Delegada más Joven del Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas: Juventud y Experiencia

Por Luis A. Digna / Revista Muchacha

Su juventud es, quizás, el atributo más visible. Sin embargo, la seriedad, la capacidad de entrega, características que por lo general se asocian a las edades mayores, también la acompañan. Dayrín María Vila Velázquez es, con sus 15 años, la delegada más joven al VIII Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas. Luego de verla intervenir con total soltura en la sesión plenaria, se tornaba útil llevar su ejemplo y sus criterios hasta nuestras páginas.

¿Qué significa para una joven cubana ser la delegada más joven al más importante evento de la FMC?

«Mucho orgullo, mucha emoción, sobre todo porque nunca pensé llegar tan joven a un sitio así de importante. Incluso, nunca pensé llegar, pero ya que ha sucedido, ahora doy el paso al frente. Desde antes de ser una arribante, ya iba con mi mamá a las reuniones, participaba en algunas tareas, ayudaba a las activistas, en fin, me fue interesando y me fue entusiasmando todo el trabajo de la Federación. El mismo día en que ya ingresaba a la FMC, mientras se estaba reestructurando la organización, era necesario que alguien asumiera la secretaría de mi delegación. Entonces decidí que yo podía y asumí esa responsabilidad.»

Además de ser estudiante del décimo grado en el Instituto Preuniversitario en el Campo Estados Unidos Mexicanos, en la localidad habanera de Güines, Dayrín es la secretaria de su delegación de la FMC. La combinación de ambas, el logro de conjugar todos los verbos de los dos deberes, es otra de nuestras interrogantes.

«En el preuniversitario estoy becada, pero los fines de semana es el tiempo que más utilizo en función de mi trabajo en la Federación. En ese espacio voy a casa de las federadas, me ocupo de todas las tareas que me encargan, hago mi trabajo. Es difícil, pero me llena de orgullo y me hace muy feliz. Tengo que decir que siempre he tenido el apoyo de mi familia, de mis padres y mis hermanas, y en especial de las federadas de más experiencia. Esa ayuda ha sido muy importante, muy necesaria, muy útil.»

En medio de un congreso que reclama mayores espacios para las muchachas, para que ocupen sus lugares en la Federación, se impone saber el criterio de esta joven que ya se ha involucrado resueltamente.

«Las muchachas no deben tener miedo de asumir ningún cargo, de tener responsabilidades en la organización. Siempre van a tener el apoyo de las federadas con más conocimiento; siempre van a darte su experiencia y con esa ayuda se pueden hacer muchas cosas. No hay ningún obstáculo en trabajar en un cargo de la FMC y ese puesto es donde nos necesita la Revolución. Es ahí donde nos toca estar a las jóvenes revolucionarias: Del lado de la Federación de Mujeres Cubanas, del lado de nuestro pueblo. Hay que defender los derechos de las mujeres. Y también hay que asumir los deberes.»