Tener asco, aversión o repugnancia obsesiva contra hombres y mujeres homosexuales, lesbianas, bisexuales y trans es considerado un prejuicio sexual u homofobia. Este rechazo es comparado con otras formas de discriminación como el racismo, el sexismo y la xenofobia. Cuando una persona intimida verbalmente, ataca físicamente o causa daño a la propiedad de un hombre o mujer debido a su preferencia sexual y/o expresión de género, decimos que son hechos criminales con motivo prejuicial, lo que es igual a crímenes de odio. Este tipo de delito se diferencia de los demás por mostrar una fuerte carga de hegemonía cultural.
La lucha histórica contra el sistema patriarcal, de donde proviene la homofobia y el machismo, sigue en pie en nuestro país y dentro de nuestra Revolución Bolivariana donde los actos de repudio, discriminación, tortura, violencia injustificada y homofobia contra la comunidad sexo-género diversa siguen ocurriendo. La falta de claridad política-ideológica, la falta de voluntad política, la falta de formación en cuanto a las luchas históricas de la comunidad sexo-género diversa han sido los factores principales que inciden en que nuestro gobierno revolucionario y nuestro partido político principal, PSUV, no hayan fijado alguna postura clara en cuanto los actos de violencia y repudio (homofobia) que ocurren en nuestro país. Si bien es primera vez en la historia que se nos incluye como sector vulnerado al Programa de la Patria 2013-2019, seguimos sin instrumentos jurídicos esenciales que protejan a nuestra comunidad contra aquellas personas que ejercen sin penalidad alguna su homofobia que conlleva a crímenes de odio. Lo único que estos dejan son víctimas y daños casi irreparables en nuestras y nuestros venezolanos no heterosexuales así como una gran impunidad de toda la comunidad ante la falta de instrumentos jurídicos que penalicen estos actos.
El pasado 25 de octubre del 2012 fueron detenidas, en la Av. Libertador de Caracas, 23 mujeres transexuales y cinco de ellas fueron torturadas por funcionarios del CICPC. Las mujeres fueron trasladadas a la comisaría del organismo en El Paraíso, siendo sometidas a un interrogatorio violento de forma verbal y física. Por negarse a dar información requerida por los funcionarios, las mismas fueron víctimas de tortura aplicándoles electricidad, maltratos físicos en distintas partes del cuerpo y el rostro e insultos verbales referidos a su orientación sexual e identidad de género. La denuncia formal de este acto discriminatorio fue realizada formalmente ante la Defensoría del Pueblo sin obtener respuesta concreta de este recurso legal.
Una semana después, el 31 de octubre del 2012 Ángelo Prado, un joven aragueño de 18 años, fue víctima de hostigamiento escolar, también conocido como bullyng. Un hecho concreto de crimen de odio ya que Ángelo fue señalado como homosexual, amenazado de muerte porque en esa zona “no se aceptan maricos” y, acto seguido, fue quemado vivo. Actualmente Ángelo se encuentra estable con quemaduras que alcanzaron el 30% de su cuerpo.
El mes de octubre del presente año fue para la comunidad sexo género diversa un período lamentable que nos sitúa en una etapa de reflexión, debate, conciliación y defensa de los derechos de una población que actualmente es la más vulnerada dentro de la sociedad venezolana. Por carecer en Venezuela de una ley que reconozca a las personas no heterosexuales como sujetas y sujetos políticos, con protección ante actos delictivos productos de prejuicios religiosos y culturales, nosotras y nosotros la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela, miembras y miembros de la Comisión Nacional de Sexo Genero Diversidad, levantamos nuestra voz de protesta y nos proclamamos en Campaña Permanente contra la Violencia hacia las personas Sexo Género Diversas.
Quienes asumimos la lucha contra todo tipo de discriminación, no cesaremos hasta conseguir:
Que estos actos violentos y profundamente machistas sean incluidos en el Código Orgánico Procesal Penal, en los artículos respectivos a la tipificación del delito de discriminación, los crímenes de odio por orientación sexual e identidad y/o expresión de género.
Que dentro de la legislación venezolana tengamos una Ley Antidiscriminación.
Asumamos Gobierno y Estado Comunal la responsabilidad de no dejar impune estos hechos que son inconcebibles dentro de la Revolución Bolivariana.
¡No nos conformamos, Ángelo Prado somos todas y todos!
¡Fuera la homofobia de la Revolución!
¡Por la soberanía de nuestros cuerpos y nuestros territorios!
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