Por: R. García / Gijón
Yolanda Rojas Urbina, cónsul de Venezuela en Bilbao, concluyó ayer una visita de dos días a Gijón con dos objetivos concretos: por una parte, dar a conocer la realidad de su país, y por la otra, conocer iniciativas que el Ayuntamiento de Gijón y el Principado de Asturias llevan a cabo en el campo de la igualdad de género. En ambos casos, y según su criterio, objetivo conseguido. Rojas Urbina se reunió ayer con responsables municipales para intercambiar experiencias.
Durante el encuentro, la diplomática venezolana se interesó por la aplicación de las políticas contra la violencia de género que llevan a cabo las administraciones españolas: «En Venezuela hemos puesto en marcha un Ministerio de la Mujer que tiene como uno de sus objetivos la lucha contra el maltrato a la población femenina», explicó Yolanda Rojas, quien el pasado lunes pronunció una conferencia dentro del programa de la «Semana negra» gijonesa.
Yolanda Rojas Urbina, cónsul de Venezuela en Bilbao, concluyó ayer una visita de dos días a Gijón con dos objetivos concretos: por una parte, dar a conocer la realidad de su país, y por la otra, conocer iniciativas que el Ayuntamiento de Gijón y el Principado de Asturias llevan a cabo en el campo de la igualdad de género. En ambos casos, y según su criterio, objetivo conseguido. Rojas Urbina se reunió ayer con responsables municipales para intercambiar experiencias.
Durante el encuentro, la diplomática venezolana se interesó por la aplicación de las políticas contra la violencia de género que llevan a cabo las administraciones españolas: «En Venezuela hemos puesto en marcha un Ministerio de la Mujer que tiene como uno de sus objetivos la lucha contra el maltrato a la población femenina», explicó Yolanda Rojas, quien el pasado lunes pronunció una conferencia dentro del programa de la «Semana negra» gijonesa.
El intercambio reflexivo de experiencias puede ser fructífero, en palabras de la cónsul, para ambos países: «En marzo se realizarán unos encuentros de solidaridad con Venezuela pero antes queremos poder intercambiar ideas». Una de las iniciativas que más sorprendió a la cónsul venezolana, que también estuvo acompañada por los representantes de la asociación Soldepaz Pachakuti, es la de la puesta en marcha de la Casa Malva.
Yolanda Rojas, que prometió volver a Gijón, se lleva una «muy buena imagen» de la ciudad. «Es una población abierta que no conocía y que me ha dejado muy gratamente sorprendida» señaló.
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