El 08 de marzo de 2008, en el día Internacional de la Mujer, el Presidente de la República, Hugo Chávez, anunció la voluntad de elevar al Panteón Nacional a las heroínas Apacuana, Juana Ramírez “La Avanzadora”, a Hipólita y Matea Bolívar para “rendir un homenaje a quienes desafiaron el machismo con su valentía e intelecto para dejar una herencia histórica a los hombres y mujeres de este país”, según la Presidenta de Inamujer, María León.
Jefa Apacuana. Su presencia se remonta a los años 1550 - 1577. De la familia Caribe, etnia de los Mariches. Habitaba en los hoy conocidos Valles del Tuy. Como piache, convenció a su pueblo de alzarse contra el invasor Francisco Infante. Luego de una hábil estrategia para aprovisionarse de armas, lidera el exitoso ataque contra los españoles. Estos regresan repetidas veces a enfrentar a los aguerridos indígenas. El español Garci García, provisto de un gran grupo de hombres armados con arcabuces, en sorpresiva acción captura a la brava Apacuana. La valiente mujer es humillada, vejada y finalmente ahorcada. Su cadáver fue colgado a la orilla del camino para atemorizar al resto de los indígenas rebeldes. El nombre de la población de Cúa es un homenaje popular a esta valiente mártir de la libertad y a su pueblo que prefirió desaparecer antes que ser dominado. El pintor y dramaturgo César Rengifo, en su obra Apacuana y Guaricurián, pone en boca de la Jefa Indígena palabras “¡Ve a decirles que yo acepto mandar en esta hora a nuestra gente y que habré de guerrear hasta el momento que salga el invasor de nuestra tierra!”
Juana Ramírez “La Avanzadora”. Nació en Chaguaramas, Guárico en 1790, hija de una esclavizada de nombre Guadalupe Ramírez y de un blanco criollo. Vivió en Maturín, donde se identificaría con la causa patriótica. Se integró a la “batería de mujeres” patriotas, que comandaría y participó en varias refriegas al lado de independentistas como Manuel Piar. La batalla por la pasó a la historia y adquirió el glorioso apodo de “La Avanzadora” fue la de “Altos de los Godos”, el 25 de mayo de 1813. Ese día con las aguerridas mujeres de Maturín derrotó al realista Domingo Monteverde. Luego de la independencia se muda a la aldea de Guacharaca (hoy San Vicente). Allí muere en 1856. Juana y sus guerreras, dan fe del heroísmo de la mujer venezolana en la independencia, al punto de tomar las armas para la defensa de la Nación.
Hipólita Bolívar. Nacida en San Mateo, Aragua alrededor de 1750. Casada con Mateo Bolívar, del cual tuvo dos hijos, uno de los cuales peleó como en el Ejército Libertador. Fue traída a Caracas para amamantar al pequeño Simón. Además de ello, poseía las destrezas para compartir con los señores de la casa, habilidad en los quehaceres domestico, cocina, fuerte, de buena apariencia y experta jinete. Tenía a su cargo la supervisión de los niños Bolívar. Hipólita acompañó a Simón en sus trances y éxitos. De ella hace mención expresa el Libertador en cartas donde la califica de “Padre y de Madre”. De acuerdo con las costumbres de la guerra, tanto Matea como Hipólita realizaron funciones de enfermería y cocina al servicio del Ejército Libertador. Hipólita muere el 27 de junio de 1835 en Caracas. En 1973, en su memoria se coloca una placa conmemorativa en la cripta de los Bolívar al lado de los restos de Matea Bolívar. Su nombre honra diversas instituciones de Venezuela, entre ellas la importante Misión Negra Hipólita.
Matea Bolívar: nació el 21 de septiembre de 1763 en San José de Tiznados, Guárico. Como cuenta ella misma era la niñera encargada de acompañarlo en los juegos, cuidados básicos, enseñanzas y habilidades típicas de la niñez, como cantar, contar, correr, por lo que puede considerar como la primera maestra informal del niño Simón. Acompañó al Libertador en diversos momentos de su vida, como la muerte de sus padres, de su esposa y en batallas como la de San Mateo. Va con María Antonia Bolívar en el exilio a Curazao y Cuba. Estuvo presente en el traslado de los restos del Libertador desde Colombia, acompañando a los familiares del Padre de la Patria y a las autoridades de la Nación. Igualmente en el traslado de los restos mortales del Libertador al Panteón Nacional. Murió en Caracas en 1883. El Presidente Joaquín Crespo, decreta honores en su honor. Sus restos son trasladados en 1975 a la Catedral de Caracas. A ella y a Hipólita se les relacionan directamente con la lúcida niñez de Simoncito, en quien sembraron ideas libertarias y de igualdad. En 2003, el antes buque Pilin León, símbolo del paro golpista petrolero, es rebautizado como Negra Matea.
Estas cuatros damas representan las virtudes y valores de la mujer venezolana, la lucha por la libertad, contra la opresión; la educación de los hijos propios y ajenos. Son mujeres que conjugan el aporte indígena, africano, mestizo a la conformación de la identidad nacional. La venezolanas y venezolanos esperamos pronto ver sus nombres en el Panteón Nacional. VOY QUE CORTO
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