lunes, junio 08, 2009

El Rol Femenino en el Crimen Organizado: Mujeres del Narcotráfico

Fuente: APM
En los últimos años la presencia del género en este negocio ha aumentado. Algunas historias reconocidas como la de Enedina Arellano Félix y Sandra Ávila Beltrán conocida como “La Reina del Pacífico”.

Durante la década del `70 la participación directa de las mujeres en los cárteles mexicanos era prácticamente nula. Sin embargo, desde los años `90 son cada vez más las que se encuentran involucradas, por distintas razones, en actividades de lavado de dinero y dentro de grupos del crimen organizado, entre otros. Este aumento se debe a la búsqueda de modos de supervivencia de quienes ven agotados sus horizontes, en un país donde habita una extrema pobreza acompañada de gran corrupción y falta de oportunidades.

Las mujeres dentro del negocio de venta de drogas ilegales, participan de diversas maneras. En su mayoría, los roles que desempeñan, quienes provienen de sectores indígenas y de bajos recursos, son los de burreras (narco-mulas, medio para el tráfico).

Las burreras son las que se encargan de transportar paquetes de un lado a otro. Muchas veces, debido su falta de educación, desconocen que dentro de los envoltorios hay marihuana o cocaína. Su trabajo es lograr el paso de la droga del otro lado de la frontera mexicana, hacia Estados Unidos.

Otras mujeres son vendedoras del narco menudeo, que es la venta de droga en pequeña cantidades. Es decir, que son lo que en ingles se llama “drug dealers”, vendedores de estupefacientes en la calle o casas, llamadas narco tienditas.

Con respecto a esto último, en el mes de abril, el Congreso de la Unión de México aprobó una ley contra este delito, que prevé la cantidad máxima de estupefacientes que puede portar una persona para no ser sancionada.

Según declaraciones de Miguel González Salud, Diputado Federal por el Partido Revolucionario Institucional: “No hay capacidad en nuestro país, como en ninguna parte del mundo para atender el problema. No hay ministerios públicos, ni espacio en las cárceles para recibir a los adictos, por eso de la necesidad de la ley”.

Mujeres “trofeo”


Otro rol -quizás más frívolo pero no menos peligroso- que una mujer desempeña dentro del crimen organizado es el de ser objetos de adorno. Estas mujeres son usadas por narcos que controlan sus vidas convirtiéndolas en mercancías.

En este sentido, el escritor y periodista Víctor Ronquillo señala en una entrevista con la Agencia EFE que “existe una galería de bellezas de los traficantes, en donde las mujeres son objeto de adorno”.

Y agrega: “Las mujeres bellas hoy encuentran el peor de los destinos cuando forman parte de la colección de damas de algún personaje del universo narco. Pasan la vida condenadas a la frivolidad y los excesos y pronto son excluidas, cuando alguien más joven, más bella, más dispuesta, ocupa su lugar”.

Asimismo, José Manuel Valenzuela, sociólogo del Colegio de la Frontera Norte, dice en una nota del portal La Crónica de hoy que “en el narco mundo para los narcotraficantes no basta tener cuantiosas fortunas, les gusta hacerlas visibles, que se sepa que les sobra dinero. Por eso se rodean de premios que reflejan un éxito social: aviones, joyas, ropa, casas, autos, festines y, sobre todo, mujeres-trofeo”.

Un caso representativo de la “mujer trofeo” es el de Laura Zúñiga, actual Reina de Belleza del Estado de Sinaloa. Zúñiga era el año pasado la favorita para convertirse en "Miss Hispanoamérica 2008" en Bolivia. Sin embargo, en noviembre, ésta modelo fue arrestada junto a su pareja -un capo del Cártel de Juárez- y otros seis presuntos narcotraficantes, cuando iban a bordo de dos camionetas en las que llevaban armas y dinero cerca de Guadalajara.

Mujeres que manejan el negocio

Existen excepciones a esta regla, que llaman la atención, dentro de un mundo que se pensaba que era sólo para hombres. Por ejemplo, la popular mexicana Sandra Ávila Beltrán, más conocida popularmente como “La Reina del Pacífico”, por ser considerada un importante enlace del narcotráfico entre México y Colombia.

Esta mujer, pertenece a lo que puede llamarse la “narco aristocracia”, ya que tiene nexos familiares con personajes que han controlado el negocio del narcotráfico como su tío Miguel Ángel Félix Gallardo, el capo de capos en los 70 en México, reconocido como “El Padrino”. Según Ronquillo, autor del libro "La Reina del Pacífico y otras mujeres del narco": "Fuentes policiales afirmaron que Ávila Beltrán dirigía las finanzas de los cárteles de Juárez y Sinaloa, dos de los principales del país, y era su conexión con el cártel colombiano Norte del Valle. Ella fue capaz de armar una ruta marítima para el trasiego de cocaína de Colombia a Estados Unidos".

Ávila Beltrán, protagonista del narcocorrido "Fiesta en la sierra" de Los Tucanes de Tijuana, fue detenida por las autoridades de Ciudad de México en septiembre de 2007 junto a su pareja, el colombiano Juan Diego Espinosa, alias "El Tigre".

Otro es el caso de Enedina Arellano Félix quien es la cabeza del Cártel de Tijuana, desde que dos de sus hermanos fueron detenidos y otro asesinado.

Con respecto a este caso, Ricardo Ravelo, especialista en temas del narcotráfico y autor de “Los capos y los narcoabogados”, comentó al portal mexicano La Crónica de hoy que “no existe en el mundo ninguna organización con carácter mafioso en la cual una mujer tenga tanto poder como Enedina, que es licenciada en contabilidad y la mayor de los hermanos Arellano”.

Perfiles opuestos

Según Ravelo, ambas mujeres poseen personalidades distintas pero unidas por una sola característica: el liderazgo.

“La Reina es una mujer seductora, que utilizaba sus atributos físicos como una llave para consumar negocios y conseguir aliados, incluso a nivel policíaco. Es protagonista, violenta, manipuladora, dictatorial, bragada, con una vida social activa, amante de las fiestas, de las joyas y de los placeres”, describió Ravelo a La Crónica de Hoy. Y agrega que “su carácter y frialdad la alejaron pronto de los trabajos menores, propios del sexo femenino en este ámbito. Logró filtrarse a los esquemas de dirección y luego se concentró en manejos financieros y lavado de dinero”.

En cuanto a Enedina, Ravelo dice que “es una mujer prudente lo que muy probablemente la mantiene lejos de las investigaciones policíacas, la última pista que se tuvo de ella es que estaba afincada en San Diego, Estados Unidos”.

Y además explica que “Enedina no tiene ni los rasgos violentos, ni las posturas negociadoras de sus hermanos. Sobresale su capacidad administrativa, hasta cierto punto explicable por sus estudios en contaduría. No es la matona cruel ni la dama obsesionada con el poder y la belleza, es más bien escurridiza, mecánica, discreta, inteligente. Es además eficaz en la administración de empresas, bienes raíces, hoteles y casas de cambio”.

Cada vez son más las que ingresan al mundo de la droga

No hay duda de que en los últimos años ha aumentado la presencia de mujeres en el narcotráfico. Existen otras historias menos conocidas como la de Blanca Margarita Cázares Salazar. “La Emperatriz” (como se la llama) ha sido identificada por autoridades de Estados Unidos como una de las principales operadoras de la red de lavado de dinero del grupo que encabeza El Mayo Zambada.

También está el caso de Ivonne Soto Vega “La Pantera”, detenida el 19 de julio de 2001 en la ciudad de Tijuana, Baja California, quien constituyó una red de casas de cambio y empresas inmobiliarias que le permitieron -presuntamente- lavar más de cien millones de dólares en 40 meses.

Como se pudo analizar en los diferentes casos, las mujeres (en su mayoría), que entran al “narco mundo”, entran por dos causas centrales: el afecto y la necesidad.

“En lo que respecta al afecto, miles de mujeres en México y en Latinoamérica entran al mundo del crimen organizado motivadas por sus hijos o parejas o alguna relación sentimental que las vincula a un hombre”, describe al portal Milenio, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Rocío García Gaytán.

En cuanto a la necesidad, muchos analistas sostienen que México es un país donde ser profesional no es garantía de buenos salarios y el narcotráfico se ha convertido en un gran poder presente en cualquier estructura social. En este contexto, para mucha gente sumergida en la pobreza y en el olvido del Estado, muchas veces parecen existir sólo tres alternativas: la pobreza, la prostitución o el mundo narco.

Por otro lado, en los últimos años han sido ejecutadas muchas de estas mujeres por venganzas entre grupos del crimen organizado, principalmente en Chihuahua, Baja California y Sinaloa. Según datos de la prensa mexicana, 50 mujeres fueron asesinadas desde 2006 en ajustes de cuentas entre los cárteles.

Mujeres y narcotráfico, mujeres y pobreza. En distintos ámbitos y situaciones, las mujeres están y son parte del mundo narco.

No hay comentarios: