jueves, julio 09, 2009

Perú: Mujeres indígenas embarazadas sin atención adecuada

Por: Andrew Whalen
El gobierno de Perú no provee atención adecuada a las mujeres gestantes de zonas empobrecidas de la sierra y selva, lo que queda en evidencia en el país al tener una de las más altas tasas de mortalidad materna del hemisferio, informó el jueves un grupo de derechos humanos.

"Los servicios de salud para las mujeres embarazadas en Perú son una lotería: si eres indígena y pobre, no tienes ninguna posibilidad de ganar" señaló en un comunicado Nuria García, investigadora de Amnistía Internacional en el Perú.

El gobierno peruano dice que 185 mujeres mueren por cada 100.000 nacidos vivos, pero las Naciones Unidas estiman que la cifra es realmente cercana a 240 cuando casos no registrados son tomados en cuenta. El promedio de muertes maternas para Latinoamérica y el Caribe es de 130 por cada 100.000 nacimientos. En países ricos e industrializados, solo nueve mujeres mueren por cada 100.000 nacidos.

Amnistía dice que la alta tasa en Perú puede ser atribuida a la falta de acceso a atención médica de las madres pobres, especialmente en áreas rurales de la sierra y selva donde casi la mitad de la población padece malnutrición y un 59% de las comunidades indígenas no tienen un establecimiento de salud o posta médica, según encuestas gubernamentales. También carecen de carreteras y telefonía.

El gobierno no hace un seguimiento de las muertes maternas por región, pero Amnistía dijo que una encuesta oficial realizada en el país en el 2007 encontró que solo 36% de las mujeres en las zonas más pobres alumbraron en una institución de salud.

Lucy Del Carpio, coordinadora de políticas de salud reproductiva del ministerio de Salud, reconoció que existen desigualdades en el acceso a atención médica, pero afirmó que se están haciendo mejoras.

"Se están llevando a cabo trabajos e inversiones. El país está trabajando mucho para disminuir la mortalidad materna. No se puede hablar de negligencia", dijo del Carpio a The Associated Press.

Los cambios de años recientes comprenden la construcción de casas de espera para albergar a las mujeres embarazadas que viven lejos de clínicas, la aceptación oficial del tradicional método indígena de alumbrar en cuclillas, y entrenamiento de los profesionales de la salud en el idioma quechua de las zonas andinas.

Entre las señales positivas, de acuerdo con estadísticas oficiales, se encuentra el aumento del porcentaje de bebés nacidos en establecimientos de salud, de 55% en 1996 a cerca de 73% en el 2007. Las muertes de bebés también han decrecido, de 755 en el 2000 a 509 en el 2008, dijo el gobierno.

El reporte de Amnistía saludó las iniciativas, pero dijo que los profesionales de salud y las mujeres entrevistadas por la organización dijeron que las medidas "no se estaban aplicando eficazmente".

La activista de temas de salud pública Susana Chávez, directora del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos, coincidió con ese punto de vista. Dijo que la situación de la mortalidad materna es agravada por las deficiencias del gobierno de brindar adecuada educación sexual y atención médica prenatal a las adolescentes.

"La tasa más alta de mortalidad materna se encuentra entre las adolescentes, especialmente en las áreas rurales y pobres. Pese a ello la única medida tomada por el gobierno ha sido criminalizar las relaciones sexuales entre menores", dijo Chávez.

Del Carpio dijo que la diversidad étnica y geográfica juegan en contra de la provisión de adecuada atención.

El resentimiento en estas pobres comunidades por siglos de indiferencia de los gobiernos en Lima provocó el estallido de protestas este año. Al menos 33 personas murieron en junio durante una operación policial para despejar una carretera bloqueada por indígenas amazónicos que se oponían a las actividades petroleras y gasíferas promovidas por el gobierno en sus tierras ancestrales.

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