CIMAC En Guatemala se realizan unos 65 mil abortos inducidos cada año, más de 21 mil mujeres son hospitalizadas para recibir tratamiento por complicaciones derivadas de esos procedimientos, y de acuerdo con las autoridades de salud, el aborto es la tercera causa de muerte materna en el país.
Aunque el aborto es ilegal en Guatemala y sólo es permitido para salvar la vida de la mujer en situación de riesgo, es una práctica común y no existe una política para prevenirla, añade un despacho de Prensa Libre.
Estuardo Carrera Brolo, ginecólogo, obstetra, escritor del libro “Sí a la vida” e integrante de la Asociación de Ginecología y Obstetricia de Guatemala, subraya que en Totonicapán, Escuintla, Retalhuleu y Alta y Baja Verapaz, son los departamentos donde más se registran casos de abortos clandestinos.
Por su parte, Edgar Kestler, director del Centro de Investigación Epidemiológica en Salud Sexual y Reproductiva (Ciesar), indicó que la falta de políticas de parte del Estado para enfrentar el problema y la escasa educación sexual y reproductiva, propicia la práctica del aborto.
Aunque el aborto es ilegal en Guatemala y sólo es permitido para salvar la vida de la mujer en situación de riesgo, es una práctica común y no existe una política para prevenirla, añade un despacho de Prensa Libre.
Estuardo Carrera Brolo, ginecólogo, obstetra, escritor del libro “Sí a la vida” e integrante de la Asociación de Ginecología y Obstetricia de Guatemala, subraya que en Totonicapán, Escuintla, Retalhuleu y Alta y Baja Verapaz, son los departamentos donde más se registran casos de abortos clandestinos.
Por su parte, Edgar Kestler, director del Centro de Investigación Epidemiológica en Salud Sexual y Reproductiva (Ciesar), indicó que la falta de políticas de parte del Estado para enfrentar el problema y la escasa educación sexual y reproductiva, propicia la práctica del aborto.
Kestler dijo que los datos de Guatemala son claros y evidencian cómo cada año más parejas comienzan su actividad sexual a edad temprana, 10 y 11 años, lo que se agrava en el área rural, por lo que es urgente una campaña de información y prevención, pues no sólo existe el tema de embarazos no deseados, sino de padecimientos como el VIH.
A decir de Ana María Fuentes, de la organización de Mujeres en Alianza para el Desarrollo (MDA), los abortos forzados o que se practican de forma clandestina y en condiciones peligrosas pueden ser traumáticos y difícilmente las mujeres se atreven a hablar de su experiencia, que les causa sentimientos de culpa.
Fuentes enfatizó que en los países donde el aborto es legal y hay suficiente información, la decisión puede ser difícil, pero la experiencia rara vez o nunca es traumática.
La feminista destacó que las mujeres tienen derecho a decidir por su futuro y para evitar que más víctimas queden en la clandestinidad, se debe buscar una salida legal.
Finalmente, Sandra Morán, representante del Sector de Mujeres, opina que el aborto debe ser despenalizado moral y legalmente, pero cree que es un tema delicado que debe ser abordado en forma profunda, ya que existe mucha oposición.
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