El turismo sexual es uno de los grandes problemas en los países de América Latina, de acuerdo con diversos informes y, pese a que en algunos lugares se están tomando medidas para prevenir este grave fenómeno, todavía no existe total conciencia de la población y de las autoridades, ni resultados efectivos al respecto.
En América latina y el Caribe esta situación se hace cada vez más visible. Según opiniones de expertos, esto se debe al crecimiento turístico y a las duras leyes que se han implementado en Asia, considerada hasta hace pocos años una de las zonas con mayor oferta y demanda de turismo sexual infantil.
En América latina y el Caribe esta situación se hace cada vez más visible. Según opiniones de expertos, esto se debe al crecimiento turístico y a las duras leyes que se han implementado en Asia, considerada hasta hace pocos años una de las zonas con mayor oferta y demanda de turismo sexual infantil.
ECPAT España (Red Internacional de Organizaciones Contra la Explotación Sexual Comercial Infantil) señala que, para analizar este asunto, se debe enfocar sobre dos factores. Por un lado, el poder económico y social del explotador extranjero y, por otro, la falta de control, ya que el abusador, luego de haber delinquido, puede salir del país dejando de lado la justicia.
En julio de 2004, un horrendo titular en el diario La Vanguardia, de España, decía que "el turismo sexual infantil en América Latina atrae a 30.000 españoles al año".
En aquella nota, la experta María Eugenia Villarreal, presidenta de ECPAT Guatemala, advertía que, en los últimos años, se ha incrementado el turismo sexual infantil en el continente americano, después de que se endurecieran las leyes en naciones del Sudeste Asiático, antiguos paraísos del turismo sexual.
"Esto ha propiciado que los turistas sexuales busquen otros lugares para establecerse donde haya una mayor impunidad para cometer estos actos, que constituyen un delito", sostuvo la especialista.
Costa Rica encabeza la lista de estados latinoamericanos con esta problemática. Se sabe que se encuentran con mucha facilidad lugares con niños prostituidos y que los precios son muy bajos.
Al finalizar la década de los noventa, ese país había recibido cerca de 5.000 turistas, en su mayoría norteamericanos, que buscaban aprovecharse sexualmente de menores, mientras que en Guatemala, unos 15.000 niños y niñas menores de edad están en situación de explotación sexual comercial.
En Argentina, el problema afecta principalmente a las provincias del NEA (Misiones, Corrientes, Chaco) y a la Ciudad de Buenos Aires. Según un informe de la Policía Federal Argentina, difundido el año pasado, alrededor de 13 chicos por día caen en las redes del turismo sexual.
A la vez, la Oficina de Asistencia a la Víctima de la Procuración General de la Nación señala que los más afectados son muchachos de 13 a 18 años.
El mencionado estudio relata que el modus operandi consiste en que los menores en situación de calle o en cualquier otro estado de vulnerabilidad son captados por adultos en la vía pública y trasladados a hoteles donde, a cambio de dinero, son abusados por turistas.
María Elena Naddeo, ex presidenta del Consejo De Los Derechos De Niños/As y Adolescentes, manifestó a SEMlac que una de las causas por la cual esta problemática se ha incrementado en Argentina es porque en los últimos años las redes de trata se han extendido y profundizado por la caída en la pobreza y en la indigencia de amplias capas sociales.
Según la experta, "las redes internacionales, los intermediarios de trata interna, desarrollan y utilizan contactos y complicidades con instituciones de la seguridad y de algunos funcionarios locales, quienes consideran, en general, el turismo sexual o la utilización de mujeres y jóvenes en prostitución como parte de los hábitos "tradicionales" masculinos vigentes".
En tanto, Viviana Caminos, directora ejecutiva de la Asociación Civil Generar y co-coordinadora de la Red Nacional de Alto al Tráfico y la Trata, sostiene ante SEMlac que una de las posibles causas del incremento reside en que la mayoría de los países americanos poseen insuficientes políticas públicas destinadas a prevenir la explotación sexual infantil.
"También es deficiente el accionar de la Justicia —continúa Caminos— ya que suele haber muy pocas condenas para estos casos, sumado a que los procesados no son siempre los principales responsables de las redes del crimen organizado para el turismo sexual infantil".
Sin dudas, en este horrendo negocio algunas agencias de viajes y hoteles parecen ser cómplices de toda la maquinaria que robustece el drama.
Naddeo recuerda que años atrás se detectó que algunas agencias de turismo incluyen el incentivo en los contactos con hoteles importantes, a través de pagos adicionales, de la edición de los denominados books con las fotos de las chicas y mujeres que pueden ser solicitadas por los clientes.
"Estos books —continua Naddeo— han sido vistos por personal de hoteles y servicios de turismo que en forma discreta —para no perder sus puestos de trabajo— han denunciado estas situaciones en distintos ámbitos".
La titular de la delegación del Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), de la provincia mediterránea de Córdoba, Adriana Domínguez, informó que durante 2008 había recibido varias denuncias de madres y padres de menores de nueve a 13 años, según los cuales a sus hijas e hijos le ofrecían trabajar en estancias donde su labor consistiría en alcanzarle la ropa a los turistas luego de tomar un baño.
Estas ofertas venían principalmente de turismo cinegético (caza de palomas) que está en pleno auge en esa provincia. A la vez, Domínguez planteaba a la prensa que los padres comentaron que sus niñas se escapaban de esos lugares porque los turistas intentaban manosearlas o tomarles fotos.
Domínguez también relató que muchas veces los padres no quieren avanzar en los trámites de denuncias en la Justicia porque temen perder el trabajo o sufrir otras represalias.
Además advertía sobre diversos casos ligados a los eventos y fiestas vinculadas con el agro y la ganadería —propias de esa provincia— ya que éstas son actividades de las que se valen los tratantes, explotadores y abusadores para fomentar y mantener el perverso negocio.
Medidas sin accionar
En la ciudad de Buenos Aires, la Ley 2443, aprobada en 2007, en su Capítulo Cuarto, propone elaborar una guía turística de la Ciudad y mantenerla actualizada, incluyendo en la misma las campañas vigentes contra la explotación sexual comercial de niños/as y adolescentes.
Además, estipula la necesidad promocionar la ciudad de Buenos Aires sin alterar o falsear su identidad turística. "informar con veracidad sobre los servicios que ofrece y acerca de la existencia de los delitos vinculados a la explotación sexual comercial infantil y de sus sanciones".
"La ley es relativamente reciente, no se ha reglamentado ni tampoco se han tomado iniciativas especiales para la erradicación del turismo sexual infantil. Siguen funcionando dos pequeños equipos especializados en la atención de victimas de explotación sexual y trata, uno en el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y otro en el Ministerio de Desarrollo Social sin que se hayan ampliado en la presente gestión de gobierno", aseguró Naddeo a SEMlac.
Viviana Caminos cuenta a SEMlac que varias ONG realizan monitoreos acerca del cumplimiento del Código de Conducta firmado con el gobierno y el sector privado de Turismo. Este Código se suscribió en Buenos Aires y formaliza la creación del Comité Nacional del Código de Conducta contra la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes en Viajes y Turismo.
El propósito de este convenio, impulsado por la Secretaría de Turismo de la Nación y suscrito por UNICEF, Save The Children, ECPAT Internacional y AFEET (Asociación Femenina de Ejecutivas de Empresas Turísticas ) y otros organismos estatales como la Secretaría de Derechos Humanos, es avanzar en el desarrollo de un Código de Conducta en Turismo que promueva la implementación y desarrollo de políticas éticas corporativas para la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes, de parte de todos los actores del sector turismo.
Este Código de Conducta es una iniciativa de ECPAT Internacional y la Organización Mundial del Turismo (OMT) para combatir y prevenir la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes que se ha extendido a más de 70 países.
A pesar de esta iniciativa, Viviana Caminos opina que no existe un compromiso verdadero. "No hay campañas como en otros países, los recursos que el Estado aporta a este tema y a la trata de personas son casi nulos. Tampoco es posible hacer un seguimiento debido la dispersión de la información".
Acciones ejemplares
En Brasil, por ejemplo, uno de los eslóganes que el Ministerio de Turismo instaló como parte de la campaña para prevenir y denunciar el turismo sexual infantil se tituló: "Cuidado, Brasil te está mirando".
Mientras, en la ciudad de Buenos Aires, durante la gestión de María Elena Naddeo, se desarrolló una interesante campaña denominada: "Sin clientes no hay prostitución infantil".
"Como consecuencia de la campaña lanzada y sostenida durante junio-julio del 2005, se cuadruplicaron las denuncias y consultas sobre explotación sexual de adolescentes y mujeres jóvenes, entre ellos algunos —muy pocos— referidos a turistas en la zona de Caminito y la Avenida 9 de Julio", rememora Naddeo en la conversación con SEMlac.
No hay comentarios:
Publicar un comentario