Mirta Rodríguez Calderón
SEMlac.- Un enconado enfrentamiento, lleno de rencores por parte de las mujeres, ha colocado nuevamente a las dominicanas y sus aliados en pie de lucha para evitar que el Código Penal ignore y revierta derechos de las mujeres que datan de hace tres Lustros. Tales modificaciones fueron ya aprobadas por el Congreso en primera lectura y volverán a agenda en la primera semana de noviembre.
Simultáneamente, la población rechaza un paquete impositivo muy severo que el gobierno pretende aplicar para recuperarse de un déficit fiscal que alcanza los 155.000 millones de pesos dominicanos (aproximadamente 3.934 millones de dólares estadounidenses).
Aunque el déficit tiene múltiples causas, también es atribuible a los dispendios y la corrupción en el anterior gobierno, que fue sustituido en agosto de este año por otro presidente del mismo Partido de la Liberación Dominicana. La nación se halla en una situación muy difícil porque no podrá aprobar el presupuesto de 2013 si no corrige el déficit. Y si aplica lo que se ha dado en llamar un "paquetazo", la población verá estrecharse aun más su ya restringida economía.
En ese contexto, el Congreso de la República se aboca en aprobar modificaciones que necesita el Código Penal y que han estado en discusión durante 12 años. Anteriormente las decisiones se vieron "trabadas" por las luchas sociales que objetaban, en particular, la existencia de un artículo que sancionaba con saña el aborto o la ayuda a su realización, incluidos los auxilios médicos.
En la actual versión, ese artículo permanece, pero además se ignora la violencia de género, el incesto es benévolamente descrito y varias otras conquistas contenidas en la Ley 24’97 contra la violencia intrafamiliar son pasadas por alto.
Solo cinco diputados y diputadas de 180 votaron en contra de tales modificaciones. El 24 de octubre, en medio de impresionantes aguaceros provocados por Sandy, el Foro Feminista, con sus integrantes vestidas de negro, bloqueó las puertas del Congreso, temprano en la mañana.
En esa demostración quedó vigente el sentir de hombres y mujeres, cuya vida se está volviendo de muy difícil pronóstico. El movimiento cuenta ya con imagen y consignas producidas en medio de esta coyuntura por la creadora feminista Lorena Espinoza, cuya obra ha acompañado muchos años las demandas políticas y sociales de las mujeres.
Un Congreso que no quiere a las mujeres
La frase "Un Congreso que no quiere a las mujeres" la acuñó la activista Mildred Mata hace algún tiempo y actualmente cobra mayor alcance. El presidente Danilo Medina, quien durante su campaña electoral aseguró a las mujeres que tendría en cuenta sus reclamos, ha hecho caso omiso de sus propias promesas y es muy poco probable que objete esas modificaciones si el Congreso las adopta.
Las organizaciones califican las propuestas como retrógradas debido a que eliminan la sanción a la violencia de género; solo consideran grave la violencia intrafamiliar cuando se causa la muerte de la víctima, o su incapacidad permanente o por más de 90 días; minimizan la penalización para al incesto; reducen el tiempo de sanción al acoso sexual; encubren la violación sexual a una menor de edad y el feminicidio no recibe la categoría de crimen de género.
Además, mantienen la penalización del aborto en todas las circunstancias, sin tener en cuenta situaciones de riesgo ni las etapas de la gestación, lo que constituye una violación a los derechos humanos de las mujeres, según han explicado por años varias organizaciones.
La influencia de las iglesias, en particular la católica, ha impedido que este derecho se abra paso y, por el contrario, esa posición se ha reforzado, pese a la reciente muerte de una niña de 16 años a quien debió practicársele una interrupción —por riesgo para su vida, pues padecía leucemia— y, en cambio, se le dejó morir. La sociedad se polarizó, pero "Esperancita" terminó muerta.
Con larga vida y mucha experiencia, el movimiento de mujeres dominicanas está haciendo un uso vigoroso de las redes sociales y los medios de comunicación aliados. El rechazo que antaño registraron al acudir a espacios de difusión parece estar cediendo.
Un comunicado del Foro Feminista en la penúltima semana de octubre demandó a la Cámara de Diputados "la protección de los derechos de las mujeres y de la niñez" y la sanción de su violación en la ley penal.
Entre otros retrocesos, las feministas refieren la eliminación de la sanción a la violencia de género contra las mujeres, reducida a la que se produce entre miembros de una familia, y que "desconoce totalmente la realidad de violencia que enfrentan diariamente las mujeres en este país", sostienen. Citan las alarmantes cifras de más de 62.374 denuncias de violencia de género e intrafamiliar reportadas en 2011 por la Procuraduría General de la República y las 5.657 denuncias por delitos sexuales contra mujeres, que "dan cuenta de esta realidad, todavía oculta y sub-registrada", subrayan.
Desde varios países y entidades internacionales, otras fuerzas se aprestan a la solidaridad y al apoyo. Amnistía Internacional (AI) reclamó el viernes 26 de octubre al Congreso de República Dominicana que despenalice el aborto, de cara al debate sobre esta figura en el Código Penal que se producirá a inicios de noviembre.
El su comunicado, la entidad recuerda que el artículo 90 del Código Penal dominicano prevé penas para las mujeres que aborten y para quienes las ayuden, sin tener en cuenta circunstancias como los embarazos causados por una violación o incesto, o los casos en los que la vida de la madre corre peligro.
La organización sostiene que la penalización del aborto en todos los supuestos, así como mantenerlo en la nueva legislación en debate, "viola el derecho a la vida y la salud de las mujeres" y atenta contra "el compromiso con los derechos humanos asumido por la República Dominicana".
El peso de un realismo difícil de aceptar
Un sondeo entre media docena de prominentes lideresas feministas y activistas comprobó el ánimo de desconfianza de esas fuerzas sociales respecto a lo que puede esperarse del Congreso.
"Soy un poco pesimista", dijo la académica Alma Josefina Neiro. "No creo que el Congreso vaya a variar su posición; estamos en un país machista y las demandas de las mujeres las pasan por alto. Con el Foro Feminista hay que mantener la denuncia, así tal vez se pueda agregar algunos votos más en contra de esta barbaridad, alertar a la ciudadanía y desenmascarar a los y las políticas que ejercen el poder desde el Congreso y a quienes las mujeres, las niñas y las adolescentes les importan poco", añadió.
María Graciela de la Cruz, directora Ejecutiva del Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer (CE MUJER), organización que durante 25 años ha acompañado a cientos de mujeres de la zona Este del país, no pierde la esperanza de que se escuche el clamor de las y los manifestantes. "Creo que debemos seguir expresándonos por todos los medios que estén a nuestro alcance, los electrónicos llegan a mucha gente, sobre todo a la población más joven", comentó.
En su opinión, la grave situación de la violencia de género en el país puede agravarse, en lugar de mejorar, en caso de aprobarse modificaciones al código penal que retroceden en las penas contra quienes ejercen esos delitos. "Espero que congresistas y dirigentes de los partidos mayoritarios en el congreso reaccionen y respalden a la población que les dio sus votos y justifiquen con buenas acciones el gasto que ellos representan para el país", señaló.
Algo van a modificar
La académica Denise Paiewonski, presidenta de la Colectiva Mujer y Salud, tiene un punto de vista menos desesperanzador, aun cuando no está segura de qué pasará con el proyecto de Código Penal. "Me imagino que modificarán la mayoría de los artículos relativos a violencia, dado que los horrores actuales se corresponden con la primera propuesta de reforma de 2001, que supongo van a desempolvar", comentó.
Respecto al aborto, cree que pudiera ser el momento más oportuno para lograr la despenalización por causales, cuando aún está vigente el impacto que tuvo el caso de "Esperancita".
"Creo que lo más efectivo que se podría hacer ahora -además de mantener la presión internacional y visibilizarla a través de los medios nacionales- es hacer mejor uso de los programas de televisión y, sobre todo, de radio", sugiere.
"En la campaña contra el Art.30 —que establece que "el derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte"— estos programas jugaron un papel importantísimo en la divulgación y movilización de la opinión pública. Ahora están más concentradas en los twiters y otros medios sociales, pero creo que sería un error no aprovechar los medios tradicionales", consideró.
Para Violeta Quezada, trabajadora en el Ministerio de la Mujer, "lo que está haciendo el Foro Feminista es extraordinario". Sin embargo, recalcó que tiene pocas expectativas respecto a cambios entre finales de octubre e inicios de noviembre. "La mínima cantidad de legisladores que votaron en contra (5 de 143 presentes) es un fiel reflejo de lo poco que podría pasar", acotó.
"Lamentablemente los legisladores y legisladoras no han entendido cuál es su rol frente a la población que les eligió para que la represente, no para que les arranquen a las mujeres y a toda la población conquistas logradas con mucha tenacidad en sus luchas"; agregó.
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