martes, marzo 31, 2009

Ana María Goetschel: El feminismo no solo es cosa de las mujeres

Ana María Goetschel: Su trayectoria, Coordinadora del Programa de Estudios de Género y Desarrollo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Ha investigado sobre feminismo.Su punto de vista. Cree que se debe incorporar el tema de género en la cultura, en la economía, en la salud y en la historia.

¿Por qué los hombres y hasta las mujeres reaccionan mal ante la palabra feminismo?
Creo que obedece a un estereotipo y, en cierta manera, a un prejuicio. Desde el sentido común se lo asocia con el feminismo radical que no toma en cuenta a los hombres. Pero si lo vemos históricamente, es todo pensamiento (y acción) que ve que la subordinación de las mujeres no es natural y que plantea objetivos y estrategias para cambiar eso.


Pero hay varias visiones del feminismo...

Existen feminismos diversos: de la igualdad, de la maternal, cívico, político, etc. No es un tema privativo de las mujeres. En Ecuador, a comienzos del siglo XX, se hablaba del feminismo como toda acción que llevaba a posicionar a las mujeres en el espacio público y a lograr su igualdad. Este discurso no era solo esgrimido por mujeres como Zoila Ugarte de Landívar, quien en 1905 planteó que no era una doctrina caprichosa, sino la voz de la oprimida, que pedía lo que hasta entonces se le negaba: educación y acceso al mundo del trabajo.

¿Quiénes más hablaban de eso?

Hombres ilustrados como Víctor Manuel Peñaherrera, uno de los autores de la Ley de Emancipación de la Mujer Casada, de l912, y otros que apelaban a la necesidad de la igualdad. La equidad de género, esto es entre hombres y mujeres, pero también la equidad con personas con identidad sexual diversa, es un tema que nos atañe a todos.

El presidente venezolano Hugo Chávez dijo junto a Rafael Correa, que un verdadero socialista tiene que ser feminista, sino algo le falla, el 29 de enero de 2009... ¿Las sociedades más equitativas son feministas?

También creo eso. Pero deberíamos preguntar al presidente Chávez qué entiende por feminismo. Si lo dice en el sentido de que debe existir equidad de género está muy bien.

En el país hay más de 1 500 organizaciones de mujeres registradas . ¿No es mejor luchar integrando a hombres y a mujeres?

No es mejor porque aún no se ha logrado la igualdad. Históricamente se observa que aún en los países socialistas, que apelaban a la equidad social, se reproducía la discriminación hacia las mujeres y también a grupos con identidad sexual diversa. Los dos tipos de reivindicaciones deben ir juntos.

¿Qué tanto han cambiado las relaciones entre hombres y mujeres?

Si comparamos la situación de las relaciones entre hombres y hombres, ahora con relación al pasado, pienso que han cambiado en positivo. Pero prevalecen situaciones de inequidad como la violencia, la discriminación en el trabajo y en la política.

En el campo político, ya se garantiza la paridad. Ahora la lucha es por la paridad en la representación. ¿No es más justo que los méritos determinen quién gana un cargo?

Un concepto moderno de ciudadanía debería tomar en cuenta los méritos de las personas que acceden a un cargo, pero sabemos que esto no se da. Para el caso de los hombres, sería oportuno preguntarse si la meritocracia se aplica. En este sentido, para aplicar los derechos existe el concepto de discriminación positiva, que se aplica para grupos vulnerables en general, y creo que es un mecanismo justo de aplicación de los derechos.

Algunas integrantes de organizaciones de mujeres, feministas, cuentan que aún la mayor batalla la libran en sus hogares...

Son importantes las transformaciones a nivel político y de las leyes, pero creo que estas no pueden provocar transformaciones si no se cambian las relaciones cotidianas. Por eso el movimiento feminista ha planteado que lo personal es político. Tal vez lo más importante es el respeto y la conciencia de los derechos, además del amor.

Usted publicó un libro titulado ‘Educación de las mujeres, maestras y esferas públicas’. ¿En el día a día, la gente olvida esa lucha?

A la historia de las mujeres no se le ha prestado suficiente atención. Se debe rescatar su presencia en la historia pues da un piso y permite avanzar. No debería tratárselas como íconos, sino conocer los procesos en los que se desenvolvieron como seres humanos de carne y hueso con luces y sombras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente espacio, los y las felicito, muy buena, aunque corta la entrevista con Ana María, me dió interesantes datos, estoy trabajando mi tesis con un enfoque de género. Las seguiré visitando..saludos. Monica