domingo, abril 05, 2009

Seguimos retrocediendo: Karzai restableció al fanático Taliban

Una nueva ley legaliza la violación dentro del matrimonio en Afganistán. Las mujeres necesitan permiso para estudiar, trabajar o ir al médico. Hamid Karzai cedió por intereses políticos.

Una legislación recién aprobada por el Parlamento de Kabul y promulgada por Hamid Karzai, el presidente de Afganistán, estableció un nuevo Código de Familia Chií que condona la violación dentro del matrimonio y anula los avances legales logrados por las afganas desde el derribo del régimen talibán, hace 7 años.

De acuerdo a los corresponsales extranjeros en Kabul, el Gobierno no se ha atrevido aún a publicar el texto, pero Karzai se ha entregado a los integristas.

"Partes de esa ley van en contra de los derechos fundamentales del ser humano", denunció Fawzia Koofi, diputada por la provincia de Badakhsan.

El texto pasó por el Legislativo con inusitada rapidez y sin debate, lo que impidió que se introdujeran cambios.

Ocurre que la mayoría de los diputados son fundamentalistas y se oponen a la igualdad de género. Algunos de los que levantaron la voz fueron acusados de estar contra el Islam.

El nuevo código niega la necesidad de consentimiento para las relaciones sexuales dentro del matrimonio, aprueba implícitamente las bodas infantiles y establece que las mujeres necesitan permiso de sus padres o maridos para estudiar, trabajar o acudir al médico.

A las afganas, les suena a las restricciones que sufrieron durante el régimen talibán (1996-2001), cuando no podían salir a la calle sin la compañía de un hombre de la familia.

"Es un insulto a las mujeres y a los derechos humanos", denunció Aziz Rafiee, director del Foro para la Sociedad Civil Afgana.

A nadie se le escapa la precaria situación en la que se encuentra Karzai frente a las elecciones de agosto en Afganistán. El Presidente busca votos en todos los rincones del país, inclusive entre los fundamentalistas chiíes.

Ocurre que los chiíes representan casi 20% de la población y la Constitución les otorga el derecho a tener un código de familia específico basado en la jurisprudencia de esa rama del Islam.

La ley llevaba olvidada más de 1 año cuando el Gobierno la presentó en el Parlamento, en medio del debate constitucional sobre la legalidad de que el Presidente extendiera su mandato -que concluye el 21/05- hasta la fecha de los comicios, en agosto.

Los clérigos del Consejo de Ulemas chiíes y los dirigentes hazaras (el grupo étnico al que pertenecen la mayoría de los chiíes afganos) llevaban tiempo reclamando la ley, y Karzai decidió avanzar para asegurarse su sufragio porque esa comunidad suma el mayor número de electores indecisos.

No deja de sorprender que la nueva ley haya sido promovida por los líderes de los hazaras cuando los talibanes, que son extremistas suníes, consideran herejes a los chiíes y durante su gobierno se ensañaron con esa comunidad.

Pero en lo que se refiere a los derechos de la mujer, no hay diferencias entre chiíes y suníes.

Sima Samar, presidenta de la Comisión Afgana Independiente de Derechos Humanos, ex ministra de Asuntos de la Mujer y la 1ra. mujer hazara en obtener el título de médico en la Universidad de Kabul, reclama que las activistas de Occidente reclamen con fuerza.

La Constitución de 2004 consagró la igualdad de derechos de las mujeres.

"Y ahora la nueva ley ni siquiera les permite maquillarse sin permiso del marido", se quejó la diputada Koofi.

Aunque el código sea específico para una de las comunidades religiosas, sienta un precedente a favor de los sectores más conservadores.

Durante la conferencia sobre Afganistán celebrada en La Haya, Holanda el martes 31/03, los ministros de Exteriores escandinavos le preguntaron a Karzai por el artículo publicado en el diario The Guardian que revelaba su aprobación de semejante ley.

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