domingo, mayo 01, 2011

1° de Mayo Día del trabajador y de la trabajadora

Fuente: Grupo Feminista “La Ruptura”
Feminista y Anticapitalista
En estos días, donde las injusticias sociales son un panorama cotidiano, donde el deterioro ambiental se hace cada vez más grotesco e irreversible, donde la violencia, discriminación y opresión hacia las mujeres no parece mermar. En estos días donde la televisión se constituye como el gran Dios que dictamina lo verdadero, lo objetivo y lo real y todo lo que allí no aparece son cosas y situaciones sin importancia. En estos días donde vemos accidentes laborales por doquier y nadie lo denuncia, en donde estamos frente a una sociedad mayoritariamente apática. En estos días, entonces, se hace necesario e imprescindible conmemorar una fecha nuestra como lo es el 1° de mayo. Recordemos que esta fecha surge a raíz de las movilizaciones obreras realizadas en el año 1886, motivadas por reformas laborales (8 horas de trabajo, 8 horas de descanso, 8 horas de ocio), pero también por un transfondo que demandaba un cambio profundo y estructural de la sociedad. En este contexto de protestas caen 8 compañeros anarquistas, de los cuales 5 son condenados a muerte por un montaje en el cual se les acusaba de colocar una bomba en una manifestación obrera. Esto a diferencia de lo que los poderosos buscaban, no logró acallar las voces obreras y, muy por el contrario, se vieron y extendieron por todo el globo campañas de solidaridad con los compañeros, valiosa solidaridad que, con el correr de los años y a pesar de todas las tecnologías que nos conectan en tiempo inmediato, se ha perdido.

La importancia para nosotras de conmemorar esta fecha, radica en reivindicar la necesidad de la organización, entendiéndola como el único medio posible para ir transformando esta realidad que nos oprime y explota. Esto lo que podemos analizar en situaciones concretas: los únicos triunfos que hemos tenido a nuestro favor como pueblo los hemos logrado estando organizados y organizadas, nada nos han regalado. Además, considerando que tenemos un calendario plagado de feriados en los que se celebran y/o conmemoran fechas ajenas a nosotras y nosotros es que debemos apropiarnos de este día, haciendo de él un día de protesta, de rabia, de solidaridad. Es preciso hacer también un llamado de atención ante la creciente despolitización que está sufriendo este día, convirtiéndolo en una fiesta, en un feriado más, en donde se celebra y se realza el trabajo (ojo no las y los trabajadores, sujetos sociales por los y las cuales se constituye el primero de mayo).



Conocer y recordar esta fecha contribuye, sin duda, a comenzar a conocer nuestra propia historia y a entender como este sistema capitalista se ha sofisticado a tal nivel, que actualmente a pesar de que nos tiene más sometidas y sometidos, menos reaccionamos. Además, nos sirve para analizar como a ya aproximadamente 300 años de vivir en sociedades capitalistas-patriarcales nuestra realidad como pueblo ha cambiado muy poco; las demandas siguen siendo muy parecidas: los y las pobres son más pobres y las y los ricos más ricos. Pero ante este panorama, no debemos olvidar tantas experiencias de poder popular realizadas por nuestro pueblo así como experiencias actuales que nos hacen tener esperanzas de que esto puede cambiar.

Como Grupo Feminista La Ruptura reinvidicamos este día desde dos perspectivas: una de clase, que es la que hemos estado comentando, y otra desde nuestra posición y situación como mujeres. Respecto de esta última perspectiva, lamentablemente una vez más vemos cómo a través de la historia, nuestra participación en las movilizaciones obreras de 1886 así como en muchas otras, han quedado invisibilizadas y pasan a ser meras anécdotas, al punto de que el “día del trabajador” termina constituyéndose de manera patriarcal. Es por esto que nosotras reconocemos la fecha como el día del trabajador y la trabajadora, entendiendo que ambos estamos igualmente explotadas y explotados ante este sistema capitalista. Sin embargo, no cabe duda que sobre nuestros cuerpos pesa una doble opresión: la patriarcal y la capitalista.

En relación a lo anterior, la realidad laboral de las mujeres actualmente amerita, sin duda, un análisis en su particularidad, pues a pesar de sufrir la explotación capitalista al igual que el hombre, debe soportar la opresión patriarcal que supone, por ejemplo, menores sueldos a igual trabajo, acoso laboral, desigual distribución de roles en el trabajo, la perpetuación de nosotras en ciertos puestos de trabajo y profesiones. Sumado a lo anterior, el no reconocimiento por parte de las organizaciones obreras de la labor desempeñada por la dueña de casa como Trabajo, implica que éstos no logran dimensionar el plusvalor que entrega este trabajo al sistema capitalista-patriarcal, en donde pasa por la mujer el rol importantísimo de mantener contento al trabajador, tenerle la comida cuando llega del trabajo, tenerle ropa limpia al otro día, etc, en definitiva, reproducir la fuerza de trabajo. Estos roles evidencian la particular alianza que sostiene el patriarcado con el capitalismo en nuestros días. Por todo lo anterior nosotras creemos que ya es hora de considerar la lucha de clases a la par de la lucha feminista, ya que, de lo contrario, nuestra opresión seguirá intacta en cualquier sociedad, en tanto aún hay compañeros que creen que somos para vivir y desarrollarnos sólo en la esfera privada y que en realidad nuestra situación no amerita ser considerada en su especificidad.

Por eso el llamado que realizamos para este primero de mayo es a organizarnos de todas las maneras que nos sea posible, que la mitad de la humanidad que somos nosotras nuevamente no quedemos en la invisibilización, en el olvido, en la opresión del espacio privado esperando que lleguen los maridos cansados del trabajo a desquitarse. A ir siendo capaces de generar movimientos sociales integrales dentro de los cuales ninguna demanda especifica quede supeditada a alguna “demanda primordial”; a respetarnos entre nosotras y nosotros; a generar lazos reales de solidaridad y sobre todo, a esforzarse para acabar con el sistema patriarcal-capitalista.

¡Por una lucha feminista y anticapitalista!

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