Niña, mujer, pintora, revolucionaria y amante. La enigmática figura de Frida Kahlo fue develada a través de la puesta en escena Árbol de la Esperanza, del maestro Enrique Mijares y bajo la dirección de Lázaro Fernández. El escenario del Teatro Victoria fue el encargado de albergar este imponente espectáculo.
Transcurría la noche del domingo cuando se ofreció un alucinante recorrido a través de la vida y obra de la mujer que llegó a ser una de las figuras más controversiales de la segunda mitad del siglo XX.
Un vistazo preciso a las vicisitudes y tribulaciones de la pintora Frida Kahlo, representada en la poética de la creación, no a través de los acontecimientos de su vida, sino desde la perspectiva de su obra, sus relatos y sus diarios.
Un vistazo preciso a las vicisitudes y tribulaciones de la pintora Frida Kahlo, representada en la poética de la creación, no a través de los acontecimientos de su vida, sino desde la perspectiva de su obra, sus relatos y sus diarios.
En esta pieza de un solo acto, con una economía de lenguaje preñado de metáforas, de símbolos de imágenes poéticas, Enrique Mijares entrega en espacio temporal de unas cuantas horas la suma de sueños, anhelos, frustraciones y todo lo humano que pudo existir en la vida de Frida Kahlo, figura controversial de la primera mitad del siglo XX.
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