domingo, septiembre 28, 2008

28 de Septiembre



Mujeres en Red

Hace dos décadas, mujeres latinoamericanas y caribeñas se han unido alrededor de la lucha por los derechos sexuales y reproductivos y por justicia de género.
En el V Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe (Argentina, 1990) se creó el Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, un tema de unánime y prioritaria preocupación.
Se eligió el 28 de Septiembre como fecha de referencia para esa Campaña, que desde 1993 viene impulsando acciones en los diferentes países de la región.

Objetivos de la Campaña:
• humanización de los servicios de atención a la salud;
• disminución de la morbi-mortalidad materna;
• cumplimiento de las leyes que permiten el aborto;
• liberalización de las leyes que lo punen.
• En la Reunión Ampliada Aborto en la América Latina y el Caribe - derechos de las mujeres frente a la conyuntura mundial, realizada por la Campaña los días 3 y 4 de diciembre de 2001, en Rio de Janeiro, han participado 98 representantes de organizaciones de 27 países.
En este evento ha sido lanzada la Carta de Guanabara, dirigida a los Estados, a los organismos internacionales y a la sociedad.
El DERECHO AL ABORTO FORMA PARTE DE LOS DERECHOS HUMANOS: Penalizar el aborto constituye discriminación y violencia contra las mujeres
¿Por qué la despenalización del aborto?
Anualmente, se someten a abortos en América Latina y el Caribe, cerca de 4 millones 200 mil mujeres, según datos de 1998 de la Organización Mundial de Salud. La mayor parte lo hacen en condiciones de riesgo y de forma clandestina, causando daños irreparables para su salud y muchas veces acabando con sus vidas. Los datos demuestran que ésta es una cuestión de salud pública y es así que el aborto debe ser tratado por los gobiernos.
Cuando la realidad rompe los ojos
1997 - En América Latina y el Caribe por lo menos 6.000 mujeres mueren, cada año, como consecuencia de complicaciones por abortos realizados en forma insegura. Y un número mayor aún, tiene su salud afectada para el resto de sus vidas (UNIFEM, 1997).
• En Guyana, la legalización del aborto entró en vigor a 1995. Desde ese año hasta 1997, la disminución de las hospitalizaciones por abortos provocados fue de 65% (Nunes y Delph).
• En Puerto Rico y Cuba, donde está permitido por las leyes, las tasas de aborto voluntario son más bajas que en Brasil, Colombia, República Dominicana, México y Chile, con sus legislaciones restrictivas. Chile, el único de estos países que no admite el aborto en ninguna circunstancia, es justamente el país con la mayor tasa de abortos (Yamila Azize-Vargas y Luis A. Avilés)
1998 - La región de América Latina y el Caribe es la más restrictiva con relación al aborto. Sin embargo, proporcionalmente, es la que practica el mayor número de procedimientos y en la que se producen más muertes debido a complicaciones por abortos inseguros (OMS)
1999 - Encuestas de opinión pública realizadas en poblaciones urbanas de Bolivia, México, Brasil y Uruguay, muestran una fuerte tendencia de la sociedad para debatir y considerar positivamente la cuestión del aborto como un derecho.
• Se calcula que el aborto realizado clandestinamente y en condiciones inseguras es la causa de 1 de cada 3 muertes maternas en la región, y que aproximadamente hay 800.000 hospitalizaciones como consecuencia de esos procedimientos (Singh y Sedgh).
¿Quiénes son las mujeres que interrumpen el embarazo?
Son personas comunes, de diferentes condiciones socioeconómicas, nivel de instrucción, razas, etnias, edades, religiones o situaciones conyugales. Existen estudios que muestran una mayor incidencia en mujeres casadas, con hijos, y con edad entre 20 y 30 años.
¿Quiénes son las mujeres perjudicadas?
La morbi-mortalidad por aborto está directamente relacionada con la condición de pobreza de las mujeres y sus familias, el bajo nivel de instrucción, la subordinación femenina y la multiparidad, entre otras causas.
Por lo tanto, las leyes restrictivas no previenen, ni evitan el aborto. Precisamente son éstas las que lo vuelven clandestino e inseguro, principalmente para las mujeres pobres, siendo que muchas de ellas viven en áreas rurales.
El aborto es una cuestión de derechos humanos
Considerando estos puntos, las organizaciones feministas vienen denunciando la prohibición del aborto como un atentado contra los derechos humanos - derecho a elegir, derecho a la salud, derecho a la ciudadanía - y una agresión a los principios de justicia social.
El aborto es un problema de salud pública
A través de la historia, las mujeres han recurrido a la inducción del aborto para interrumpir su embarazo. Gran parte de estos procedimientos es realizada en la clandestinidad, por personas sin habilitación y en ambientes que están fuera de patrones médicos adecuados.

• De los abortos inseguros realizados en el mundo (cerca de 20 millones por año), el 90% ocurre en los países en desarrollo causando la muerte de alrededor de 70.000 mujeres (FNUAP/1997).

• En América Latina y el Caribe, anualmente, cerca de 4.200.000 mujeres se realizan abortos, el 95% de ellos en la ilegalidad (OMS/1998).

• A cada año son 6 mil muertes de mujeres y adolescentes en razón de abortos inseguros (FNUAP-1997).

• Según la OMS 21% del total de muertes relacionadas con el embarazo y parto tienen como causa las complicaciones del aborto realizado en condiciones de riesgo.

• Estimase que, en el mundo, entre 60 mil a 80 mil mujeres mueren a cada año por causa de esos procedimientos.
El aborto es una cuestión de derechos fundamentales
Además de representar un grave problema de salud pública, la prohibición del aborto atenta contra los derechos humanos y hiere principios de justicia social.

El embarazo forzado - aquél que, por diversos motivos, la mujer considera como un riesgo para su integridad, su salud y su propia vida - representa una violación del:
• derecho a elegir
• derecho a la salud
• derecho a la ciudadanía
"El aborto es un derecho de las mujeres que puede ser conquistado con tu solidaridad"
Campaña 28 de Septiembre
El aborto es una cuestión social, la solidaridad es una necesidad básica, para las mujeres que por cualquier razón lleguen a interrumpir el embarazo.

La Campaña 28 de Septiembre convoca a los hombres, las familias, profesionales de la salud, de la prensa, parlamentarios, juristas, a la opinión pública en general, a establecer diálogos abiertos sobre el tema y a desarrollar prácticas solidarias.
En los países donde el aborto no es considerado un crimen, se abre para las mujeres la posibilidad de un recorrido diferente, que envuelve orientación médica y sicológica, consejo y encauce hacia servicios de contracepción, planeamiento familiar y de apoyo a víctimas de violencia sexual, rompiendo de esa manera, el círculo vicioso que suele atraparlas en las misma situación: a la de un nuevo embarazo no planificado o forzado.

Carta de Guanabara
Documento político de la Campaña 28 de Septiembre, la Carta de Guanabara defiende el derecho al aborto en el marco de los derechos humanos y de la democracia. Reivindica su despenalización y el respeto al libre ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.

La Carta de Guanabara ha sido aprobada en 2001, por 98 mujeres representantes de grupos en 27 países y de 7 redes regionales, presentes a la Plenaria Final de la Reunión Ampliada "Aborto en la América Latina y el Caribe - derechos de las mujeres frente a la conyuntura mundial" (Rio de Janeiro).

En agosto del 2002 la Carta de Guanabara recibió el apoyo de 420 mujeres de todo el mundo, presentes a la Plenaria Final del IX Encuentro Internacional Mujer y Salud (Toronto).

Si perteneces a un grupo u organización que también desea adherirse, basta con enviar un e-mail para Campaña con el texto: "mi institución firma la Carta de Guanabara". Por favor, informe el nombre de la institución, la ciudad y el país en donde está ubicada.

Carta de Guanabara
Rio de Janeiro, 5 de Diciembre del 2001
A los Estados, a los Organismos Internacionales y a la Sociedad, Nosotras mujeres del mundo, desde la diversidad que representamos y en el ejercicio de nuestra ciudadanía, exigimos el DERECHO A DECIDIR como expresión de LIBERTAD.
Hablamos desde una región donde la conquista de las democracias está marcada por procesos en los que las mujeres fuimos y somos protagonistas.

Históricamente, las ideologías y las instituciones restringieron los derechos de las mujeres.

Las políticas neoliberales sólo produjeron y siguen produciendo más pobreza y exclusión.

Hay que erradicarlas para promover justicia social y solidaridad.

Frente al avance de las diferentes formas de fundamentalismo que atentan contra los derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales de todas las personas, en cualquier parte del mundo, es que unimos una vez más nuestras fuerzas para denunciar y enfrentar esta situación.

Los señores de la guerra, y todos aquellos que los apoyan, nunca se preocuparon por los derechos de las mujeres.
Son señores de la guerra aquellos que impusieron la Ley Mordaza - una regla de restricción financiera adoptada por el gobierno norteamericano - que afecta directamente a nuestros países, lesiona los derechos sexuales y los derechos reproductivos prohibiendo cualquier acción o mención referente al aborto.

Los derechos sexuales y reproductivos fueron creados y propuestos por el movimiento de mujeres para hacer más justa y democrática la vida social y extender la idea de igualdad y libertad de la esfera pública a la privada. Deben ser ejercidos sin ningún tipo de cohersión o discriminación, PORQUE SON PARTE DEL EJERCICIO DE LA CIUDADANÍA.

EL DERECHO AL ABORTO ES PARTE DE LOS DERECHOS HUMANOS. Penalizarlo constituye una discriminación y es un acto de violencia contra las mujeres.

Los abortos practicados en la clandestinidad y en la ilegalidad afectan a todas las mujeres y, de manera especial, a las mujeres pobres, poniendo en riesgo su salud y su propia vida por no tener acceso a servicios seguros.

Para que se consolide una vida social democrática es preciso que mujeres de todas las clases, razas y etnias, de todas las edades, de todas las culturas, con distintas religiones y diversas orientaciones sexuales, puedan controlar sus cuerpos y tomar decisiones que deben ser respaldadas por un Estado laico.

Exigimos el respeto a la capacidad intelectual y ética de las mujeres de decidir autónomamente y de forma responsable, sobre su sexualidad y reproducción.

Exigimos la legitimidad de las distintas razones por las que, nosotras mujeres, recurrimos a un aborto.

Exigimos que los Estados cumplan los compromisos asumidos en las Conferencias y Convenciones de Naciones Unidas y de la OEA (Organización de Estados Americanos) porque son herramientas que contribuyen a eliminar las desigualdades sociales.

Exigimos la despenalización del aborto como cuestión de ciudadanía y justicia social.

Exigimos el derecho a interrumpir una gestación no deseada sin ser acusadas ni señaladas como delincuentes o pecadoras.

Y, finalmente, convocamos a todas las personas y movimientos comprometidos con:
• la promoción y protección de la vida digna y de los derechos humanos;
• la lucha contra la globalización neoliberal;
• la sustentabilidad ambiental;
• la defensa de la justicia social; y
• la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres,

para que se sumen a esta lucha por la DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO y por el EJERCICIO LIBRE DE LOS DERECHOS SEXUALES Y DE LOS DERECHOS REPRODUCTIVOS.

Queremos dejar aquí nuestras huellas en el camino que va hacia la profundización y la defensa de las democracias y al fortalecimiento de las mujeres latinoamericanas, caribeñas y del mundo entero.

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