“Siempre fue una mujer con una mirada estratégica hacia el futuro”, así describió Isabel Fabián a Mélida Anaya Montes, asesinada el seis de abril de 1983, en la capital nicaragüense, Managua.
Anaya es un ejemplo de la lucha feminista y revolucionaria en El Salvador. Durante la década de los años sesenta y setenta protagonizó, junto al movimiento social, grandes batallas a favor de los derechos humanos de las mayorías en el país, especialmente de las mujeres.
“Mélida Anaya Montes brindó un gran aporte a los cambios sociales del país y a la construcción de la democracia, promoviendo la participación de las mujeres. Las mujeres tenemos un rol importante en el desarrollo de esta nación, así como lo tuvimos durante la guerra”, agregó Fabián, coordinadora del programa de mujer y ciudadanía de Las Mélidas, organización feminista de El Salvador.
A 28 años de su asesinato, sus restos descansan en el cementerio de Santiago Texacuangos, municipio donde nació y en el que este miércoles diversas organizaciones feministas se congregaron para llevar una ofrenda floral y rendir honores a la mujer que entregó su vida por la lucha social revolucionaria.
Mélida Anaya Montes también fue maestra y consideraba a la educación como una herramienta fundamental para el desarrollo del país. Decía que: “Todos los elementos de la vida social se desarrollan y transmiten de generación en generación. La transmisión de la herencia de la humanidad de las viejas a las jóvenes generaciones, se hace mediante la educación y en ello radica la esencia de esta”.
Defendía el papel de la ciencia en el desarrollo económico, social y cultural, impartida “por medio del análisis de los hechos, del conocimiento, de la razón y de la experiencia de la humanidad”.
Su compromiso radical por la educación la llevó a participar activamente en la conformación de la Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños (ANDES 21 de Junio) y a apoyar diversas manifestaciones reivindicativas del gremio docente.
Ocupó los cargos de secretaria de conflictos y secretaria general de la organización.
Anaya se desempeñó como maestra en los niveles de educación media y superior. Según relatan las personas que la conocieron, laboró en distintos centros educativos de Zacatecoluca y San Salvador, destacándose en la escuela normal España y en la universidad de El Salvador.
De acuerdo a Carolina Morán, integrante de la junta directiva de Las Mélidas, Anaya Montes priorizaba los derechos humanos y consideraba que la mujer debía jugar un rol importante en las transformaciones sociales del país, visión que se mantiene vigente en la organización que lleva su nombre.
Comandante Ana María “Mélida se destacó dentro del FMLN, cuando era un frente guerrillero, por buscar la unidad y la consolidación de las organizaciones que lo componían”, expresó a Diario Co Latino, Vidalia Coto, coordinadora nacional de la colectiva de conducción de las Mélidas.
Durante los años setenta une esfuerzos con los sectores obreros, campesinos, mujeres de los mercados, pobladores de tugurios y estudiantes para fundar el Bloque Popular Revolucionario.
Tras el surgimiento de organizaciones revolucionarias, Anaya Montes o “Comandante Ana María», como era conocida, se incorporó a las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), una de las cinco organizaciones guerrilleras que conformaron el frente guerrillero conocido como el FMLN durante el conflicto armado en el país.
Luego de dedicar gran parte de su vida por la defensa de los derechos humanos y formar parte de la dirigencia de las FPL, las razones de su asesinato aún siguen generando dudas. Anaya Montes fue asesinada en un hecho confuso por un comando especial de las FPL.
A un aniversario más de su muerte, en Nicaragua, su vida sigue siendo un ejemplo para la reivindicación de los derechos de las mujeres, de la educación y de la democracia. Su labor y mensaje aún está vigente en El Salvador.
Este nuevo Gobierno, el primero de izquierda, ha dado algunos avances significativos en materia de promoción de los derechos de las mujeres, aprobándose el año pasado la Ley contra la violencia hacia las mujeres y en marzo de este año, la Ley de igualdad de género.
Asimismo, Ciudad Mujer es otro logro del actual Gobierno, un proyecto liderado y coordinado por la Secretaría de Inclusión Social para mejorar la calidad de vida de las mujeres salvadoreñas.
A pesar que aún hace falta camino por recorrer, el mensaje de mujeres como Mélida Anaya Montes sigue animando a la lucha contra la cultura patriarcal y la desigualdad social entre hombres y mujeres.
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