jueves, noviembre 27, 2008

Violencia: ver para actuar


Por Alba Trejo y Helen Álvarez Virreira

Entre 50 y 70 por ciento de las mujeres son o han sido golpeadas y amenazadas más de una vez en su vida, por su esposo, compañero, novio o ex novio en México, Colombia, Perú, Guatemala, Bolivia, Venezuela, República Dominicana, Uruguay, Chile y Argentina. En este último caso y ante las alarmantes cifras, el Senado acaba de dar media sanción a un proyecto de ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.


Argentina

En la ciudad de Buenos Aires, el Ministerio de Salud atendió en un año un promedio de 7.146 denuncias en la línea 911 Mujer. El 54 por ciento de las argentinas golpeadas son casadas.

De acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, se estima que un 25 por ciento de argentinas son víctimas de violencia y que 50 por ciento experimentará algún tipo de agresión en alguna etapa de su vida.

Antes tales cifras, el Senado dio media sanción el pasado miércoles 26 de noviembre a un proyecto de ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. En el proyecto se reconocen cinco tipos de violencia: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, y simbólica. Y se describen seis modalidades: violencia doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica y mediática.

México

Se ubica como una de las naciones donde cada minuto que transcurre suceden por lo menos tres actos de violencia contra las mujeres, y cada 18 segundos una de ellas es víctima de una golpiza.

El Instituto Nacional de Salud hospitalaria de México reveló que, en un sólo año, fueron atendidas más de 7.000 mujeres tras haber sufrido violencia física como empujones, golpes, heridas de armas de fuego o punzo cortantes.

En esta nación todavía persiste el temor de buscar ayuda. Según diversas fuentes, 84 por ciento de las mexicanas considera que la violencia es algo natural y un asunto privado que sólo compete a la pareja.

Venezuela

Dramática situación también viven las venezolanas. Cada 10 minutos, las autoridades reciben una denuncia de una mujer golpeada por su esposo, en tanto que en Perú cada hora se reporta que 10 mujeres sufren violencia intrafamiliar, lo que significa que al final del día 240 peruanas son agredidas, corporal y sicológicamente.

Las cifras del Instituto Nacional de la Mujer de Venezuela dan cuenta de que en ese país las maltratadas física y sicológicamente se encuentran entre los 20 y 44 años de edad, justamente en la etapa reproductiva de su vida.

Perú

Para tener idea de la dimensión del problema de violencia intrafamiliar en Perú: la atención y revisión a víctimas de violencia familiar en ese país constituye el 52 por ciento de los servicios prestados por el Instituto de Medicina Legal. En tanto, el Ministerio del Interior reportó que cada cuatro horas tres mujeres son víctimas de violencia sexual.

Guatemala

Al menos cinco millones de las siete millones de guatemaltecas sufren violencia doméstica, según estimaciones de grupos defensores de sus derechos. Tanto así que la Fiscalía de la Mujer del Ministerio Público de la nación centroamericana advierte que a ese lugar acuden al menos 15.000 mujeres al año a denunciar que sufren de violencia doméstica, una cifra que supera las denuncias del resto de naciones latinas, exceptuando
México.

La cultura patriarcal enraizada impide la denuncia de este sector poblacional. Un ejemplo de ello es que apenas el uno por ciento de las guatemaltecas golpeadas en el hogar denuncia a las autoridades los abusos sufridos.

República Dominicana

En este país, es la propia mujer quien, tras ser amenazada de muerte y maltratada, tiene que notificar al individuo y luego llevarlo consigo a la policía para que lo detenga. Eso las obliga a callar ante el temor de no tener respuesta y sí represalias.

Hay 14 fiscalías barriales en el Distrito Nacional, las cuales recibieron en los primeros siete meses del año alrededor de 5.595 denuncias por violencia de género.

Colombia

En Medellín, el Centro de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual (CAVAS) contabilizó durante el primer semestre de 2007, abuso sexual y actos sexuales abusivos contra 201 mujeres y 388 niñas, y registró 2.219 casos de violencia intrafamiliar.

Según la Encuesta de Demografía y Salud 2005, de ese país, el seis por ciento de las mujeres reportaron haber sido forzadas a tener relaciones sexuales, y el 47 de éstas dijeron que fueron violadas antes de los 15 años de edad. El sondeo no incluyó los abusos sexuales provenientes del esposo o compañero.

Con esos datos, la investigación confirmó que la mitad de las colombianas que han sufrido este crimen son adolescentes.

El estudio evidenció, además, que, de cada 100 mujeres ultrajadas, 76 lo fueron por personas conocidas como amigos (22 por ciento), parientes (18), exmaridos (15), novios (ocho), y empleadores (tres). El padre fue reportado violador en el tres por ciento de las encuestadas y el padrastro en el cinco.

Uruguay

El robo y la violencia intrafamiliar compiten en Uruguay. En este país, que dos años atrás mantenía un promedio de 3.293 denuncias por violencia al año, hoy en seis meses elevó esa cifra a 5.829.

Agregado a los golpes y al daño sicológico, las latinas padecen además lo que se conoce como la forma más extrema de la violencia de género, que es la muerte. Para ellas, el derecho a la vida también es vulnerado en la calle, a tal punto que sus cuerpos son violados y posteriormente torturados y desmembrados

(…)

La violencia contra las mujeres supera a las soluciones

Las estadísticas muestran que la situación de las mujeres poco ha variado desde 1981, cuando organizaciones feministas eligieron el 25 de noviembre como el Día contra la Violencia hacia las Mujeres, recordando el asesinato, en 1960, de las hermanas Mirabal, activistas de República Dominicana, ordenado por el presidente Rafael Trujillo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, en América Latina y el Caribe, entre 30 y 60 por ciento de la población femenina ha sido agredida física o sexualmente por sus parejas en algún momento de su vida, a pesar de los fondos que la cooperación internacional ha destinado para impulsar diferentes iniciativas, gubernamentales y privadas.

Sin embargo, sí se ha avanzado en visibilizar los incontables y variados actos de violencia que sufren las mujeres y niñas en todo el mundo y también en que miles de mujeres hayan decidido denunciar a sus agresores.

Los problemas

Jneth Alfaro, impulsora de la creación de los Servicios Legales Integrales Municipales (SLIM) en Bolivia y experta en temas de violencia contra las mujeres, desde la vivencia propia y ajena, anota varios aspectos que, en unos países más que en otros, llevan a que las soluciones sean sólo parches.

Las ONGs, lejos de dar soluciones, les están restando responsabilidad a los Estados, por un lado, y por otro les disputan fondos de la cooperación. ''No es que no haya dinero, sino que está disperso y mal empleado''. Con excepciones en todos los países, muchas de estas organizaciones han hecho de la violencia su fuente de ingresos y destinan recursos a estudios y campañas, cuando las mujeres tienen necesidades apremiantes, sostiene.

La aplicación de las normas se enfrenta con los vacíos legales, el desconocimiento o con la insensibilidad. Para Alfaro, un título no garantiza una atención cálida, imprescindible cuando la soledad y la impotencia se apoderan de las mujeres que han decidido hacerle frente a la violencia. Además, y ella es testigo, muchas juezas y mujeres policías que deben hacer cumplir las leyes también son víctimas silenciosas.(…)

No hay comentarios: