Declaración de las mujeres ecuatorianas comprometidas con la utopía del cambio

Las mujeres ecuatorianas organizadas y las que actuamos de manera independiente, amigas del pueblo cubano y su Revolución, firmantes de la presente Declaración, refutamos de falsa y mentirosa la ofensiva crítica de algunos periodistas y medios de comunicación nacional que haciéndose eco de la campaña mediática procedente de Europa y Estados Unidos culpan al gobierno revolucionario de la Isla de permitir la muerte, por huelga de hambre, del ciudadano cubano Orlando Zapata quien, -omiten decir, tenía una larga trayectoria de actividades delictivas, estimulado por malos cubanos de dentro y fuera de la Isla, inició una huelga de hambre llevado por un compromiso con quienes financió esta medida. Los médicos responsables de la atención del caso hicieron todo lo humano y científicamente posible por salvar su vida, como parte de la práctica profesional y tradición solidaria de los galenos cubanos. Este proceso lo convirtieron en político gracias a la tremenda campaña mediática bien orquestada que descontextualizó el lamentable fallecimiento del señor Zapata y que en nuestro Ecuador ha tenido sus voceros en la radio y televisión, que generalmente exponen sólo una versión de lo sucedido.

Se arremete contra Cuba por la muerte deliberada e indeseada de un ciudadano, mientras a Europa y Estados Unidos se les exonera de la responsabilidad de miles de personas muertas, que hoy cuelgan sobre sus hombros, de Palestina, Irak, Afganistán, Pakistán y América Latina. Los mismos medios que condenan a Cuba mantienen silencio cómplice sobre lo que hacen las grandes potencias.

Por el éxito mediático, tras la muerte del primer huelguista, ahora hay otro voluntario que amenaza con morir a cambio de la excarcelación de reclusos sentenciados por llevar a cabo acciones delictivas contra el estado Cubano, con dineros procedentes de los Estados Unidos, actos tipificados en la legislación cubana como delitos comunes que no pueden quedar en la impunidad. Hay que explicar y desenmascarar actitudes de esta naturaleza para no dejarnos confundir con la falsa idea de que existen presos políticos, que por el solo hecho de pensar diferente, estén encarcelados. Nada más alejado de la verdad, son personas que han realizado acciones delictivas, algunas de alta peligrosidad en contra de la integridad y la vida de funcionarios y funcionarias del gobierno cubano.

Hoy acompañamos a Cuba porque conocemos la solidaridad y la vocación de justicia e igualdad de oportunidades que representa. Apoyamos la defensa de la dignidad y condición humana que practican las autoridades cubanas, por eso indignan los insultos y mentiras de un sector de la prensa nacional y extranjera acusándola de violaciones a los derechos humanos.

Respetamos la defensa del profundo humanismo que representa la experiencia histórica de la Revolución Cubana, que una vez más se intenta desacreditar por el inmenso poder que representa ser un país verdaderamente independiente y autónomo del Imperio para decidir su futuro.

La denominadas “Damas de Blanco”, que aparecen como un símbolo de defensa de sus familiares presos, están en su derecho de manifestarse para propiciar sus excarcelamientos, sin embargo el hecho es que reciben dinero extranjero para sus acciones, lo cual las ha descalificado y por eso han sido rechazadas por la mayoría de la población cubana.

La decisión soberana e independiente de Cuba de construir su propio modelo de sociedad se quiere afectar con esta campaña mediática pero no tendrá eco entre los pueblos comprometidos con las luchas de sus hermanos y hermanas. A Cuba hay que dejarla construir su socialismo. Todos los pueblos son poseedores del derecho de autodeterminación que implica decidir libremente su condición política y su desarrollo económico, social y cultural. ¿No es este un principio básico del Derecho Internacional de los Derechos Humanos?

Las mujeres ecuatorianas tenemos una trayectoria de lucha y conquista por nuestras reivindicaciones y por nuestros derechos y libertad. Hoy está presente entre nosotras una querida amiga y lidereza cubana, Vilma Espín, quien defendió la utopía de la Revolución y de la igualdad de género con su propio ejemplo.

Es por esto que hoy y siempre proclamamos nuestro respeto y apoyo a la revolución Cubana, así como declaramos nuestra vocación por la verdadera libertad de los pueblos por decidir su modelo político y económico, sin injerencias ni presiones, para llegar a una verdadera justicia social. Rechazamos todas las formas engañosas y mentirosas que tratan desprestigiar e impedir este gran anhelo y sobre todo, la utilización de las personas, llevándolas incluso a su muerte, para obtener tales nefastos fines. Eso sí es una violación a los derechos humanos.

Entre nuestros pueblos existe y existirá un destino solidario.


Ecuador, abril del 2010.