Existe una escuela mixta pero no coeducativa

Gloria López

AmecoPress. En las primeras etapas de la educación, niños y niñas se conocerán también a sí mismos, en relación con el entorno y con sus semejantes. Este aprendizaje no entra en ninguna materia concreta, no lo verán en su horario semanal y, sin embargo, los valores y los comportamientos que adquieran serán condicionantes el resto de su vida. Para la Federación de Mujeres Jóvenes, este asunto de lo que sucede en las escuelas es un tema fundamental, pues “los saberes y las formas de transmisión continúan siendo androcéntricos y sexistas” y urge desarrollar una “coeducación feminista”.

Con este fin se desarrollará los próximos 5 y 6 de octubre en Pamplona el I Encuentro de Coeducación Feminista. “No nos debe bastar con la revisión de los contenidos, una metodología autoritaria y directiva puede desactivar todo intento de coeducar. Por eso, una coeducación feminista, conjunción quizás redundante pero para nosotras importante, ha de permear todas las esferas educativas para ser significativa”, explica Edurne, una de las organizadoras de del evento que pretende facilitar también el “encuentro entre diferentes proyectos”.

“El concepto de feminismo está mal entendido, desvirtuado, y queremos que especialmente las chicas más jóvenes sepan lo que es realmente y se identifiquen”, asegura Edurne, “esa degradación del feminismo hace que no se vea como algo que busca y trabaja para la igualdad, sino que se habla de feminismo como lo contrario de machismo”.

“Si educar es dar una visión del mundo para legitimarla y continuarla, cuestionamos la escuela actual porque su mirada es etno y androcentrica, sexista y clasista, heteronormativa y aún manchada de nacional catolicismo, además de bi¬naria y mecanisista”, argumentan las organizadoras.

“En estos momentos hay algunas propuestas de coeducación que se trabajan en diferentes lugares, pero no están incluidas en el currículum, no se trabajan de manera transversal; en las escuelas no se trabaja la perspectiva de la diversidad ni una educación afectiva sexual”, opina Edurne.

Mujeres Jóvenes entiende que “la escuela construye” y este encuentro ofrece un espacio para “reflexionar sobre cómo que¬remos seguir construyéndonos y qué podemos hacer con lo ya construido”. Por esta razón, han invitado a diferentes agentes que trabajan en esferas socializadoras diversas, pues son muchos los lugares desde los cuales se nos educa.

Y concluyen: “La formación de un sistema coeducativo feminista pasa por la dignificación de los saberes humanos. Gran reto, deseamos coeducar … pero ¿desde dónde?”