Por: Rebeca E. Madriz Franco
La Televisión Venezolana Oficial se corresponde con un tipo particular en una competencia que no termina de cubrir y satisfacer las necesidades de nuestra sociedad. La Televisión Comercial por su parte, cubre una amplia gama de programación cuyo contenido ideológico logra incidir en diversos sectores sociales, especialmente cuando se trata de la juventud.
La Televisión Venezolana Oficial se corresponde con un tipo particular en una competencia que no termina de cubrir y satisfacer las necesidades de nuestra sociedad. La Televisión Comercial por su parte, cubre una amplia gama de programación cuyo contenido ideológico logra incidir en diversos sectores sociales, especialmente cuando se trata de la juventud.
No puede desconocerse que la Revolución Bolivariana tiene una gran debilidad cuando de la materia se trata. Y la necesidad de una política comunicacional dirigida especialmente a la juventud es cada vez más inminente. Y es que si bien es cierto, Venezolana de Televisión, Vive Televisión, y TVES, son la única alternativa para las y los revolucionarios, no son las más óptimas cuando se trata de atender éste sector social.
Las técnicas y la calidad de la transmisión de los canales comerciales son la primera justificación de esa captación mayoritaria de la juventud. Desde técnicas de iluminación y color, pasando por un lenguaje fresco, hasta culminar en las más vejatorias y discriminatorias formas de dirigirse a ciertos sectores principalmente: pobres, mujeres, personas de la tercera edad y personas con problemas de sobrepeso, son factores que se constituyen en el pan nuestro de la televisión privada, y que reproducen la lógica y la ideología capitalista.
Sin embargo, esos ganchos de la televisión privada son fácilmente desmontables porque finalmente su contenido es vacío y mellan en la idiotez, y la llamada generación Globovisión (en palabras del Prof. Fernando Key), son una muestra clara de ello. De manera que si la juventud tiene una identificación, que es también un modismo, frente a la televisión comercial, es porque lamentablemente no hay una alternativa real que les permita decidir entre diversas alternativas.
En este sentido, vale la pena señalar e insistir en la necesidad de que un canal como Ávila TV, cuyo contenido es por demás acorde con nuestra juventud, sea un canal en señal abierta nacional. Es ésta una alternativa real para la juventud, que además puede saldar la deuda de un proceso que si bien ha reconocido y elevado los niveles de inclusión de las y los jóvenes, no ha logrado una política efectiva y específica que separe la juventud venezolana de las garras de la ideología dominante.
Ávila TV, no sólo es una opción de calidad en cuanto a su contenido, que es bastante crítico y cuestionador del capitalismo, sino además es una televisión donde la juventud se ve reflejada, y es que los estereotipos de la televisión comercial no se corresponden con nuestras características morfológicas y culturales, mientras que en Ávila la juventud puede verse detrás de la pantalla.
Capitalizar la generación de relevo no basta con políticas sociales que si bien tocan a la juventud, son desconocidas por una gran parte de ella, entre otras cosas por la desventaja en la que nos encontramos los sectores revolucionarios frente a la guerra mediática de los canales privados.
Ataquemos pues, todos los espacios necesarios que garanticen la continuidad y profundización de la revolución bolivariana y ganemos a la juventud para la causa que le corresponde.
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