La epidemia de VIH/SIDA tiene un ritmo de incremento alarmante en el ámbito global. En el mundo existen más de 40 millones de personas que viven con esta infección. Si bien no existen distinciones de raza, sexo, creencias religiosas, orientación sexual, país o nivel socioeconómico que protejan a una persona de poder adquirir esta infección, podemos observar que existen condiciones que hacen que algunas poblaciones estén más expuestas que otras.
Si analizamos que este azote de la humanidad afecta cada vez mas a la mujer, convirtiéndose cada día en una causa importante de muerte, debemos centrar nuestra atención en los factores que debilitan la capacidad de las mujeres para prevenir esta infección.
Se estima que las posibilidades de transmisión de hombre a mujer es mayor que la de mujer a hombre.
Especialistas a nivel mundial se preguntan ¿por qué el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) causante del sida progresa con más rapidez en las mujeres que en los hombres? La respuesta apareció en un artículo de la Nature Medicine que plantea que la molécula receptora que está en ''la primera línea'' del reconocimiento del virus por parte del sistema inmunológico del organismo responde de manera diferente en función del sexo de la persona que contrae el VIH.
Los estudios realizados en laboratorio demostraron que un mayor porcentaje de estas células inmunológicas conocidas como DENDRÍTICAS PLASMOCITOIDES (CDP) se activaba en mujeres sanas cuando eran confrontadas con la variante del virus VIH-1, en comparación con las mismas células de hombres sanos.
Los médicos estudiaron a continuación la eventual implicación de los niveles hormonales de las mujeres y pudieron constatar que en mujeres que ya habían pasado la menopausia las CDP tenían menos actividad lo que indica que la progesterona juega un papel decisivo en el proceso.
•EN CUBA
La epidemia de VIH/SIDA en Cuba esta caracterizada por un crecimiento lento, concentrado en grupos específicos y en cada año se observa un incremento en el número de casos seropositivos lo cual puede explicarse porque la población ha aumentado la conciencia en la importancia de la realización de las pruebas diagnosticas.
En cuanto el comportamiento observamos que el sexo masculino hay 6 523 pacientes representando el 80,6%, de ellos los hombres que hacen sexo con otros hombres (HSH) le corresponde la cifra de 5595 un 85,7 % del sexo masculino, mientras que hay 1561 casos del sexo femenino para un 19,6%, resultando como índice
El conocimiento juega un papel muy importante, ya que un concepto o idea errónea genera un comportamiento irresponsable.
Por eso los programas de prevención tendrían que estar dirigido a aumentar el conocimiento, la percepción de riesgo, la autoestima y confianza en las mujeres; tendrían que reconocer su valioso papel en la sociedad y superar las tradiciones que las excluyen, ya que ''la mujer es nuestra aliada en la salud'', frecuentemente es la proveedora de cuidados, la educadora, y la portadora de cultura.
La mujer es más vulnerable que el hombre para contagiarse con el VIH porque el semen contiene más cantidad de virus que las secreciones vaginales y este puede mantenerse en la vagina por 72 horas tiempo suficiente para que el virus actúe, además la vagina posee una superficie de mucosa cuatro veces mayor que la del pene y sufre más traumatismos que el pene, pues resulta muy sensible y se puede romper algún vaso sanguíneo con facilidad o abrirse una minúscula estría, lugares por los cuales penetra el VIH.
Todo lo anterior hace que la tasa de transmisión del hombre a la mujer sea de dos a cuatro veces más alta que de la mujer al hombre.
•MADRES CON SIDA
Uno de los grandes conflictos existenciales para las mujeres con VIH-SIDA es la maternidad. Ser o no madres es una decisión difícil y con grandes riesgos para la madre y la criatura. En Cuba la política del sistema de salud es ayudarlas a tomar una decisión brindándoles toda la información y el apoyo de especialistas.
Cuando una mujer con VIH decide parir, debe conocer que aún la ciencia no ha borrado del todo las sombras, peligros y pesares que rondan a su descendencia, ya sea porque puede contagiarse al nacer. Sin embargo, los adelantos científicos y algunas medidas de protección han logrado reducir los riesgos de contagio directo o perinatal, como se llama a la infección que se produce de madre a hijo. Eso, para ellas, es al menos una esperanza.
Por ese camino transitan las seropositivas cubanas que han optado por la maternidad, desde que en 1986 fuera detectado el primer caso de SIDA. La transmisión de la enfermedad a los bebés es muy baja en nuestro país, donde existe un servicio de atención especialmente dedicado a las portadoras que optan por la maternidad.
De acuerdo con los especialistas cubanos, la transmisión directa, de madre a hijo, constituye el 0,34 por ciento de todos los casos de infección del virus, indicador considerado mínimo, entre los más bajos reportados internacionalmente.
Estadísticas nacionales dicen que el Caribe es la segunda región del planeta más infectada por el virus del Sida. No obstante, Cuba posee una prevalencia de 0,07, esta cifra es la más baja de la región y una de las más bajas del mundo.
En nuestro país todas las personas que viven con VIH/ Sida, reciben una esmerada atención médica, tratamiento gratuito contra enfermedades oportunistas y medicamentos retrovirales a quien lo necesite. Todo ello permite que tengan una calidad de vida mucho mejor que otras personas enfermas en otras partes del mundo quienes, realmente, viven sus últimos tiempos y concluyen su vida con altas dosis de dolor y sufrimiento.
Por eso la prevención, como el uso del condón y mantener una pareja estable, son los únicos medios de lucha contra la propagación del sida y seguirá siéndolo a pesar que se encuentren tratamientos o vacunas eficaces para este mal.
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