Al concluir el VIII Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, celebrado los días 7 y 8 de marzo de 2009, año en que conmemoramos el Aniversario 50 del Triunfo de nuestra Revolución, las 958 Delegadas asistentes, en representación de los más de 4 millones doscientas mil federadas de todo el país.
DECLARAMOS
* El orgullo de vivir esta etapa que se inició el primero de enero de 1959 y que ha sido inmensamente rica y gratificante para todas las cubanas. En estos 50 años, con tesón, con firmeza, con el mismo orgullo de las palmas, hemos crecido como seres humanos, una de las esencias de nuestro justo sistema y hemos alcanzado cada vez un lugar mas avanzado en la sociedad. . .
* La satisfacción de compartir el tiempo de Fidel, su magisterio, y su obra, su especial capacidad para avizorar el horizonte. Su confianza ilimitada en las mujeres, nos hace refrendar el compromiso de no defraudarlo jamás. Tenemos infinidad de lecciones de decoro, dignidad y sencillez, que alimentan la voluntad de continuar la lucha hasta conquistar toda la justicia, y que nos permiten repetir, como en cada batalla estos 50 años, ¡Cuente con nosotras, Comandante, sus Marianas de siempre estamos prestas a vencer!
DECLARAMOS
* El privilegio que ha sido y será siempre el ejemplo de Vilma, la inspiración que representan su sensibilidad y su arrojo, para luchar y construir. A través de su saber y su ternura descubrimos cuan complejos y a la vez hermosos son los caminos de la igualdad plena entre mujeres y hombres. Su amor y respeto por el Comandante en Jefe, su confianza infinita en la capacidad de resistir, crear y triunfar de las mujeres, nos hacen reafirmar que será siempre nuestro paradigma.
* El compromiso de sembrar en las nuevas generaciones de mujeres, el amor y el respeto por la cubanía, por el espíritu digno y rebelde que abrazó nuestro pueblo desde la manigua redentora, la admiración por cada heroína, por cada héroe. Tenemos el deber de alimentar el presente con la sabia de la historia, de recibir el nuevo ímpetu de las revolucionarias nacidas al fragor de esta era y de crear juntas, las mujeres de todas las generaciones, una patria para el bien de todos.
DECLARAMOS
Que no ignoramos las dificultades, que no vivimos a sus espaldas, pero no las tememos. Continuaremos trabajando día a día para que la obra gigante de la Revolución se perfeccione y crezca.
Jamás nos dejaremos arrebatar esta Revolución cubanísima, que nos permite sentir el inmenso orgullo de vivir de pie, sin temor, enfrentando un enemigo poderoso. Contamos con la solidaridad, la admiración y cariño de millones de amigos y amigas en todo el planeta.
Una mujer nueva se revela hoy en toda su potencialidad. La voz y poder colectivo de las cubanas, como predijo Fidel, devinieron fuerza decisiva para la Revolución.
En las manos de todas las dirigentes de la Federación de Mujeres Cubanas, en cada federada que se crezca, que se eleve con voluntad frente a los enemigos y las adversidades, esta una victoria de nuestra patria.
Nuestra Declaración es un compromiso para hacer, es una reafirmación definitiva de que las mujeres nunca declinaremos las banderas. Defenderemos a cualquier precio esta Revolución Socialista que nos desató las alas y de la que nos sentimos plenamente orgullosas.
Arribaremos al VI Congreso del Partido Comunista de Cuba y al aniversario 50 de la Federación con una organización más fuerte y combativa.
Tenemos las potencialidades, tenemos el compromiso revolucionario y la capacidad movilizativa necesarias para continuar la lucha junto a nuestro Partido, junto a Raúl. Ratificamos sus palabras al asegurar que ¡Jamás regresará el dolor al corazón de las madres ni la vergüenza al alma de cada cubano honesto!
¡Viva la Revolución Cubana!
¡Vivan Fidel y Raúl!
¡Viva Vilma!
¡Patria o Muerte, Venceremos!
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