en 1960, concluyó el dirigente y una cerrada ovación fue la mejor reafirmación de las delegadas.
La promesa de Raúl antes de la despedida: Nos vemos pronto, aunque no haya Congreso, dijo; y las delegadas coreando a una sola voz en femenino el nombre de Fidel Castro Ruz, en las estrofas finales de un inolvidable poema de Jesús Orta Ruíz, el Indio Naborí, fueron el mejor telón para este cónclave. Por lo pronto, como digna y consecuente apertura para hacer valer todo lo dicho en este evento, toca entonces regresar de nuevo al trabajo.
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