Artemisa Noticias La Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, RSMLAC, articulación regional de mujeres y organizaciones que defienden y promueven el derecho a la salud como un derecho humano y un bien social, se hace parte y apoya vigorosamente a los movimientos ciudadanos que hoy en Chile reclaman una reforma estructural profunda de la educación pública en dicho país, de tal forma que sea plenamente garantizada por el Estado en términos de gratuidad, calidad e igualdad de acceso, y con énfasis en una educación laica, no sexista y no discriminatoria.
Estamos ciertas que estas voces valerosas de estudiantes, docentes, trabajadoras y trabajadores, madres y padres que diariamente están en las calles –incluso con riesgos a su integridad física– interpelando a los decisores públicos para que escuchen las demandas sociales, tienen y tendrán un eco potente en todos los países y en todas las regiones del mundo donde también se experimentan graves turbulencias sociales, como un signo propio de los tiempos en que vivimos.
Efectivamente, las sucesivas crisis que han generado los injustos, desiguales y excluyentes modelos de desarrollo de rostro neoliberal capitalista instalados a nivel global hace ya décadas, demuestran que solo han logrado que millones de personas sean excluidas violentamente de los beneficios de un desarrollo con rostro humano, mientras que la riqueza y el bienestar continúa beneficiando exclusivamente a quienes ya son ricos y privilegiados. En estos contextos, el reconocimiento y vigencia de los derechos humanos universales, enfrentan obstáculos a veces insalvables, pese a que están sustentados por un sistema internacional que los consagra y los cautela.
Estamos ciertas que estas voces valerosas de estudiantes, docentes, trabajadoras y trabajadores, madres y padres que diariamente están en las calles –incluso con riesgos a su integridad física– interpelando a los decisores públicos para que escuchen las demandas sociales, tienen y tendrán un eco potente en todos los países y en todas las regiones del mundo donde también se experimentan graves turbulencias sociales, como un signo propio de los tiempos en que vivimos.
Efectivamente, las sucesivas crisis que han generado los injustos, desiguales y excluyentes modelos de desarrollo de rostro neoliberal capitalista instalados a nivel global hace ya décadas, demuestran que solo han logrado que millones de personas sean excluidas violentamente de los beneficios de un desarrollo con rostro humano, mientras que la riqueza y el bienestar continúa beneficiando exclusivamente a quienes ya son ricos y privilegiados. En estos contextos, el reconocimiento y vigencia de los derechos humanos universales, enfrentan obstáculos a veces insalvables, pese a que están sustentados por un sistema internacional que los consagra y los cautela.
Por lo tanto, sostenemos que el goce del derecho a la educación pública, gratuita, de calidad, y también laica, no sexista y no discriminatoria, es un imperativo ineludible que requiere respuestas inmediatas de los Estados, tal como lo requieren las demandas sobre el derecho a la salud, al trabajo digno, a la protección social, a la alimentación y la vivienda, al medio ambiente sano, a la participación, a los derechos sexuales y los derechos reproductivos y a la autonomía sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos, entre muchos otros. La negligencia y la tardanza en cumplir estas demandas ciudadanas no hará sino profundizar la crisis social y debilitará aún más nuestras ya frágiles democracias que se sostienen en pactos sociales caducos.
Como Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe interpelamos a los decisores públicos para que urgentemente implementen las decisiones políticas y programáticas que garanticen en Chile la plena justicia social, igualdad, equidad y respeto de los derechos humanos para todas y todos, sin exclusión.
Santiago de Chile, agosto, 2011.
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