miércoles, octubre 13, 2010

la Paz en Colombia se llama Piedad Córdoba...

Por Susana Khalil - Revista Mujeres
Abolir el modelo económico de la esclavitud en el tiempo de la esclavitud era destruir el motor y el orden mismo de la economía de aquel entonces, y destruir ese modelo económico repercutía en el orden político, moral, social etc., Karl Marx señaló que la economía hace la existencia e igualmente señaló que "no es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia". Hablar hoy de la paz en Colombia es fracturar el motor y orden económico de ese Estado. Existe todo un modelo de mafia capitalista de tan lucrativo efecto económico que repercute en la esfera política, social, judicial, militar, laboral y por su puesto financieras como un hecho sistémico. Pero esto es algo que no se limita a la frontera de ese Estado sino más bien todo lo contrario, se sustenta desde fuera de sus fronteras. Colombia con su comercio de la droga y su guerra civil es una combinación que la convierte en una reserva y artería lucrativa en la economía mundial, en especial para la economía del feudo imperial estadounidense.

Esto ha convertido a Colombia en un laboratorio de la muerte para campesinos, estudiantes, periodistas, sindicalistas, activistas sociales, políticos, jueces. El ecocidio en especial en la selva para la producción de la cocaína, fumigaciones etc. Los pobres son las primeras víctimas, de inimaginable dolor dice un rap colombiano. Arde el luto, van fracturados del terror, espanto y hambre. Las cientos de matanzas y fosas comunes, un caníbal holocausto. "Maximización de la ganancia", nos dice el catecismo capitalista. Colombia hoy es el país con el mayor número de desplazados internos del mundo luego le sigue Irak. La economía hace la existencia, …pero nada de este horror parece verdad… y mucho menos parece que existe una guerra civil, tampoco parecía que en la bella Alemania Nazi en colaboración con la admirable IBM… estaban gaseando a millones de judíos.



Ahora dentro del ser social colombiano, hablar de paz es en cierto modo un absurdo, ilógico y un abstracto debido al omnipresente modelo económico y que por lo tanto demarca el universo del poder. Pero la dialéctica nos dice que no existe el escenario final, la historia también demuestra que las masas le revierten el poder a las elites o como bien lo señaló Karl Marx: Son las masas las que hacen la historia.

Pero apartando el marxismo a un lado y enfocándolo desde el punto de vista “metafísico”. El poder radica en los seres ya que lo único que tiene poder es la vida y el ser es vida.

Son millones de colombianos y colombianas que están apostando sus vidas por la justicia en su amada patria. A lo largo de estos 60 años de conflicto se han visto muchos esfuerzos, de buenas, malas y artificiales intenciones. Aunque existe la censura gran parte de organismos competentes del mundo saben los crímenes de lesa humanidad que vive Colombia, pero el tabú no está en conocer la situación, la prohibición está en actuar al respecto ya que es un lucro de escala mundial.

Es decir, que se sabe que ahí está la punta del iceberg en la que no se debe actuar, Piedad Córdoba actúa desde la cola de ese iceberg.

La senadora colombiana Piedad Córdoba es una honesta y entregada luchadora por la paz en su nación. Piedad Córdoba no es la paz vacía, abstracta o decorativa, esta mujer negra colombiana no es un panfleto o un hello-Kitty de la paz, ni tampoco una exquisitez de la diplomacia por la paz. Cree en el dialogo y por lo tanto recurre a todas las partes e instancias de su pueblo para concretar los caminos de la paz. Piedad Córdoba se introduce en la selva a hablar con los grupos armados, hace vida en su congreso, habla con el gobierno, pide apoyo internacional. Habla con Hugo Chávez, Ernesto Kirchner, Nicolas Sarkozy. Le explica y documenta al mundo lo que pasa en la selva. Porta una labor notable de perseverancia, no claudica antes los enormes tropiezos, riesgos etc., hecho este que provoca la oligarquía de ese Estado para su desgaste. Es una activista puntual, bien versada en la política de su país, no se deja manipular por artificios atractivos y fraudulentos, fija posición, entiende que hay que hablar con todas las partes, por lo tanto pone en práctica el sentido común y lo elemental: hablar con su propio pueblo en conflicto. Y ahora se le quiere condenar por esto.

En toda la amarga y salvaje historia del conflicto colombiano nadie había logrado la humanización del conflicto. La gestión humanitaria llevada a cabo a través de Venezuela, la entrega de los rehenes, contribuyó a esa humanización del conflicto, y es de vital importancia destacar que esa gestión humanitaria oxigenó una concreta esperanza. Se intentó colocar el conflicto en la agenda internacional pero sigue cerrada. Aunque posteriormente Ingrid Betancourt fue rescatada, bajo años de olvido, por el gobierno, es también verdad que ese rescate no se hubiese dado que gracias y como consecuencia de la labor y los efectos de la gestión humanitaria emprendida por Piedad Córdoba.

Es verdad que hoy Piedad Córdoba cuenta también con mucho apoyo, pero también es verdad que con su constancia y entrega ha construido credibilidad y apoyo. Hoy nos cultiva, nos educa y orienta.

La paz en Colombia es vital para la paz en la región, abolir ese modelo criminal que opera en Colombia es un positivo logro para un mundo mejor, es golpear al nefasto poder corporativista, imperial y sionista de dominación en el mundo.

Piedad Córdoba es un modelo científico de resistencia pacífica, es una referencia obligatoria del altermundismo. Piedad Córdoba es el reflejo de nuestro estado espiritual, es movida por el amor a su pueblo, burla ese híper inhumano poder y provoca la historia. Es hoy la más importante activista del mundo.

Palestinians_natives@yahoo.com


Fuente: Rebelión

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