Frente a la crisis económica internacional, es necesario tomar en cuenta que la mano de obra de las mujeres se encuentra en la “punta del iceberg” de la economía, por lo cual es preciso que las políticas prioricen las necesidades humanas, sobre todo las de las mujeres y niñas, consideradas la población más pobre, y en segundo término atiendan las financieras y de crecimiento económico.
Así lo refirió Nilufer Cagatay, profesora de economía de la Universidad de UTAH, Estados Unidos, en videoconferencia durante el seminario “Análisis de la crisis económica y financiera desde la perspectiva de género: entendiendo su impacto sobre la pobreza y el trabajo de las mujeres”, que se llevó a cabo el jueves y viernes pasado en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
La académica indicó que para que no se repita una crisis tan “profunda” como la actual, es necesario colocar las necesidades humanas, en especial las de las mujeres, en primer término, y en un lugar secundario: las finanzas, el crecimiento y producción económica.
Así lo refirió Nilufer Cagatay, profesora de economía de la Universidad de UTAH, Estados Unidos, en videoconferencia durante el seminario “Análisis de la crisis económica y financiera desde la perspectiva de género: entendiendo su impacto sobre la pobreza y el trabajo de las mujeres”, que se llevó a cabo el jueves y viernes pasado en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
La académica indicó que para que no se repita una crisis tan “profunda” como la actual, es necesario colocar las necesidades humanas, en especial las de las mujeres, en primer término, y en un lugar secundario: las finanzas, el crecimiento y producción económica.
“En la punta del iceberg de la economía, dijo, está la mano de obra de las mujeres”, añadió la académica estadounidense, que manifestó su preocupación porque los gobiernos a nivel mundial atiendan de manera prioritaria a esta población, la cual ha aumentado sus niveles de pobreza a causa de la recesión.
Se necesita, también, de un nuevo régimen macroeconómico de producción y una distribución del ingreso progresiva, de ricos a pobres, sensible al género, una redistribución de ingresos que incorpore a las mujeres, aseveró Cagatay.
Y es que, señaló, “es clave una distribución más justa y no más un sistema de acumulación, para una demanda efectiva”.
RESPETO A DERECHOS LABORALES
Debido a que las trabajadoras “llevan la carga de la economía mundial” el respeto a sus derechos laborales debe ser una exigencia a los gobiernos de las naciones afectadas por la recesión económica, junto con la creación directa de empleos que retribuyan el costo de la reproducción.
“El tipo de empleo debe retribuir a las madres trabajadoras la economía del cuidado de las y los hijos, para cuidar mejor de niñas y niños, pues, hasta ahora el costo de la reproducción corre a cargo de ellas principalmente”, agregó la profesora de economía de la universidad de Utha.
En ello, coincidió Hazel Henderson, economista miembro del Worldwatch Institute y del Calvert Social Investment Fund, quien también destacó la importancia de que las mujeres, junto con las niñas y niños, ocupen un lugar “privilegiado” en las medidas frente a la crisis, en videoconferencia durante el seminario celebrado en la SRE.
En este sentido, Henderson expresó: “la verdadera riqueza está en las personas productivas y saludables que interactúan entre sí y en la gestión sostenible de las ecosistemas, por lo que invertir en la riqueza nacional es invertir en las mujeres, niñas y niños, no en el Producto Interno Bruto (PIB), pues en el dinero no está la riqueza”.
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