Un estudio encargado por el Ministerio del Interior del Reino Unido ha analizado la exposición de los más jóvenes a contenidos violentos y sexuales y propuesto soluciones para los problemas derivados de esa exposición. El informe "La sexualización de los Jóvenes", de la Dra. Linda Papadopoulos, estudió la influencia de los videojuegos, música, redes sociales, revistas, etc. en la juventud británica y considera que, en el caso de los videojuegos, muchos incluyen "contenidos altamente sexualizados" y no ofrecen "personajes femeninos de carácter fuerte". "En un reciente análisis, el 83% de los personajes masculinos se describían como agresivos, mientras que el 60% de los personajes femeninos se describían de manera sexualizada y el 39% estaban ligeras de ropa. Las figuras masculinas equivalentes eran del 1 y del 8%, respectivamente."
En el informe se critica la trivialización de la violencia contra las mujeres y se afirma que "también ha habido un incremento del número de juegos que reflejan varias formas de abuso sexual. Muchos videojuegos populares efectivamente recompensan a los niños por actividades violentas e ilegales, aunque virtuales." Además, "con los avances en tecnología, los juegos son cada vez más gráficos y realistas. Al mismo tiempo, los niños juegan cada vez más sin la supervisión de un adulto: tres cuartas partes de los chicos de 12 a 15 años tienen consolas en su habitación".
Para evitar influencias negativas en los más jóvenes, el estudio recomienda la venta de consolas con controles parentales por defecto y la apertura de páginas web donde los usuarios puedan denunciar públicamente anuncios "irresponsables donde se sexualice a los niños". Un caso que se cita es el del juego Rape-Lay, en el que el jugador puede violar a una mujer y a sus hijas. "Por poner un solo ejemplo, ¿cuánta gente ha estado involucrada en el desarrollo del juego Rape-Lay? ¿Cuánta gente fingió no darse cuenta de su contenido o supuso que no importaba? El juego ya no está disponible en Amazon, y hay muchos ejemplos de juegos y ropa no apropiados para ciertas edades que se ponen a la venta y luego se retiran."
"Cambiar las actitudes lleva tiempo pero es esencial si vamos a detener la violencia contra las mujeres (...) Creo que ofrecer a nuestros hijos representaciones realistas y que no abusen del género o la sexualidad harían mucho por asegurar el desarrollo de la salud emocional (y sexual) y promover la igualdad de género", concluye el estudio.
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