Organizaciones nacionales e internacionales exigieron este jueves al gobierno de Guatemala que obligue a los empresarios a terminar con las prolongadas jornadas de trabajo y bajos salarios de las trabajadoras de maquila y agroindustria.
"El modelo de maquila en Guatemala no promueve el trabajo decente. El Estado tiene que exigir que los empresarios cumplan con sus obligaciones sociales. Es necesario que el seguro social fortalezca su componente de riesgos profesionales", declaró a la AFP el activista colombiano Mauricio Torres.
Torres, de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social, participó junto a otros activistas en el primer coloquio internacional sobre el derecho a la salud de las trabajadoras de las maquilas y agroindustrias.
Las trabajadoras guatemaltecas de estos dos sectores ganan salarios por debajo del mínimo legal de 200 dólares mensuales, y son obligadas a prolongadas jornadas de trabajo, en contacto con productos químicos y abusos físicos, entre otras violaciones de los derechos laborales, según los activistas.
De acuerdo con Rosa Escobar, de la Asociación de Mujeres en Solidaridad, los empleos en ambas áreas no son más que una extensión del trabajo doméstico, pues se limitan los derechos a la salud y la maternidad.
"Las mujeres somos un todo y no sólo salud materna, física y mental. Presionaremos para que el Estado cumpla con sus obligaciones", afirmó la activista guatemalteca a la AFP.
Además, las organizaciones buscarán presionar para que el Estado guatemalteco ratifique los convenios 102 y 155 de la Organización Internacional del Trabajo con el propósito de fortalecer la seguridad social para las trabajadoras.
"En Guatemala las empresas no afilian a trabajadores a la seguridad social o les descuentan las cuotas pero no las trasladan (a los entes recaudadores). Además existe una precaria higiene y seguridad industrial", agregó Torres.
Además, la nicaragüense María José Rivera, de la Red Centroamericana en Solidaridad con las Trabajadoras de Maquila, dijo que los gobiernos del istmo se preocupan por facilitar el ingreso de las maquilas a sus países, pero no de las secuelas que dejan en las trabajadoras.
"Las maquilas dejan secuelas en nuestras mujeres. Los gobiernos no están allí cuando las mujeres resultan con vértebras desviadas o afecciones en los brazos y hombros. Estos aspectos les impiden continuar laborando y quedan abandonadas", lamentó Rivera.
Un informe de la organización Médicos del Mundo Francia, divulgado el miércoles, indica que entre los problemas de salud más frecuentes se encuentran los trastornos digestivos, las afecciones respiratorias por la mota de la tela que respiran y problemas de la piel por sustancias químicas.
También sufren infecciones urinarias, porque no les permiten tomar agua e ir al baño cuando lo necesitan, según el informe.
El informe, elaborado por la organización tras una encuesta a 530 trabajadoras de maquila y agroindustrias, denuncia que además ellas son a menudo víctimas de insultos, abusos físicos y despidos injustificados.
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