TeleSUR.- De acuerdo al código penal del país, el aborto inducido o interrupción voluntaria del embarazo es ilegal desde 1940. Solo se contempla en caso de que el embarazo ponga en riesgo la vida de la mujer o si es resultado de una violación.
El Consejo Federal de Medicina (CFM) se pronunció este jueves a favor de legalizar el aborto en Brasil y anunció que prepara una propuesta para defender la autonomía de la mujer para definir si desea o no continuar con un embarazo.
El proyecto de otorgar a la mujer la opción de interrumpir el embarazo hasta la semana 12 tiene el apoyo de la mayoría de los asesores médicos federales y los presidentes de los 27 Consejos Regionales de Medicina (CRM).
Ante esto, la CFM prepara la presentación de una reforma del código penal, similar a la entregada en el Senado el año pasado. Esta propuesta fue elaborada por una comisión de juristas y expertos, y amplía las causas y situaciones por las que se puede interrumpir un embarazo.
Una de las inclusiones es la presencia de anomalías fetales incompatibles con la vida, que puedan ser tenidas en cuenta por una mujer para realizarse un aborto terapéutico.
En ese sentido, el presidente del CFM, Roberto D´Avila, señaló que "defendemos la autonomía de la mujer; necesitaba decirle al Senado de nuestra posición. No es una cuestión religiosa, como médicos, sabemos que nuestro primer deber es con la vida y hay situaciones especiales que justifican esta práctica”.
De acuerdo al código penal del país, el aborto inducido o interrupción voluntaria del embarazo es ilegal desde 1940. Solo se contempla en caso de que el embarazo ponga en riesgo la vida de la mujer o si es resultado de una violación.
A esto se le sumó el falló de la Corte Suprema de Justicia de Brasil de 2012 que lo permite en caso de que el feto sufra anencefalia o exista ausencia de parte del cerebro. Si se lleva a cabo un aborto fuera de estas circunstancias, la mujer y el personal médico que le realice el aborto pueden ser condenados a entre uno y tres años de prisión, pena que se puede agravar si la embarazada sufre algún daño.
Las estadísticas oficiales estiman que en Brasil se realizaban un millón de interrupciones inducidas por año. Pese a esto, la presidenta Dilma Rousseff retiró su propuesta de legalizar el aborto, como dijo en la campaña presidencial de 2010, debido a la presión de grupos conservadores y la Iglesia católica.
La Organización Mundial de la Salud estima que América Latina es la región líder en abortos, con 32 de cada 1000 mujeres (dos más que el promedio mundial), y tiene a su práctica clandestina e insegura como segunda causa de mortalidad materna. Solo en Guyana, Cuba, Uruguay, y México DF esta práctica es legal.
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