El pasado 7 de septiembre, a las ocho y media de la mañana, en el Mercado al por mayor de Coche, Vianca Martínez, empleada del Integral de Mercado y Almacenes (Inmerca), de la Alcaldía de Caracas, recibió un golpe en el pómulo derecho.
La víctima relató que momentos antes la diputada y precandidata presidencial opositora, María Corina Machado, había ordenado “neutralicen a esta gente”. El hecho ocurrió cuando la asambleísta realizó una visita proselitista no programada al mercado al por mayor.
Segundos después de la orden Martínez sintió cómo uno de los 15 escoltas que acompañaban a Machado, la agredió. Una hora antes la precandidata presidencial opositora había ingresado a entregar propaganda. Ello había generado la molestia de varias de las 10 mil personas que diariamente hacen vida en ese lugar.
“Queríamos evitar un conato de violencia y le dijimos que podía entrar, pero que no pasara por donde trabajan afectos al presidente Chávez para no provocar tensiones”, explicó Martínez. La funcionaria relató que, minutos después, Machado mostró “una actitud provocadora hacia un grupo que rechazaba su presencia”.
Martínez dijo que sugirió a la diputada salir por una puerta alterna a la principal, pero Machado la empujó y el escolta la golpeó en la cara. Al recibir el golpe, se generó una situación confusa que involucró ataques verbales por parte del grupo que acompañaba a la asambleísta y los que rechazaban su presencia. “La gente los sacó a empujones”, refirió Martínez, quien necesitó asistencia para reponerse.
Luego de la agresión, Martínez denunció ante la Fiscalía 134° de violencia contra la mujer. “Me dieron una medida de protección y seguridad y para el 20 de este mes están citados los testigos”. La citación no incluye a María Corina Machado, debido a que tiene inmunidad parlamentaria.
No obstante, los fiscales garantizan que la diputada sería llamada a declarar pero que el proceso iba a ser lento. Martínez tiene dudas y temores.
“Me siento impotente y triste porque siento que, aunque me están prestando apoyo y brindando atención, no quiero que sea porque se trata de Vianca, una funcionaria pública. Una mujer como ella, que ostenta un cargo de elección popular y que aspira a la Presidencia, ¿va a actuar así agrediendo a las mujeres mandando a sus patanes que la rodean? ¿Qué podemos esperar de ella las mujeres de este pueblo? Nada, esa gente no quiere al pueblo”, señaló Martínez.
Madre soltera con dos hijos, activista en su comunidad, el 23 de Enero, Martínez explicó su desconcierto ante la actitud de la asambleísta.
—Da tristeza que una mujer propicie una situación de violencia en la que se agrede a otra mujer. Eso no lo entiendo ni que ella sea de oposición y yo chavista. ¿Cómo ella va a mandar a un hombre que estaba con ella: ‘anda, neutralízala’?
El presidente de Integral de Mercados y Almacenes Compañía Anónima (Inmerca), Franco Manrique, acusó a María Corina Machado de realizar una campaña de provocación y violencia impulsada por sectores de oposición. “Hay una clara intencionalidad de provocación y violencia”, reiteró Manrique.
El diagnóstico que le realizó la medicatura forense a Vianca Martínez es de una lesión en el pómulo derecho. El informe señala que no dañó su ojo, pero la inflamación afectó su visibilidad, además de dejar un hematoma de color púrpura. Vianca aseguró que lo que busca la denuncia es permitir establecer una sanción tanto al guardaespaldas que la golpeó como a la diputada. “Sé que es una persona con influencias, pero mi comunidad me apoya, mis colegas también. Ella debe asumir la responsabilidad por la conducta de su equipo de trabajo”, concluyó.
Diputada Machado esquivó hablar del tema
Ciudad CCS intentó obtener la versión del incidente de boca de la diputada María Corina Machado, pero no fue posible. Esto fue lo que respondió a través del hilo telefónico:
—Estoy en un sótano y me dispongo a entrar a una reunión. ¿Tú crees que pudiéramos hablar mañana en la mañana? Yo te doy un teléfono donde me puedes llamar mañana
y seguro te puedo atender, ok.
—Es que necesitamos publicar su versión para mañana.
—Oye, pero yo ahorita no puedo. Estoy en un sótano y es un milagro que me haya entrado la llamada.
—Me puede ir contando y si se corta la llamada lo dejamos hasta allí.
—Oye, de verdad, no puedo. Te atendí porque pensé que era de un medio al que quería, pues, atender, pero… llámame mañana antes de las 9 de la mañana.
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