Guadalupe Cruz Jaimes / CIMAC
Wal-Mart de México, la tienda "de los precios bajos", viola los derechos laborales de miles de trabajadoras quienes trabajan jornadas que superan los horarios establecidos por la Norma Laboral Mexicana, en condiciones de estrés por el mal trato de sus jefes, carecen de servicio médico y perciben salarios bajos, señala un estudio de la asociación civil Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC).
En conferencia de prensa, Shaila Toledo, investigadora de la asociación civil Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC), agregó que las empleadas de la cadena minorista también padecen discriminación por su condición de género, puesto que las evidencias demuestran que ellas no son sujetas a ascensos laborales y son despedidas en caso de embarazo.
Wal-Mart de México, la tienda "de los precios bajos", viola los derechos laborales de miles de trabajadoras quienes trabajan jornadas que superan los horarios establecidos por la Norma Laboral Mexicana, en condiciones de estrés por el mal trato de sus jefes, carecen de servicio médico y perciben salarios bajos, señala un estudio de la asociación civil Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC).
En conferencia de prensa, Shaila Toledo, investigadora de la asociación civil Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC), agregó que las empleadas de la cadena minorista también padecen discriminación por su condición de género, puesto que las evidencias demuestran que ellas no son sujetas a ascensos laborales y son despedidas en caso de embarazo.
De acuerdo con el estudio "Lo barato sale caro: violaciones a los derechos humanos laborales en Wal-Mart México", que realizó ProDESC con el apoyo de las organizaciones Wal-Mart Watch y la Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer (Semillas), las trabajadoras perciben salarios muy bajos, por lo que el éxito de la trasnacional no se refleja en las condiciones de las mexicanas en ningún sentido.
Modelo que ¿llegó para quedarse?
La empresa multinacional, que llegó a México en 1991 para abrir en sociedad con Grupo Cifra un Sam's Club, percibe ganancias por ventas netas de más de 20 mil millones de dólares, como ocurrió en 2006, en tanto que los salarios para las y los trabajadores oscilan entre 2 mil 200 a 5 mil pesos mensuales.
En la investigación, para la cual fueron entrevistadas 247 trabajadoras de ocho estados de la República entre junio y julio de 2007, el 52 por ciento de ellas refirió que su salario es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas.
Shaila Toledo, también integrante de la organización Comuda, en Atlixco, Puebla, comentó que las empleadas de la razón social Walmex, donde laboran alrededor de 135 mil personas, en 141 ciudades del país, rebasan el límite de 8 horas de jornada diaria, sin que se les remuneren las horas extras conforme a la Ley.
El libro, que documenta en 157 páginas las condiciones de las empleadas y empleados, señala que aun cuando son frecuentes los accidentes, caídas y lesiones musculares por cargar productos pesados, las y los trabajadores no tienen servicio médico en su centro de trabajo.
Historia de discriminación contra mujeres
El estudio se realizó en dos etapas: la primera en 2005 y 2006 para analizar las condiciones laborales de las y los adolescentes que trabajan como empacadores y la segunda que se orientó en investigar la situación laboral de las mujeres.
Las encuestas realizadas revelaron que durante las entrevistas para solicitar empleo en la empresa trasnacional --que alrededor del mundo ocupa a más de 500 mil trabajadoras en 13 países-- 50 por ciento de las solicitantes tuvo que responder si estaba o no embarazada y al 8 por ciento le solicitaron prueba de no gravidez.
Asimismo, el 2 por ciento de ellas mencionó que conocía casos en el que las trabajadoras embarazadas habían sido despedidas bajo el argumento de que era lo mejor por razones de seguridad.
Al respecto, la feminista Martha Lamas, integrante del Consejo Directivo de Semillas, comentó que Wal-Mart tiene una larga historia de discriminación en contra de las mujeres, motivo por el que en Estados Unidos enfrenta una demanda colectiva, encabezada por empleadas de esa nación.
Vale señalar que en Estados Unidos, 70 por ciento del personal es femenino, pero menos del 15 por ciento ocupan puestos ejecutivos, un fenómeno que se repite en México, advierte Lamas.
Pese al "maltrato" de la transnacional, "no es fácil que las trabajadoras dejen su puesto, por la necesidad del empleo", lo que les propicia "un estrés mayor", ya que después de laborar alrededor de 10 horas, continúan con la jornada en el hogar, en donde "el impacto se extiende a las familias que más que vivir están sobreviviendo", señala la investigadora de ProDESC.
Las y los empleados no tienen además posibilidad de organizarse, pues de acuerdo con "Lo barato sale caro: violaciones a los derechos humanos laborales en Wal-Mart México", los sindicatos que los representan "son blancos" y casi la totalidad de trabajadoras, el 98 por ciento desconoce si está o no sindicalizada.
Empacadores "voluntarios"
En tanto, Alejandro Calvillo Unna, director de la organización El Poder del Consumidor, refirió que en el caso de las y los cerca de 75 mil adolescentes que laboran para Wal-Mart como "voluntarios" en el país, sin goce de sueldo, ahorran para la transnacional el 40 por ciento del tiempo que destinan para cada venta.
Es decir, explicó, que de no estar las y los empacadores la multinacional tendría que instalar más cajas en sus puntos de venta y personal, al que sí tendría que remunerar por su trabajo.
El estudio de ProDESC indica que las y los menores de edad, sobrepasan las jornadas de seis horas permitidas por la norma laboral mexicana, pues llegan a trabajar hasta 10 horas.
Además, las y los adolescentes tienen horarios y responsabilidades como el resto del personal de Wal-Mart, la diferencia es que no perciben un salario.
De igual modo, Calvillo Unna se refirió a las prácticas monopólicas y desleales de la empresa, al "acorralar" a los a los proveedores mexicanos a quienes les castigan los precios de sus mercancías.
Por todas estas razones, el director de El Poder del Consumidor instó a las y los consumidores a no consumir en estas tiendas de autoservicio. El propósito: ejercer presión social contra la multinacional. Asimismo, Valeria Scorza, coordinadora de ProDESC refirió que harán llegar el estudio a las autoridades del trabajo en México.
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