Por Mónica Opezzi y Carlota Ramirez*
Artemisa Noticias La finalización del proceso de investigación que culminó con la presentación oficial -el 29 de abril- de los resultados del trabajo 'Percepciones, practicas y actitudes de profesionales médicos en la atención del aborto. Un estudio en el subsector publico de salud de la Provincia del Neuquén', fue producto de muchos años de trabajo y de convencimiento irrenunciable de que el problema del aborto merece y debe ser estudiado en el contexto de un sistema público de salud; que a la vez sea liderado por la conducción de los programas de salud sexual y reproductiva provinciales, y con el protagonismo de médicos/as generalistas y gineco- obstetras para que se expresen con libertad sobre el tema, en la medida en que son ellos y ellas quienes interactúan con las mujeres en situación de aborto.
A principios del 2001 empezamos a soñar con concretar esta idea y en ese momento no encontramos ni adhesiones ni alianzas, tanto a nivel provincial como nacional, que acompañaran la aventura de saber qué le pasa a los equipos médicos cuando se enfrentan en el día a día, ya sea en la atención ambulatoria o por guardia, con mujeres que llegan cursando un aborto a los establecimientos hospitalarios. Después de casi 10 años y -como telón de fondo- con un programa provincial de salud sexual y reproductiva consolidado, pudimos encarar la mencionada investigación, con el aval de las autoridades provinciales y del Programa Nacional de salud Sexual y Procreación Responsable.
Más allá de los resultados presentados en forma oficial, es bueno destacar que quienes contestaron la encuesta, como quienes participaron de los grupos focales estuvieron muy agradecidos/as de que se les haya convocado a participar del estudio, estudio –que, por otro lado- consideraban importante, no solo por el tema en si mismo, sino porque les daba la posibilidad de expresarse directamente, sin intermediaciones, con absoluta libertad de expresión de ideas, y porque no, de posicionamientos políticos en relación al tema. Incluso aquellos/as que decidieron no contestar la encuesta, simplemente no lo hicieron, no hubo refutaciones, ni impugnaciones ni descalificaciones al trabajo. Ni en la encuesta ni en los grupos focales se objetó la decisión de las mujeres por interrumpir voluntariamente un embarazo, más bien se podría afirmar que subyace en los equipos médicos una intención de acompañar esa decisión, si las leyes y normativas vigentes fueran menos restrictivas.
Luego de este estudio nos queda la sensación que el camino por transitar es muy largo y complejo, aún en un contexto como el estudiado, en el cual la construcción de espacios que garanticen los derechos de las mujeres, es una preocupación de gran parte de los equipos de salud; que la sola sanción de una ley que legalice la interrupción voluntaria de un embarazo es condición necesaria pero no suficiente para facilitar el acceso a la misma en los establecimientos públicos de salud; que el trabajo para derribar prejuicios y construir espacios que tiendan hacia un modelo de atención de la salud de las mujeres donde se respeten sus decisiones autónomas y, en pleno ejercicio de su libertad de conciencia, implicara un trabajo de reflexión profunda y cara a cara, en donde médicos y medicas puedan revisar críticamente sus practicas institucionales; que es imperioso que en las políticas sanitarias se incorpore la perspectiva de derechos y de genero a fin – entre otras cosas- de entender los complejos procesos sociales y culturales que llevan a las mujeres a tomar la decisión de abortar, y finalmente que es fundamental contar con mucha más información que de cuenta de las percepciones que tienen sobre el tema los y las profesionales médicos que atienden a las mujeres decididas a interrumpir su embarazo.
*Mónica Oppezzi; Programa de Salud Sexual y Reproductiva, Subsecretaria de Salud, Provincia del Neuquén. monioppezzi@gmail.com
Carlota Ramirez; Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable; mcramirez@gmail.com.
Artemisa Noticias La finalización del proceso de investigación que culminó con la presentación oficial -el 29 de abril- de los resultados del trabajo 'Percepciones, practicas y actitudes de profesionales médicos en la atención del aborto. Un estudio en el subsector publico de salud de la Provincia del Neuquén', fue producto de muchos años de trabajo y de convencimiento irrenunciable de que el problema del aborto merece y debe ser estudiado en el contexto de un sistema público de salud; que a la vez sea liderado por la conducción de los programas de salud sexual y reproductiva provinciales, y con el protagonismo de médicos/as generalistas y gineco- obstetras para que se expresen con libertad sobre el tema, en la medida en que son ellos y ellas quienes interactúan con las mujeres en situación de aborto.
A principios del 2001 empezamos a soñar con concretar esta idea y en ese momento no encontramos ni adhesiones ni alianzas, tanto a nivel provincial como nacional, que acompañaran la aventura de saber qué le pasa a los equipos médicos cuando se enfrentan en el día a día, ya sea en la atención ambulatoria o por guardia, con mujeres que llegan cursando un aborto a los establecimientos hospitalarios. Después de casi 10 años y -como telón de fondo- con un programa provincial de salud sexual y reproductiva consolidado, pudimos encarar la mencionada investigación, con el aval de las autoridades provinciales y del Programa Nacional de salud Sexual y Procreación Responsable.
Más allá de los resultados presentados en forma oficial, es bueno destacar que quienes contestaron la encuesta, como quienes participaron de los grupos focales estuvieron muy agradecidos/as de que se les haya convocado a participar del estudio, estudio –que, por otro lado- consideraban importante, no solo por el tema en si mismo, sino porque les daba la posibilidad de expresarse directamente, sin intermediaciones, con absoluta libertad de expresión de ideas, y porque no, de posicionamientos políticos en relación al tema. Incluso aquellos/as que decidieron no contestar la encuesta, simplemente no lo hicieron, no hubo refutaciones, ni impugnaciones ni descalificaciones al trabajo. Ni en la encuesta ni en los grupos focales se objetó la decisión de las mujeres por interrumpir voluntariamente un embarazo, más bien se podría afirmar que subyace en los equipos médicos una intención de acompañar esa decisión, si las leyes y normativas vigentes fueran menos restrictivas.
Luego de este estudio nos queda la sensación que el camino por transitar es muy largo y complejo, aún en un contexto como el estudiado, en el cual la construcción de espacios que garanticen los derechos de las mujeres, es una preocupación de gran parte de los equipos de salud; que la sola sanción de una ley que legalice la interrupción voluntaria de un embarazo es condición necesaria pero no suficiente para facilitar el acceso a la misma en los establecimientos públicos de salud; que el trabajo para derribar prejuicios y construir espacios que tiendan hacia un modelo de atención de la salud de las mujeres donde se respeten sus decisiones autónomas y, en pleno ejercicio de su libertad de conciencia, implicara un trabajo de reflexión profunda y cara a cara, en donde médicos y medicas puedan revisar críticamente sus practicas institucionales; que es imperioso que en las políticas sanitarias se incorpore la perspectiva de derechos y de genero a fin – entre otras cosas- de entender los complejos procesos sociales y culturales que llevan a las mujeres a tomar la decisión de abortar, y finalmente que es fundamental contar con mucha más información que de cuenta de las percepciones que tienen sobre el tema los y las profesionales médicos que atienden a las mujeres decididas a interrumpir su embarazo.
*Mónica Oppezzi; Programa de Salud Sexual y Reproductiva, Subsecretaria de Salud, Provincia del Neuquén. monioppezzi@gmail.com
Carlota Ramirez; Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable; mcramirez@gmail.com.
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