(CIMAC) Aunque en América Latina y el Caribe (ALC) se cuenta con el conocimiento y la tecnología para prevenir o solucionar más del 90 por ciento de las complicaciones obstétricas graves, las mujeres de la región tienen un riesgo de morir en el parto 14 veces más, comparada con las que viven en países desarrollados.
Esto refleja un retroceso y una desigualdad en materia de salud materna, consideran las investigadoras Carmen Barroso y Ana Langer en su informe titulado Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos en América Latina y el Caribe, publicado a finales del año pasado, por el Grupo de Trabajo Regional para la Reducción de la Mortalidad Materna (GTR).
Cabe destacar que la Tasa de Mortalidad Materna (TMM) en la región es de 150 por cada 100 mil recién nacidos vivos, lo cual indica un estancamiento desde hace10 años, donde los cambios no se reflejan y los avances son lentos e irregulares.
Por lo que, ALC está lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) 5, en el que 179 países acordaron en la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) de El Cairo, reducir en un 75 por ciento la mortalidad materna y como estrategia estableció lograr el acceso universal a los servicios de salud reproductiva para el 2015.
Esto refleja un retroceso y una desigualdad en materia de salud materna, consideran las investigadoras Carmen Barroso y Ana Langer en su informe titulado Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos en América Latina y el Caribe, publicado a finales del año pasado, por el Grupo de Trabajo Regional para la Reducción de la Mortalidad Materna (GTR).
Cabe destacar que la Tasa de Mortalidad Materna (TMM) en la región es de 150 por cada 100 mil recién nacidos vivos, lo cual indica un estancamiento desde hace10 años, donde los cambios no se reflejan y los avances son lentos e irregulares.
Por lo que, ALC está lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) 5, en el que 179 países acordaron en la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) de El Cairo, reducir en un 75 por ciento la mortalidad materna y como estrategia estableció lograr el acceso universal a los servicios de salud reproductiva para el 2015.
Asimismo, el acuerdo incluye asesoramiento, información, educación y servicios en materia de planificación de la familia, servicios de atención prenatal, partos sin riesgo y atención después del parto, además de la atención de salud materno-infantil, por citar algunas.
No obstante, en algunos lugares de América Latina y el Caribe, los gobiernos han buscado alternativas, para abatir la mortalidad materna, tales como la atención prenatal pero existen dificultades para acceder a ese servicio.
Cabe mencionar, que en Perú más del 60 por ciento de las mujeres en las ciudades son atendidas por médicos durante el parto, en contraste con las mujeres de la zona rural, donde sólo el 10 por ciento son atendidas en condiciones similares, detalla la Encuesta Demográfica de Salud 2000 en Perú.
La planificación familiar, es otro de los métodos para combatir la muerte materna, cabe destacar que, la demanda de anticonceptivos prevalece entre un 22 y 72 por ciento de aceptación en la población de ALC, pero de igual manera, las cifras varían entre países, mientras que las guatemaltecas utilizan los anticonceptivos en un 60 por ciento, las mujeres mayas los usan sólo un 20 por ciento, informó la presidenta de EngenderHealth, Ana Langer.
En contraste, en Honduras, un país subdesarrollado, se observó uno de los logros más importantes contra la muerte materna a partir de la implementación del Programa Nacional de Planificación de 1990, que consiguió reducir esa problemática en un 69 por ciento, indicó el informe de GTR.
Por tanto, es esencial que aboguemos por América Latina y el Caribe, que ha perdido prioridad en comparación con otros países del mundo, así como continuar con la atención hacia la salud y los derechos sexuales reproductivos, puntualizan las especialistas Carmen Barroso y Ana Langer.
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