Inauguración del XI Encuentro Feminista LA y del CaribePor: Lucía Lagunes Huerta
Apegada a la tradición feminista del reconocimiento a las ancestras, 33 mujeres de América Latina, Estados Unidos e Italia, fueron homenajeadas in memoria, por su contribución en la construcción del movimiento feminista y la libertad de las mujeres, en el marco de la inauguración del IX Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe que se realiza en la Ciudad de México.
Producto de una consulta pública, fueron llegando los nombres a lo largo de tres meses, por medio de Internet. Feministas latinoamericana propusieron a cada una de las que hoy fueron reconocidas, en el ex convento Regina Coeli, ante mil 600 mujeres feministas diversas, plurales y autónomas.
La primera en ser nombrada fue Alaíde Foppa, desaparecida por el gobierno del dictador guatemalteco Romeo Lucas García, tras el regreso a su país, después de su exilio en México, lo que movilizó a las feministas de la década de los 80, recuerda Elena Poniatowska: “Fuimos a distintas instancias del Gobierno de México, nos manifestamos en las calles. Alaíde nunca apareció”.
Para el feminismo mexicano, la memoria de Alaíde marca el inicio de una etapa de fuerte activismo y pensamiento teórico. Periodista, creadora de la Revista Fem y del Foro de la mujer en Radio Universidad, maestra de muchas de las lideresas feministas mexicanas, abrió el homenaje a estas 33 mujeres, activistas, artistas, pensadoras, quienes aportaron para la argumentación política del feminismo a lo largo de su vida.
MUJERES MAGAS REFLEXIONAN SOBRE LA VEJEZ
A través del video, la antropóloga feminista mexicana Marta Lamas, conmovida, señaló que para ella la Revista Fem terminó el día en que Alaíde desapareció, aun cuando tras el asesinato de Alaíde la revista se siguió publicando hasta el 27 de octubre de 2005, cuando bajo la dirección de Esperanza Brito, otra de las homenajeadas, dejó de publicarse en papel.
Una a una fueron nombradas, al igual que su imagen, todas fueron abrazadas por las feministas viejas y jóvenes. Ahí la filósofa Graciela Hierro, con el atuendo de reina, explica cómo surge el grupo de las Reinas Magas, un grupo de mujeres maduras que “nos dedicamos a reflexionar sobre la vejez de las mujeres. La primera pregunta que nos hicimos fue cuándo empezamos a envejecer”.
Cecilia Loría, a quien también se evocó, recordaba que “la historia la hemos construido todas”:
Betty Friedman, lideresa feminista estadounidense de los años sesenta, teórica fundamental en el cuestionamiento del papel femenino en la sociedad, luchadora por la despenalización del aborto.
Itziar Lozano, feminista española que alimentó el feminismo mexicano, Nancy Cárdenas, Beba Pecanis, Susana Prats, de Uruguay, fueron también reconocidas y homenajeadas.
Tampoco faltó Vilma Espín, lideresa cubana del movimiento feminista y constructora de la Revolución cubana; las hermanas Mirabal, de República Dominicana, por quienes el 25 de noviembre se lucha por una vida libre de violencia para las mujeres; Benita Galeana, de México, Clara Cazals de Panamá; la feminista comunista italiana Franca Ongaro Bassaglia quien cuestionó la institución psiquiátrica y la situación de opresión de las mujeres.
Conchita Palacio, de Nicaragua, defensora de la salud de las mujeres; Liliana de Pauli, Argentina, que en México impulsó la Red de Mujeres Munícipes. Estuvieron también las feministas chilenas, paraguayas, uruguayas… Todas en un abraso colectivo a las ancestras, maestras y guías.
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