martes, septiembre 15, 2009

“El Primer Congreso Nacional de Mujeres en Cuba”

Por: Julio César González Pages y Leonardo Tur Broche / Kaos en la Red
La Federación Nacional de Asociaciones Femeninas y el Club Femenino de Cuba: primer intento de unificación de las mujeres en la República.

Durante la primera década del siglo XX, el Sufragismo había ganado en Cuba determinado auge con la creación de las primeras asociaciones de mujeres que tenían como objetivo fundamental la obtención del sufragio femenino. (GONZÁLEZ PAGÉS, 1999)

Sin lugar a dudas, la creación el 3 de julio de 1918 de la organización Club Femenino de Cuba[i] fue un paso significativo en las aspiraciones de crear otro tipo de asociación involucrada con otras de iguales fines en el mundo. (KEADITOR, 1971)

El conocimiento de la procedencia social y económica de sus dirigentas nos permite calificarlas como un grupo heterogéneo integrado por periodistas, intelectuales, abogadas y maestras, quienes tuvieron desde su inicio la mirada recelosa de otras organizaciones que no perdonaban un desliz[ii]. Entre las que se integraron había mujeres de gran talla como Pilar Jorge de Tella, Emma López Seña, Hortensia Lamar y Del Monte, Rosario Guillaume y Dulce María Borrero.

El Club Femenino de Cuba fue una organización que desarrolló una intensa actividad por los derechos de las mujeres, encabezando importantes campañas favorables al sufragio femenino, reivindicaciones para las trabajadoras, asistencia social y otras.



El 30 de noviembre de 1921, por iniciativa del Club Femenino, se crea la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba (FNAF), la cual tuvo como principal objetivo: “Fomentar la unidad entre las asociaciones femeninas, procurando afianzar una organización que tenga como nexo la comunidad de intereses y afinidad de aspiraciones”[iii]. Este afán unitario también lo animaba la posibilidad de tener una mayor representatividad en los congresos internacionales femeninos, los cuales exigían una organización previa a nivel nacional.[iv]

Componían esta Federación cinco asociaciones: Club Femenino de Cuba, Congreso Nacional de Madres, Asociación de Católicas Cubanas, Asociación Nacional de Enfermeras y Comité de la Creche Habana Nueva; que en total contaban con una membresía de 8000 mujeres afiliadas.[v]

Para presidenta de la Federación fue designada Pilar Morlón de Menéndez en representación del Club Femenino; como vicepresidenta, Dolores Roldán Domínguez, del Congreso Nacional de Madres; y como secretaria de general, Manuela Berriz de Valdés, por la Asociación de Católicas Cubanas.

El discurso de esta Federación transgredía la forma tradicional de representación de las mujeres cubanas, situándolas a niveles de integración parecidos a los que los hombres acostumbraban; sin dejar de resaltar la maternidad y sus roles de participación tradicional: marital y maternales, como punto fundamental del reglamento constitutivo.

La FNAF, a propuesta de su presidenta Pilar Morlón de Menéndez, acordó la celebración anual de un congreso donde “pudieran tomar parte todas las mujeres de Cuba, fueran o no asociadas, para exponer allí su intelectualidad, cambiarse de impresión sobre todos los asuntos de importancia para la mujer”. (MEMORIA DEL PRIMER CONGRESO NACIONAL DE MUJERES, 1924)

El día 11 de octubre de 1922, se determinó en sesión extraordinaria, celebrar un congreso nacional, el cual constituyó la primera experiencia de este tipo para América Latina.[vi]

Primer Congreso Nacional de Mujeres: Estructuras, Bases y Reglamento.
El día 2 de noviembre de 1922, se celebró la sesión para elegir el Comité Gestor, el cual debatirá y aprobará las bases y el temario del congreso.

Este comité quedó integrado de la siguiente manera:

Presidenta: Pilar Morlón de Menéndez.

Vicepresidentas: Pilar Jorge de Tella, Peregrina Sardá, Amparo Manzanilla, Juana E. Viuda de Rambla, Rafaela Mederos de Fernández, Amelia Solberg de Hoskinson y Dolores Roldán Domínguez.

Secretaria general: Manuela Berriz de Valdés.

Vicesecretarias: Dra. Margarita López, América Escudero de Fernández, Isabel Caballero y Carmen Lorenzo de Roda.

Tesorera: Hortensia Lamar.[vii]

El comité debía reunirse todos los sábados hasta la celebración del congreso, reuniones a las que serían invitadas mujeres asociadas a otros grupos no pertenecientes a la Federación. Sin embargo, resulta significativa la ausencia de las sufragistas y sus líderes, las cuales estaban enfrascadas en fuertes disputas con estas otras asociaciones, actitud que tenía como motivo fundamental “el personalismo”, un mal que ya había creado inmensas divisiones en la estructura de la vida republicana.[viii]

Pese a esta importante ausencia de las sufragistas, el Comité Gestor estructuró un reglamento que parecía no obviar ningún aspecto, sobre todo a lo concerniente a tener una representación realmente nacional, lo cual quedó reflejado en sus artículos VI, VII, XII, XIII y XIV.[ix]

Se crearon Comités gestores por cada una de las provincias existentes entonces, los cuales hicieron hasta banderas de colores diferentes en las que se leía la inscripción: Primer Congreso Nacional de Mujeres, y seguidamente el nombre de la provincia.[x]

Estos comités provinciales aportaron un número importante de figuras que posteriormente serían pilares del Feminismo nacional. Un ejemplo de esta afirmación fueron Mariblanca Sabas Alomá (secretaria del Comité de Oriente) y Enma Betancourt de Agramonte (presidenta del Comité de Camagüey).[xi]

Las bases para los temas del congreso estuvieron acordes a las expectativas que tenían las mujeres feministas de otras latitudes, donde el discurso había puesto énfasis en analizar las actividades en que las mujeres habían estado ausentes y exigieron la forma de incorporarlas.

El punto número dos de las bases planteaba que las ponencias “no tendrán un carácter político ni religioso”[xii]. Esta cuestión, en opinión de la socióloga española Judith Astelarra, se explica hasta fechas recientes, en el tradicional desinterés que han mostrado las mujeres por la política, en la búsqueda de rasgos incompatibles entre la política y la femeneidad. (ASTELARRA, 1990)

La construcción de lo femenino perpetúa la división entre el mundo privado y el público, siendo precisamente en este donde se ejerce la política y donde surge el Sufragismo y el Feminismo, movimiento en respuesta a las desigualdades entre hombres y mujeres y por la plena participación femenina en las actividades públicas.

Las bases, en el punto número uno, exigen que “las ponencias oficiales y los temas libres podrán ser tratados bajo cualquier aspecto, pero nunca desfavorable al Feminismo o al Sufragismo”[xiii], afirmación que sin duda comprometía políticamente a todas las participantes a favor de luchar contra el patriarcado político ejercido por los hombres.

Ello trajo consigo un temario donde se exigirían cargos públicos, cambios en el sistema judicial, reconocimiento para los hijos ilegítimos de los mismos derechos que a los legítimos, necesidad de equiparar el trabajo de la mujer con el del hombre, igual trabajo y salario. Este renovador temario ponía al debate la mayoría de los aspectos más candentes que preocupaban a las mujeres en Cuba.



Citas y Notas:

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[i] El Club Femenino de Cuba llevó a cabo una amplia labor social y cultural. Por gestiones del Club se creó la Cárcel de Mujeres de Guanabacoa y la primera Escuela Nocturna para obreras. (DOMÍNGUEZ NAVARRO, 1971, p.80)



[ii] La conformación del grupo complicó sus relaciones con el resto de las agrupaciones feministas del país, de quienes recibieron duras críticas. Uno de los primeros cuestionamientos fue el de no pronunciarse a favor del voto femenino y su negación a mezclarse en la política. (GONZÁLEZ PAGÉS, 1999)



[iii] ANC, fondo Registro de Asociaciones, exp. 1556, leg. 384.


[iv] Uno de los objetivos del Reglamento plantea: “Fomentar la unidad entre asociaciones femeninas, procurándole afianzar una organización que tenga como nexo la comunidad de intereses y afinidad de apreciaciones. Unir todas las asociaciones femeninas con el objeto de que Cuba pueda tener una representación oficial en los Congresos Internacionales Femeninos”. ANC, fondo Registro de Asociaciones, exp. 1556, leg. 384.

[v] Para que se perciba una idea de la magnitud que acogía esta federación, las asociaciones que tuvieron delegadas al Primer Congreso fueron:

1.Asociación de Católicas Cubanas

2.Academia de Pintura y Escultura

3.Asociación Nacional de Enfermeras

4.Federación de Clubes Femeninos de la Florida

5.National Woman`s Party

6.Congreso Nacional de Madres

7.Universidad de La Habana

8.Instituto de La Habana

9.Escuela Normal para Maestras de La Habana

10.Asociación de Estudiantes de Letras y Ciencias

11.Asociación de Estudiantes de Medicina de la Universidad

12.Asociación Pedagógica Universitaria

13.Asociación Nacional de Normalistas Graduadas

14.Bando de Piedad

15.Asociación de Estudiantes del Instituto de La Habana

16.Logus Osym`s

17.Sociedad Etra de La Habana

18.Asociación Femenina de Camagüey

19.Asociación de Pintores y Escultores

20.Asociación de Reporteras

21.Partido Nacional Sufragista

22.Asociación Nacional de Maestros

23.Capítulo Masónico de Candelaria Figueredo

24.Capítulo Mercedes Mora Número 1 de la Orden Estrella de Oriente

25.Sociedad Humanitaria

26.Asociación Nacional de Farmacéuticos

27.Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba

28.Club Femenino de Cuba

29.Comité de la Creche Habana Nueva

Véase en (MEMORIA DEL PRIMER CONGRESO NACIONAL DE MUJERES, 1924, p.26)



[vi] En Yucatán, México, se celebró en el año de 1914, el Congreso Regional de Mujeres Trabajadoras. (SILVA MERTOG, 1969)



[vii] Ver “Acta de constitución” en (MEMORIA DEL PRIMER CONGRESO NACIONAL DE MUJERES, 1924, p.7)



[viii] El personalismo es señalado por la patriota pinareña Magdalena Peñarredonda como uno de los males de la política nacional, de los cuales las mujeres no están exentas. La división surgida en el liderazgo del Sufragismo cubano entre Amalia Mallén y Digna Collazo, trajo duras críticas por parte de sus congéneres. (GONZÁLEZ PAGÉS, 1999)


[ix] “Artículo IV. Los trabajos de organización y dirección del Congreso estarán a cargo de un Comité Ejecutivo, constituido por los miembros del Consejo Directivo de la federación Nacional de Asociaciones Femeninas.

(…)

Artículo VI. Los Comités de Provincia tendrán plenos poderes para hacer una intensa propaganda a favor del Congreso, visitarán a las mujeres más caracterizadas intelectual y socialmente para solicitar su adhesión, recibir las cuotas de los miembros titulares, obtener colaboración y obtener el envío de los trabajos.

(…)

Artículo XII. Cada provincia estará representada oficialmente en el Congreso por una Delegada que será designada por los miembros del Comité, reunidos en sesión.



2.La Delegada Oficial podrá o no ser miembro del Comité.



3.El nombramiento de la Delegada Oficial estará firmado por la Presidenta y la Secretaria del Comité y el Gobernador de la provincia.



4.Los gastos de viaje y estancia en La Habana durante los días en que se celebre el Congreso, estarán a cargo del Comité Ejecutivo del Primer Congreso Nacional de Mujeres.



5.La Delegada Oficial, desarrollará un tema en nombre de la provincia que representa y saludará en nombre de las mujeres de la provincia al Primer Congreso Nacional de Mujeres, el día de la apertura.



Estos trabajos estarán sujetos a las siguientes reglas:



1o Serán presentados por escrito, y una copia del tema libre deberá ser enviada antes del día 15 de marzo a la Comisión de Estudios de Temas.



2o La lectura del tema libre no durará más de quince minutos. Los discursos de saludo y despedida serán los más breves posible.



3o Observará en todo las reglas indicadas en el temario.

(…)

Artículo XIII. De las cuotas de los miembros titulares de cada provincia un 20 por 100 será destinado a sufragar los gastos del Comité.



2La tesorera enviará quincenalmente, junto con la nota del estado de caja, las boletas de los miembros titulares, deduciendo de la cantidad correspondiente el 20 por 100 indicado.



3Los fondos que por cualquier concepto sobrasen, serán remitidos cinco días antes de la apertura del Congreso a la Directora de la Comisión de Propaganda de La Habana.



Véase “Reglamento del Primer Congreso Nacional de Mujeres” en (MEMORIA DEL PRIMER CONGRESO NACIONAL DE MUJERES, 1924, pp.9-12)



[x] Los colores fueron los siguientes: azul oscuro (Pinar del Río), verde oscuro (Habana), carmelita oscuro (Santa Clara), anaranjado (Camagüey) y rojo oscuro (Oriente).



[xi] En Matanzas el Comité de esa provincia tuvo como presidenta a Ramona Font Pena y como vice a Elvira Miranda de Byrne. En Oriente, la presidenta fue María cato de Chacón y las vicepresidentas Libia Escaverino y Amelia Casado de Carbonell. En Camagüey, la presidenta fue Enma Betancourt de Agramonte y las vice Rosa Anders Guy e Isabel Betancourt. En Santa Clara, la presidenta resultó ser Natalia Pomares de Ayala y las vice Ana Luisa Hernández de Torrens y Manuela Meléndez de García. Por último, Pinar del Río designó a Esther Pintado de Igargüen como presidenta y en las vicepresidencias a Celia Muñoz García Valdés y América Ana Cuervo. Ver “Informe de la Sra. Isabel Martínez de Alquízar” en (MEMORIA DEL PRIMER CONGRESO NACIONAL DE MUJERES, 1924, pp.13-18)



[xii] Véase en “Bases para los temas del Primer Congreso Nacional de Mujeres” en (MEMORIA DEL PRIMER CONGRESO NACIONAL DE MUJERES, 1924, p.19)



[xiii] Ibídem.



Referencias Bibliográficas



ASTELARRA, J. Participación política de las mujeres. Madrid: Editorial Siglo Veintiuno, 1990



DOMÍNGUEZ N., O. 50 años de una idea. Madrid: Instituto Cubano del Libro, 1971



GONZÁLEZ PAGÉS, J. C. La diáspora sufragista en Cuba 1898-1925 Boletín del Archivo Nacional, La Habana: Editora Política, Segunda Época, n. 12, 1999



KEADITOR, A. The ideas of the woman suffrage movement. 1890-1920. New York: Anchor Books, 1971



MEMORIA DEL PRIMER CONGRESO NACIONAL DE MUJERES. La Habana: Imprenta La Universal, 1924



SILVA M., J. Breve Historia de la revolución mexicana. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1969

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