El nombre de Louise Michel quedó grabado con letras de oro en la historia de Francia, pues pasó a la historia por su participación durante los sucesos de la Comuna de Paris, fue militante socialista y fundadora de la Unión de Mujeres, y comandó “un batallón femenino”, que defendió las barricadas de París.
Si bien esta excepcional mujer escapa a la muerte, la arrestan y comparece delante de un Consejo de Guerra. Durante el juicio dio muestra de ejemplo de firmeza y convicción revolucionaria.
Rechaza a los abogados designados y presenta personalmente su defensa, al decir ”No me quiero defender. Pertenezco por entero a la revolución social. Declaro aceptar la responsabilidad de mis actos. (…) Ya que, según parece, todo corazón que lucha por la libertad sólo tiene derecho a un poco de plomo, exijo mi parte. Si me dejáis vivir, no cesaré de clamar venganza y de denunciar, en venganza de mis hermanos a los asesinos de esta Comisión”.
La pena de muerte le fue conmutada por el exilio en Nueva Caledonia. La amnistía votada el 11 de julio de 1880 la beneficia. Volvió a Francia, donde reasumió inmediatamente su puesto de combate en defensa de los oprimidos. Participó y dirigió varias manifestaciones de obreros y desempleados. Arrestada varias veces, fue condenada en 1883 a seis años de prisión.
Louise Michel Es autora de Memorias de la Comuna, (1898) y a su muerte, fue enterrada envuelta en el estandarte de la Comuna de París.
Vida de larga lucha
Louise Michel nació el 29 de mayo de 1830 en Vroncourt-la-Côte, en el departamento de Haute-Marne (Francia). Era hija natural de una sirvienta, Marianne Michel, y del hijo del terrateniente Etienne Charles Demahis. Sus abuelos paternos le dieron una educación liberal, inspirada en los ideales de Voltaire y Jean-Jacques Rousseau.
En sus memorias, ella recuerda su infancia como un periodo muy feliz de la vida. Luego de la muerte de su abuelo en 1850, estudia para ser maestra pero su rechazo a prestar juramento a Napoleón III le impide entrar en la enseñanza pública. Por ese motivo, entre 1852 y 1855, abre varias escuelas libres en Audeloncourt, Clefmont y Millières (Haute-Marne), invirtiendo la herencia que le habían legado los padres de la madre.
Practica una enseñanza basada en los ideales republicanos y en una pedagogía innovadora, lo que levantará suspicacia entre los tutores de sus alumnos y le valdrá alguna que otra amonestación por parte de las autoridades
Destacada anarquista francesa y una de las principales figuras de la Comuna de París, trabajó también como escritora, poetisa y educadora. Fue la primera en enarbolar la bandera negra, que bajo su impulso se convertirá en el símbolo del movimiento anarquista.
En 1856, Louise Michel se traslada a París donde se dedica a la enseñanza sin interrupción durante quince años. En 1865, abre una escuela en el número 24 de la calle Houdon, y crea otra en la calle Oudot en 1868. Le interesa la literatura y publica varios textos, en particular unos poemas que firma bajo el seudónimo "Enjolras".
Conoce a Víctor Hugo, una de las personalidades más famosas y respetadas de la época, con quien mantendrá una correspondencia de 1850 a 1879. Se introduce en los ambientes revolucionarios donde traba amistad con Eugène Varlin, Raoul Rigault et Emile Eudes, y es colaboradora habitual de periódicos de la oposición como Le cri du peuple (El grito del pueblo), cuyo redactor jefe es su amigo Jules Vallès.
En 1862, funge como socia de la “Unión de los poetas”, y en 1869 de secretaria de la "Sociedad Democrática de Moralización" que tenía por finalidad ayudar a las trabajadoras obreras.
El 1 de septiembre 1870, la derrota de Napoleón III en la guerra franco-prusiana pone fin a la dictadura imperial. Los acontecimientos precipitan la proclamación de la república, mientras el ejército prusiano marcha sobre París.
Louise Michel entra a formar parte del Comité de Vigilancia del barrio de Montmartre, una de las asociaciones vecinales que se crean en cada distrito parisino para organizar la defensa de la capital. Allí conoce al militante blanquista Théophile Ferré con el que mantendrá una relación sentimental.
En el París cercado por el ejercito prusiano, el Gobierno de Defensa Nacional refugiado en Versalles y las fuerzas republicanas radicales parisinas compiten por la supremacía política desde septiembre de 1870.
Como seguidora del movimiento revolucionario fundado por el republicano socialista Louis Auguste Blanqui participa en los últimos meses del año, en sendas manifestaciones populares, y en enero de 1871, cuando las tropas del general Trochu abren fuego contra la multitud delante de la alcaldía de París, Louise, vestida de guarda nacional, responde disparando.
Está en primera fila de los acontecimientos de los 17 y 18 de marzo 1871, que marcan el inicio de la Comuna de París. Cuando el gobierno de Versalles envía sus tropas a apoderarse de los cañones de la Guarda Nacional emplazados en la colina de Montmartre, Louise Michel ya era presidenta del Comité de Vigilancia del distrito XVIII. Como tal, encabeza la manifestación de mujeres que impedirá que los cañones pasen a manos de los "Versalleses", y logrará que los soldados confraternicen con los guardias nacionales y el pueblo parisino.
Mantiene una destacada labor social y militante en los apenas dos meses que dura la sublevación parisina. Anima el "Club de la Revolución" y sus milicias, y consigue del alcalde del distrito de Montmartre, Georges Clemenceau, la creación de comedores para los niños del barrio.
Además organiza también un servicio de guarderías infantiles en toda la capital, y apoya ideas muy novedosas como la creación de escuelas profesionales y de orfanatos laicos.
Cuando las tropas del gobierno de Versalles asaltan París en abril-mayo de 1871, combate, fusil en mano, en las barricadas de Clamart, Neuilly e Issy-les-Moulineaux. Participa como enfermera, recogiendo y atendiendo a los heridos, y recluta mujeres para llevar las ambulancias.
Como guardia del 61º batallón de Montmartre, lidera un batallón femenino cuyo coraje destacará en las últimas batallas libradas por los comuneros, en el cementerio de Montmartre y en Clignancourt, donde muchas de sus compañeras pierden la vida.
Louise logra escapar, pero se entrega a las autoridades a los pocos días, para obtener la liberación de su madre que había sido arrestada en su lugar. Théophile Ferré, con quien mantiene relaciones, es detenido a su vez: será ejecutado en noviembre de 1871 y ella le dedicará el poema les oeillets rouges (los claveles rojos).
En diciembre de ese año, es llevada ante el Sexto consejo de guerra bajo la acusación de intento de derrocar al gobierno e incitar a los ciudadanos a tomar las armas en defensa propia. La condenan a diez años de destierro después de haber declarado en el juicio:
Activa luchadora de la Comuna de París, educadora popular, y feminista, Louise Michel sigue siendo hoy en día una figura emblemática del anarquismo francés y del movimiento obrero en general.
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